Locos por la moda

No, la mejor forma de empezar un martes (porque si hay algo peor que un lunes es un martes, que ya se te ha olvidado el fin de semana) es darte cuenta de que, de repente, te has quedado viejuna para Stradivarius. Yo, que estaba comenzando a calmar mi pre-crisis de los 40 con las novedades casibuenas-bonitas-baratas de la marca, me doy de bruces con una campaña ambientada en bibliotecas, laboratorios y campus universitarios. Eso no se hace, Amancio. Volvamos al descampado, al riachuelo, al apartamento sin amueblar, al hospital robado. Pero no me lleves a la universidad, que cuando yo pisaba las clases, pagaba las fotocopias en pesetas.

Intentemos ser positivas. Que lo del castillo Harry Potter de fondo no ayuda, ni los shorts para ir en bicicleta, pero a estas chaquetas de borreguito se les puede sacar partido.

Por no hablar de este traje de chaqueta de cuadros con la camiseta de Mickey. Al fin y al cabo, Carrie Bradshaw ya tenía taitantos cuando llevaba esta camiseta por las calles de la gran manzana. Compro vocal y resuelvo pero sin la mini, que sigo sin caber en mi.

Bueno, parece que hay esperanza. El momento cinturón-bolso ya lo tenemos asimilado, y no sabéis lo que me apetece. Eso si, una duda. ¿Se puede trabajar/ir a clase con el bolso colgado? Porque claro, una que hace cuando llega a su destino, ¿se sigue moviendo con el bolso a la cintura? La duda me atormenta. De la imagen de la derecha me quedo con dos prendas que ya hemos señalado en capitulos anteriores: el pichi  y las botas cowboy.

El momento laboratorio se queda en la prehistoria (fijaos yo, que soy de letras) pero nos apropiamos también del combo body + blazer de cuadros.

Siendo optimistas, una podría pasar por repetidora, y lucir abrigo de punto con beret a juego y botas metalizadas; por no hablar de esa gabardina de cuadros combinada con el vestido de flores, con lo que me gustan a mí esas mezclas raras.

Si te quedaste sin el peto de cuadros de Zara de la temporada pasada, aquí tienes tu segunda oportunidad de conseguir uno; yo ya tengo confirmado que mis flancos no son compatibles con esos cortes; Burberry es la firma del momento, y vamos a tener cuadros similares a los míticos de la firma británica por todos lados. Este abrigo cuesta 35,99 euros y me requetencanta.

La serpiente está en todas partes, y si ya vas tarde, nuevo chance: camisa o falda, tú decides (yo me pido la falda!)

Volvemos al momento Quimicefa, aunque te digo yo que como se caiga un bote, la mancha no sale seguro…

¿Eras más de biblioteca o de escaparte a las gradas? Pues me molan los dos estilismos: la falda tubo con la sudadera marrón chocolate; y los cuadros en tonos grises combinados con tonos neutros.

¿Es posible sobrevivir a lo nuevo de Stradivarius más allá de los taitantos?

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Puede que sean etapas, puede ser que sean los años, pero llega un momento en el que lo que más se agradece a la hora de vestirse es la facilidad. La facilidad en el uso, en la combinación, en la comodidad. El saber que te has montado un estilismo aparente sin tener que romperte la cabeza. El atesorar varias prenda clave que en cualquier situación, te salvarán la vida.

Y puede que la respuesta a mis pleagaria sea el último lookbook de Zara. Su título, Clean Lines, da una pista de lo que nos podemos encontrar en lo que seguramente sea el último editorial antes del rinconcito ordenado. Con una primera imagen que resume a la perfección mi planteamiento: un vestido blanco, especial pero ponible, con un complemento que le da el toque de gracia. Dicho y hecho.

Confirmando además que lo sencillo no tiene por qué ser aburrido: así lo demuestra la falda plisadas con largo midi y top cropped o la camisa clásica con shorts metalizado.

Las superposiciones son otra forma sencilla de darle vida a nuestro armario, y por eso una de mis asignaturas pendientes es hacerme con un cuerpo transparente para ampliar la usabilidad, por ejemplo, de los vestidos con tirantes espaguetti.

Lo sencillo no tiene por qué ser aburrido y hasta puede ser atrevido, como bien lo demuestra esta falda de punto con bralette y cardigan… Me da la risa porque con esa silla de oficina me imagino a la chica yendo a la fotocopiadora tal que así. Causaría sensación seguro!

Más contrastes con la mini metalizada con la sudadera chandalera, un poco videoclip pero que así en la foto queda genial. La muchacha de la silla se ha sentado y me he fijado en las zapatillas babucha blanca: les tengo una manía total a esos zapatos, no sé si soy yo o se me van saliendo a cada paso por la calle.

Una túnica con abertura lateral puede ser una prenda llave, sobre todo si en lugar de lucir pierna cabaretera le metemos debajo unos pitillo o incluso unos shorts. Un estilismo muy Jacquemus al alcance de todas.

