Candice Swanepoel ya está lista para el verano
El Ángel de Victoria’s Secret, la sudafricana Candice Swanepoel, (30 años) lanzó su línea de trajes de baño ‘Tropic of C’ a principios de este año, un evento tan importante…
El Ángel de Victoria’s Secret, la sudafricana Candice Swanepoel, (30 años) lanzó su línea de trajes de baño ‘Tropic of C’ a principios de este año, un evento tan importante…
Sí, como leéis. Al menos eso es lo que prometen los fabricantes de este nuevo producto que podemos englobar en el campo de la cosmética textil. Reconozco que aún no lo he estrenado, quiero esperar al otoño porque para que funcione hay que llevar puesto el sujetador al menos ocho horas seguidas y ahora entre los bikinis y los bañadores no paso tanto tiempo con el mismo puesto. Pero os cuento.
Bust Infuser es un spray que se pulveriza sobre cualquier tipo de sujetador para convertirlo en un tratamiento hidratante, reafirmante y tonificante que funciona durante todo el día. Para conseguirlo, los científicos de Talika estudiaron la afinidad físicoquímica entre la piel y los tejidos. Estos últimos tienen una carga negativa natural y, aunque no os voy a marear con la tecnología de este producto porque es muy sofisticada, intentaré explicarla brevemente. La fórmula de Bust Infuser contiene distintos ingredientes que se han encapsulado en unos liposomas recubiertos con un polímero de carga positiva. Debido a la atracción electrostática, esos liposomas (con carga positiva) se unen como imanes a las fibras del sujetador (con carga negativa). Al ponérnoslo, esos liposomas (que se han adherido a la tela) van impregnando la piel y con el movimiento y el roce de la tela se van liberando los activos encapsulados en dichos liposomas. De ese modo, la formula actúa sobre el pecho durante el tiempo que llevemos puesto el sujetador (se recomienda que al menos sean ocho horas al día).
Aunque su tecnología, como os decía, es muy sofisticada, su uso no puede ser más sencillo. Basta con pulverizar el spray dos o tres veces en cada copa del sujetador y ponértelo. No humedece la tela ni la mancha y puede emplearse sobre cualquiera, independientemente del tipo de tejido (encajes, sintéticos, algodón…). El efecto dura tres días, siempre que no laves el sujetador en ese periodo. Pasado ese tiempo, o después de cada lavado, hay que volver a impregnarlo. Cada envase dura aproximadamente dos meses y cuesta 29,90€
Dime lo que sacas en las primeras actualizaciones de nueva temporada y te diré por dónde van los tiros de este otoño. Porque cuando una prenda se repite una y otra vez, el rio suena. O agua lleva. Vamos, que la apuntemos en nuestra wishlist, porque tarde o temprano terminará siendo #lacompradelasemana.
Y esa primera prenda sospechosa de la temporada que comienza es el vestido peto, alias pichi. Para llevar sólo o con top debajo, y con todas las papeletas para volver a la primera línea de las tendencias. Opciones no nos van a faltar.
Comenzando por la versión clásica, la del peto vaquero, siempre divertida, y que para momentos playeros me encanta a modo de vestido sobre el bikini o el bañador. Este es de Zara y cuesta 29,95 euros.
En Mango le toman la palabra a #lacompradelasemana del viernes pasado, la camiseta blanca, que funciona a la perfección con este peto en tono fresa, con el colgante como complemento necesario. Su precio, 25,99 euros.
Stradivarius hace toda una declaración de intenciones con este pichi de cuadros súper mini, que escoge esta vez como pareja un tank top. Novedad que cuesta 19,99 euros.
En H&M tenemos una versión igualmente mini pero con botones y bolsillos. En varios colores, tiene un precio de 29,99 euros.
Amarillo en Pull&Bear con este peto-falda que no puede faltar en tu maleta playera. Ideal y genial de precio: 19,99 euros.
¿Será el peto la estrella del otoño? ¿O es complicado que funcione si tienes más de 15 años?
Da la sensación de que esta primavera con pinta de otoño no quiere que nos bronceemos antes de tiempo. Por eso, la estación de las flores únicamente nos deja ver el sol con cuentagotas y racanea el buen tiempo con tacañería propia de mister Scrooge. Y lo hace de la manera más cruel: regalándonos dos días de terraza seguidos por seis de paraguas y chubasquero del capitán Pescanova. Nos enseña la patita del verano durante un fin de semana para luego devolvernos a una realidad nublada de tormentas y granizo como pelotas de golf. De ahí que las chanclas y las botas de agua compartan armario sin apenas dirigirse la palabra.
