Aura Botanica de Kérastase, el lujo más natural para tu pelo
Las cifras son claras: un 39% de españolas se decanta por utilizar cosméticos naturales. Pero de ellas muchas se quejan de que en ocasiones este tipo de productos no son todo lo eficaces que desearían. En cuestiones capilares hay champús ecos, bios, orgánicos o naturales que, aunque sí calman la conciencia, no dejan la sensación de pelo “limpio limpio”, ni aportan el brillo y la suavidad que buscamos o cuyo empleo se convierte en un acto rutinario en lugar de en una experiencia sensorial de la que disfrutar. Es cierto que la mayoría queremos proteger el medio ambiente y llevar una vida sana tanto a la hora de alimentarnos como de cuidarnos. Cada vez somos más responsables y estamos más comprometidas en este sentido, sin embargo cuando eso está reñido con la eficacia del producto en cuestión dudamos si seguir utilizándolo o no. Por eso, cuando el pasado martes Kérastase me presentó (y pude probar) su nueva línea Aura Botánica pensé: “por fin puedo tenerlo todo: unos cuidados de lujo para mi pelo y ¡naturales!”.
La línea cuenta con cuatro productos en los que encontramos un promedio de 98% de ingredientes de origen natural. De ellos los protagonistas son el aceite de coco de Samoa y el aceite de argán marroquí (ambos prensados a mano) y procedentes del comercio justo y sostenible.
Y, por supuesto, en sus fórmulas (biodegradables en un 97%) no hay siliconas, sulfatos ni parabenos. Y lo mejor, todo ello, sin tener que renunciar a la eficacia ya que su empleo (y doy fe) deja el cabello ligero, suave, sedoso, sin encrespamiento, con brillo y con un aroma floral aterciopelado en el que se mezclan cítricos, menta, cilantro, pimienta rosa, jazmín blanco, vainilla, pachulí y maderas de ámbar. Los productos son:
Bain Micellaire: Lo que en Kérastase denominan baño y el resto de los mortales conocemos como champú. A pesar de no llevar sulfatos sí crea espuma (algo a lo que muchas se resisten a renunciar a la hora de lavarse el pelo). Esta espuma es muy ligera y vaporosa gracias al aceite de coco. Limpia y mucho, tanto que es imprescindible emplear el siguiente producto de la línea para que el cabello quede suave (si no, estará muy limpio pero habremos dejado el ritual a medias).
En este Bain Micellaire el 97% de ingredientes son de origen natural (el 3% restante es necesario para garantizar las cualidades olfativas, sensoriales y de estabilidad del producto). Su fórmula es biodegradable al 99% y tampoco contiene siliconas ni parabenos.
Soin Fondamental o tratamiento infusión de nutrición. Es el compañero indispensable del producto anterior. Sin él, aviso, los resultados no son iguales. Tiene una textura ligera y cremosa y proporciona 48 horas de nutrición intensa y de control anti-frizz. A pesar de no llevar siliconas el cabello se desenreda con gran facilidad gracias a la alta concentración de aceites de coco, argán y girasol. Se aplica tras el baño micelar, se deja actuar unos cinco minutos y se aclara.
El tercer producto de Aura Botanica es Concentré Essentiel una especie de sérum con el que hacer magia en el cabello. Contiene un 99% de ingredientes de origen natural entre los que destacan el aceite de aguacate, rico en omegas 6 y 9 que proporciona suavidad y brillo y el de jojoba, que refuerza la nutrición y frena el encrespamiento. Se puede usar de varias formas: para nutrir el cuero cabelludo masajeándolo antes del champú; en cabellos muy sensibilizados, también antes del champú, masajear en medios y puntas; añadiendo unas gotas (4 ó 6 si el cabello es fino y entre 4 y 8 si es grueso) al Soin Fondamental para convertirlo en una mascarilla. Y, por último puede emplearse para masajear manos y cuerpo.
Essence d’Éclat, una bruma hidratante en aceite ligera y ultra- fina para lograr una nutrición duradera del cabello (hasta dos días) que, además, lucha eficazmente contra el encrespamiento (hasta 72 horas). Su fórmula es bifásica y en la primera (la oleosa) interactúan cuatro aceites altamente nutritivos –jojoba, aguacate, coco y argán– a los que se suma el aceite esencial de naranja dulce para darle el toque sensorial. En la segunda fase, la acuosa, encontramos una dilución de agua de rosa de Damasco ligeramente perfumada, que aporta un extra de hidratación.
Antes de aplicar el producto hay que agitarlo para que las moléculas de aceite queden suspendidas en el agua. Puede emplearse tanto en el cabello húmedo como seco para aumentar la suavidad y el brillo.
Mi experiencia con Aura Botánica tuvo lugar en The Madroom, un estupendo salón en pleno centro de Madrid (Calle Villalar, 1) en el que además de peluquería cuenta con una zona de estética para realizarte tratamientos faciales y corporales situada en la planta inferior bajo una antigua cava abovedada que salió a la luz durante la reforma del local.
En la misma reforma se recuperaron vigas de madera y muros de ladrillo con más de 200 años de antigüedad que estaban ocultos tras capas y capas de pintura. En cuanto a la decoración, igual encuentras una puerta centenaria como lámparas rescatadas de barcos hundidos o un pozo que conviven con un mobiliario de lo más vanguardista. Hay que verlo.
style: bellezaenvena