Siempre lo digo: nunca entendí la manía que le tenía mi madre al lino hasta que tuve que plancha mi propia ropa. Por eso con los tejidos así como arrugados tengo un dilema: por un lado, son el sueño de toda mujer; pero por otro, me quedo con la sensación de que va a haber alguien que no va a entender mi estilismo. La línea entre lo trendy e ir arrugada es muy delgada…

Y en caso de emergencia (o que el despertador suene tarde y no tengas el modelito preparado) un estilismo que bien podríamos guardar en una vitrina con un cartel que dijera usar sólo en caso de emergencia: camisa metalizada con pantalón negro de tiro alto.

¿Es el minimalismo fashion un valor en alza? ¿O antes muerta que sencilla?

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Hace un par de semanas repasábamos el mini editorial Pre-Fall de Sfera, y comentaba como la marca se había adaptado a los nuevos modos de producción pero sobre todo, de promoción, lanzando de forma constante nueva información desde su web. Y cumpliendo esta premisa, ya tenemos su campaña para este otoño. Que al igual del año pasado, se centra en sus prendas quizá menos comerciales pero que van a dar mucho juego desde el punto de vista clonero.

Fuseaux, trench armados y mangas XL… Tendencias que vimos el año pasado y que parece que continuarán este otoño.

¿Os suena la imagen de la izquierda? ¡Si! Son unos swepping floor pants! Si, los que había que arrastrar por el suelo. ya van llegando a las tiendas. Lo de la derecha puede ser raruno, pero @rosa_h_f los ha cazado: es un clonazo de Céline.

Porque Sfera ha continuado depurando su técnica clonera, y ha convertido a Balenciaga, Stella McCartney y Céline en sus musas.

Otro clonazo cazado por @rosa_h_f es este cuerpo, clavado a este otro de Stella McCartney

Por si nos quedaba alguna duda sobre los abrigos de pelo, tocará ser osito esta temporada, está confirmado. Y nuevo clonazo: este vestido rojo de cadenas había hecho saltar mis alarmas…

… y efectivamente, visto en el desfile de Balenciaga

Y lo que nos queda por descubir, porque aquí hay mucha prenda que huele a clon… Estos cuellos tan Lady Di, por ejemplo, esa falda metalizada, esos maxi pendientes que veíamos arriba… jum, esto hay que investigarlo.

Por no hablar de las panta-botas a lo Balenciaga del año pasado, o este bolso que tiene todas las papeletas para aparecer en el post de los lunes.

¿Qué os parece este ímpetu clonero de Sfera? ¿Y las propuestas de la nueva colección?

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Cuando comencé a verlo por todas partes, sobre todo en Mango, pensé que se les había ido la cabeza y que sería una tendencia con las patas muy cortas. Pero antes de que me haya dado cuenta está en todas partes. Un color que no favorece especialmente, que no es fácil de combinar y que tampoco es especialmente veraniego. Así visto, tenía que triunfar. Y aquí lo tenemos. Llega el malva.

Aunque a mí me guste más llamarlo lila. Color que recapacitando vimos en los desfiles para esta temporada, desde Zac Posen hasta la Alta Costura de Christian Dior. Y de ahí directamente a Mango, que se ha convertido en uno de los valedores del malva esta temporada, con propuestas como este pantalón paper bag que cuesta 39,99 euros.

En H&M vestido plisado perfecto para eventos veraniegos, con costura de volantitos en la cintura y falda de vuelo, que tiene un precio de 29,99 euros.

El malva también lo da todo en top calados y con largo cropped top y volantitos, que pide un vientre plano a voces. Es de Stradivarius y cuesta 15,95 euros.

¿Eres de las que reservas los experimentos para los complementos? Estas sandalias de Zara serán tu pase de acceso al malva. Metalizadas y con pulsera al tobillo, su precio es 25,95 euros.

Si teníais alguna duda, el siguiente “conjuntito” os va a encantar. Y es que cuando la tendencia es costeada, sabe mejor. Suéter y falda de Intropía, que me apunto para rebajas. El primero cuesta 90 euros; la falda, 140 euros.

¿Criará malvas tu armario este verano?

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Porque el concepto de ugly shoes ya lo tenemos asimilado y esto nos parece hasta bonito… Las denominan mules planas, bailarinas destalonadas o simplemente babuchas, y nos pongamos como nos pongamos, es uno de los zapatos de la temporada. El culpable, Gucci. Y aunque todavía podemos perder algún dedo del pie amputado si las llevamos con el frío que hace, estoy segura de que van a florecer en entretiempo. Y aviso, también las he visto (y mucho) con medias de rejilla.

Bueno, cómodas son, y casan igual de bien con pantalón que con falda. Aunque conociendo mi habilidad con los zapatos en general, es el típico diseño que das un traspiés y te sale volando el zapato dos metros más adelante. Aún así, hasta me gustan estas de Mango en rosa estampado y aplique de cristales. Las veo totalmente con vaqueros y cuestan 49,99 euros.