Lo que no sabe esta primavera poco generosa es que los beautywarriors tenemos otras opciones para lucir un moreno casi tan natural como el que ligamos en la playa, pero sin necesidad de sombrilla ni bañador. Por un lado, están las cremas con un ligero toque de color. Estas fórmulas, enriquecidas con pigmentos que se funden al contacto con la piel, proporcionan un tono cutáneo parecido al que obtenemos después de dar un paseo por la orilla del mar. Puedes aplicarlas por todo el rostro o solo en la frente, la nariz y los pómulos, que son las zonas donde la incidencia solar es mayor.
Por otro, están los autobronceadores, que colorean las capas superficiales de la piel de forma pasajera. Por fortuna, la última generación de estos cosméticos nada tiene que ver con la de los años 80, que aportaban ese antiestético tono anaranjado que Trump ha recuperado, tristemente, en pleno siglo XXI. Estos productos contienen determinados azúcares, como la dihidroxiacetona, que, al contacto con la epidermis, producen la oxidación de su capa externa. El resultado es un moreno progresivo que se elimina con el proceso de renovación cutánea. Si quieres conseguir un tono natural, utilízalo en días alternos y siempre después de la limpieza. Y, después de la aplicación, lávate bien las manos porque suelen dejar residuos. Eso sí, con los autobronceadores más vale pecar por defecto que por exceso. Si te pasas, corres el riesgo de pasar de tostado a carbonizado, al estilo Armani, Valentino o Julio Iglesias.
Si hay dos fechas a las que temo en el calendario esas son un adiós y un hola. La primera, cuando le decimos adiós a la medias y nos enfrentamos a la vida en carne viva; la segunda, cuando le decimos hola al bañador/bikini. Y las dos están muy muy cerca. De hecho yo ya me he enfrentado a la primera, y la segunda se acerca de forma inevitable.
Y llegará el eterno debate veraniego: ¿bikini o bañador? Porque si en las últimas temporadas la balanza se estaba equilibrando, parece que el segundo comienza a ganar la partida.
O al menos eso se desprende el último lookbook de Stradivarius, titulado Swim Swam Swum y en el que los bañadores ganan por goleada.
Principalmente de rayas, pero también con estampado tropical, con escote y tiro súper pronunciados
Escotes de pico y también side boob, dispuestos a demostrar que lo de que los bañadores son aburridos es pasado.
En una nueva vuelta de tuerca, el bañador, que se había convertido en refugio de las que no se sentían cómodas en bikini, se convierte en una prenda más difícil de encajar que el dos piezas…
Frente a las inevitables marcas, tiros altos que harían las delicias de la mismísima Pamela Anderson
Viendo a estas muchachas en la tumbona el bañador parece la prenda más favorecedora del mundo, pero hay dos asuntos que me preocupan profundamente: ese pecho sin relleno y la barriguita, sea cervecera o no.
Para incrédulas como yo llega esta especie de trikini con nudo en el escote, una variante que me encanta
Y que habrá que ver en directo y en el cuerpo de cada una, pero puede ser una buena forma de encontrar el punto intermedio
Eso sí, habrá que evaluar daños en cuanto a marcas, principalmente en la espalda, más tapada que con un bañador tradicional
Uno entre doce. Esa es la proporción de bikinis en este editorial. Pues que queréis que os diga, a Dios pongo por testigo de que seguiré fieles a los bikinis… al menos por ahora.
Y así me veo yo hasta que le eche valor: tomando el sol con la mini o los shorts puestos
¿Ha conseguido por fin el bañador arrebatar el trono al bikini? Y tú, ¿de qué lado estás?
Cambiemos el chip. Sé que las que estéis de vacaciones en septiembre no me lo vais a perdonar, pero hay que irse olvidando de bañadores, bolsos de rafia y sandalias. Vuelta al cole y también vuelta al armario de otoño. Y no hay nada menos veraniego que el jacquard, ese tejido tipo tapicería que parece un poco abuelil pero que con el fenómeno pijamero ha conocido una nueva vertiente.
Que sigue siendo un poco acartonado en formas tapiceras, pero más agradable y favorecedor cuando se alía con la seda, como sucede con este pantalón pijamero, con camisa a juego. Es de Zara y cuesta 29,95 euros.
