Muchas cosas, que ahora os contaré, pero que nadie piense que al utilizarla va a borrar las manchas, las arrugas marcadas y la flacidez de un plumazo. Eso sería como pensar que por comprarte un Ferrari te vas a librar de los atascos, puedes conducir con 7 copas o dormirte al volante. Milagros los justos. Lo que me sorprende es que mucha gente se lleve las manos a la cabeza porque existan este tipo de cosméticos. ¿Que te puedes cuidar por mucho menos? Por supuesto. ¿Que el precio no está al alcance de todos los bolsillos? Naturalmente, al menos del mío no lo está, ya me gustaría. Pero también es cierto que te puedes comprar un coche de segunda mano por 1000 € o un Ferrari 250GTO, que se vendió el año pasado por 28 millones de euros y aunque para ir a tu pueblo el fin de semana te valen los dos, la experiencia, amigas, va a ser completamente diferente. Podría poner mil ejemplos, puedes comprarte un bolso en Primark por 10 € o un Birkin de Hermés en una subasta por 340.000€ como sucedió el año pasado en Christie’s. Claro, diréis, ni tanto ni tan calvo. Entre ambos extremos siempre hay puntos medios y ahí es dónde cada una tiene que buscar el suyo (y opciones -buenas, muy buenas-regulares y malas- hay para todos los gustos).
Lógicamente, quien tiene unas cuentas bien saneaditas como para estrenar móvil cada vez que sale un nuevo modelo al mercado, cambiar de coche de gama alta cada 3 años y marcharse a destinos “prohibitivos” en cada cambio de estación son aquellos que pueden permitirse estos lujos. Y yo me alegro por ellos (y por todos los que trabajan en la industria cosmética del lujo: mensajeros, ingenieros, científicos, secretarias, servicios de limpieza, dependientes, transportistas, mecánicos, diseñadores, telefonistas,…) Aunque también os diré una cosa, de todo lo dicho anteriormente: coches, bolsos, móviles,… lo único que nos va a acompañar desde que nacemos hasta que morimos es nuestra piel. El resto se va a quedar por el camino. Por eso hay mucha gente que opta por cuidar más su piel que su coche. Y gastarse más en el mantenimiento de ésta que en cambiar de móvil cada seis meses. Cada uno tiene, además de su presupuesto, sus prioridades. Y no me enrollo más porque podría empezar a hablar de los ingredientes, de la forma de obtenerlos, de la inversión en I+D, de los compromisos de las marcas con el medio ambiente, etc, etc, etc, pero si me pongo con todo ello ahora, no hablo de Platinum Rare Cellular Night Elixir, que es el nombre completo del nuevo sérum de La Prairie.
Según la marca es “la poción rejuvenecedora más poderosa que ha surgido de sus laboratorios”. Con él, se abordan por primera vez, en una única fórmula, las cuatro funciones esenciales para el proceso completo de regeneración de la piel: nutrición, respiración, desintoxicación e inmunidad. Así que, a la pregunta con la que titulaba este post: “¿Qué hace Platinum Elixir en tu piel para costar más de 1000 €?” podemos responder que refuerza la capacidad de autodefensa de la piel, mejora la respiración celular y la eliminación de toxinas al tiempo que queda perfectamente nutrida. En definitiva, mejora la calidad de la piel. Al “reparar” los daños y favorecer su capacidad de defensa, sin toxinas, con oxígeno y nutrida ofrece mayor resistencia al envejecimiento además de, por supuesto, presentar mucho mejor aspecto ya que las líneas de expresión y las arrugas se atenúan notablemente mientras se mejoran la textura y la firmeza.
En su fórmula encontramos la concentración más alta del Complejo Celular Exclusivo de La Prairie, combinado con el Complejo Avanzado de Platino, una mezcla única de ingredientes activos raramente usados. El primero, compuesto de proteínas, aminoácidos, nucleótidos y azúcares necesarios para que las células de la piel sinteticen biomoléculas, asegura una nutrición esencial básica para lograr el “sustento” de la estructura celular. Por su parte, el Complejo Avanzado de Platino, con un péptido de platino enriquecido con ingredientes de alto rendimiento, permite que este elixir favorezca las funciones de respiración, desintoxicación e inmunidad.
Una fórmula así no podía presentarse en un tarro corriente. El lujo en un producto lo es todo, el contenido y el continente. En este caso se han tardado casi tres años en fabricar este envase. Cilíndrico, elegante, transparente y de los que pesan, a la vista ya se intuye que lo que esconde debe ser especial. La tapa no es de rosca, se mantiene unida al cuerpo del envase con imanes, así, si te vas de viaje y lo llevas en el neceser no corres el riesgo de que se abra y se derrame su contenido. Algo que sería difícil porque al destaparlo nos encontramos un atractivo gotero para depositar la dosis justa de producto que según La Prairie es de una gota por noche.
Desde mi escasa experiencia, llevo cinco días usándolo, os digo que a mí esa dosis se me queda corta y me estoy poniendo dos gotas, quizá en unos días, cuándo mi piel se haya “acostumbrado” a este elixir con una sea suficiente pero de momento no. Eso sí, la sensación en el momento de aplicarlo es fantástica. Deja la piel estupenda, algo que se sigue apreciando a la mañana siguiente. Como os decía, no llevo ni una semana usándolo y ya aprecio una especie de “relleno” en las líneas de expresión (en las menos marcadas). Habrá que esperar un par de meses, que es lo que calculo que me va a durar esta joyita, para ver resultados definitivos.
(more…)