Tampoco le hago ascos a estas de Uterqüe, en verde metalizado nada discreto (queda claro que cuanto más llamativas mejor), y también con el sello Gucci. Su precio, 79 euros.

En Zara se han vuelto un poco más barrocos con estampado tipo batín de marqués, un poco más tristón pero que puede funcionar genial con negro. Cuestan 29,95 euros.

Con Stradivarius vuelve la alegría con otro estampado de flores esta vez con apliques de tachuelas en el empeine. Su precio, 25,95 euros

Y discretos pero con el detalle de los pompones llega la propuesta de Gioseepo, que cambia el textil por piel de potro.  Pareja perfecta para unos pantalones fluidos, cuestan 44,95 euros.

¿Qué os parecen?

¿Serán las babuchas las sandalias con pompones de este verano?

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En los últimos tiempos parece que uno de los objetivos de las marcas es conseguir que sus prendas se conviertan en eso que llaman virales. Lo hacen las de low cost y ahora parece que también las grandes firmas. Lo que viene a ser es que tu ropa la vean hasta la saciedad en los cuerpecitos de las que parten la pana para que al resto de la humanidad también te termine gustando. Fácil cuando consigues que cuatro o cinco de las más seguidas en las redes sociales a nivel mundial se pongan la prenda en cuestión sumado con una producción que crece en propr. La ley del deseo. Que ahora también crea escuela. ¿Recordáis la minifalda de cuadros vichy de Zara? Pues parece que ha dado lugar a un nuevo género faldil.

Así que entre las secuelas de la susodicha falda se encuentran variaciones como esta en rosa metalizado de Mango, tan Barbie que no sé si me gusta o me horroriza. Se ha quedado fuera de las rebajas y cuesta 25,99 euros.

Más discreta es esta de Stradivarius, de la que puedo oler el plasticuero desde mi casa, pero que puede ser resultona. En negra y con volante recto, su precio es 19,95 euros.

En tejidos más invernales llega la propuesta de Bimba Y Lola. En lana bicolor, tiene una rebaja muy interesante: de 110 a 44 euros.

En la foto cuesta apreciar el volante, pero la descripción da fe de que lo tiene. La creadora de la microtendencia, Zara, sigue su estela con esta falda negra con mini precio: 12,99 euros.

Y la nota de color llega de la mano de Bershka, con esta falda de neopreno con volante en diagonal con precio también interesante: 14,99 euros.

¿Quién se anima a ponerse un poquito mini-flamenca?

¡Felices Reyes!

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Mientras de algunas seguimos sin tener noticias de sus lookbooks de fiesta (Amancio, ¿hay alguien en casa?), en Mango ya van por la After Party. Después de The Dusk Club, el editorial formalito fiestero, llega este en el que la firma recoge sus propuestas más actuales y atrevidas para los eventos navideños. Un lookbook en el que se alternan camisetas de 15 euros con vestidos de… ¡500! ¿Por qué ese empeño de las marcas low cost en lanzar prendas que no lo son para nada? Pero vayamos por partes…

Aunque me cueste visualizarlo, todavía hay gente que se viste de largo para las fiestas de Navidad. Si, yo lo hacía en 1997, pero ahora no lo veo tan claro. Si eres de las convencidas, al menos hazme un poquito de caso: olvídate de las sandalias imposibles y combina tu vestidazo con unas combat boots. Igualmente noventero pero mucho más en la onda.

Uno de los tejidos estrella de estas fiestas es esta especie de lúrex acanalado que se está viendo muchísimo tanto en vestidos como en tops, faldas y hasta monos. No me disgusta este azul, que cuesta 39,99 euros y puede ser bastante versátil.

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Navidad y brilli brilli siempre son una buena fórmula, y seguramente por ese motivo, las faldas metalizadas alcanzan su mayor apogeo cuando se encienden las luces de las calles. No os veo muy convencidas con el asunto terciopelo de cara a estas fiestas, así que os propongo lanzaros al urraquismo y tirar por el brillerío para salvar la papeleta. Porque el fenómeno se ha desarrollado y la falda metalizada versión 2016 tiene muchas vidas. Concretamente cinco. ¿Cuál es la tuya?

1.Falda plisada

La que comenzó a pegar fuerte a comienzos de año y que sobrevive entre nosotras una Navidad más. Vale que en algunas ocasiones el efecto es parecido a que te hubieras cosido la falda a base de envoltorios de Ferrero Rocher (ha sido escribirlo y se me ha antojado uno, maldición) pero hay que reconocer que son súper efectivas. Perfectas tanto para la noche con sandalias y cazadora como para el día con botines y camisa y chaqueta.

Hacerte con una está chupado. Que no parezcamos una mesa de camilla deluxe es otro cantar. En Zara tenemos la de la izquierda por 39,95 euros; la de la derecha es de Mango y cuesta 25,99 euros.

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