Comenzando a pensar en las medias, me gusta este vestido de Mango, en azul y negro y con frunce tipo nudo a la cintura. Su precio, 39,99 euros.
Mucha atención con los coordinados, que aunque tengan su riesgo, pueden ser un golpe de efecto este otoño. Esta chaqueta, que tiene su pantalón a juego, es de Uterqüe y cuesta 129 euros.
El jacquard hace buenas migas con el pijama pero también con el kimono. Este azulón, de H&M, tiene un precio de 59,99 euros.
Y terminamos con la propuesta más femenina. Largo midi, abertura en el escote y nudo en la cintura en este vestido amarillo de Topshop que cuesta 80 euros.
Hagamos como el anuncio de Ikea pero al revés: ¿qué os parece un poco de tapicería de la abuela en nuestras vidas?
La modelo del momento aparece de nuevo posando para la marca gigante de moda italiano (realizó la campaña de primavera) en una sesión preotoñal repleta de vivos colores. Fotografiada por el dúo Mert & Marcus, el escenario aparece adornado con hibisco, begonias y tulipanes que están destinados a servir de inspiración para la fantasía y la imaginación. Según afirman en La Perla, todo ello se inspira tanto en la famosa retratista estadounidense de flores sensuales, Georgia O’Keefe y el artista alemán Peter Max, que destaca por sus obras psicodélicas y pop.
Con solo 21 años, Kendall Jenner se ha convertido en embajadora de algunas de las marcas más prestigiosas en el mundo de la moda, siendo protagonista de shootings en los que desborda sensualidad. Tal parece que es lo único que le funciona, sus campañas de moda y sus desfiles; porque su debut en la cosmética de la mano de la multinacional Estée Lauder no ha funcionado como esperaban ambas partes y no ha sido renovada y su spot con Pepsi Cola fue un fiasco enorme, que solo generó polémica. Pero eso a Kendall no parece que le deba preocupar. Hoy por hoy la top sigue acaparando contratos muy sustanciosos y no para de trabajar para las firmas más prestigiosas y lujosas del showbussiness.
Para empezar, La Perla ya lleva dos campañas contando con su imagen y Kendall casi siempre aparece con alguno de sus diseños para pisar las alfombras rojas, así que esta relación va viento en popa. En esta oportunidad, a la estrella de las redes sociales se la captura en traje de baño, vestida de encaje y lentejuelas brillantes y en estampado de seda con enormes flores lilas y rosas, con lo que queda confirmado, los colores llamativos y los estampados florales seguirán dando todo el protagonismo a tu ropa interior. Como look, el pelo oscuro de Kendall en un corte bob, con raya en medio, súper pegado y muy liso, para los labios un rojo pasión.
El caso es que hay gente que nace con estilo, y Kendall lo tiene a raudales. Parece mentira que sea hermanastra de Kim y Khloé , las Kardashian que petan en las redes sociales, pero que no tienen ni un gramito del glamour que desprende Kendall.
Cuandoveo estos estilismos, lo primero que se me viene a la mente son esos momentos del verano en los que tu madre te colocaba un pantalón o una falda encima del bañador y este terminaba haciendo las veces de camiseta. Y tú te creías la más moderna, y es que lo eras. El body quiere ser la prenda estrella de la temporada, y ahora que su primo el bañador está tan en alza… ¿lo conseguirá?
Ya hablamos de ellos en 2016, pero este body es más sofisticado, más ochentero, y coquetea con la licra, los metalizados y las aberturas imposibles. Tipo maillot como este de Zara, que además de fucsia lo tenemos negro y plateado, y que cuesta 12,95 euros.
Encajes para este de Mango, con cuello redondo y espalda descubierta. El asunto suje es bastante complicado con los bodys, que son más del #freethenipple… Este cuesta 25,99 euros.
Festivalero y en la línea del de Zara tenemos este de H&M, que de hecho pertenece a la línea H&M Loves Coachella. Quizá el más atrevido de todos, su escotazo a la espalda es un factor muy a tener en cuenta. Otra vez bye bye suje, su precio es 14,99 euros.
Con su volante, que parece que disimula un poquito el momento #freethenipple, llega este de Stradivarius, que está tirado de precio: 12,95 euros.
Y desde Asos llega… el cami-body! No sé muy bien lo que significa, pero mona es un rato. Cruzada y de rayas, cuesta 24,32 euros.
¿Es el body una alternativa a tener en cuenta este verano?
¿O esa prenda tan pegada con el calor no puede salir bien?