Si hay una señal patente de que la primavera ha llegado a mi ciudad es ver como las guiris se lanzan a la ropa de verano sin anestesia (aunque estemos en marzo todavía) y, sobre todo, se colocan sus chanclas para patearse la ciudad. Hecho que me horroriza totalmente. Ya hace tiempo hablamos sobre el tema y debatimos acerca del uso de las flip-flop (las prefes de las guiris) para dress codes que van más allá del momento playa-piscina. Y creo que esta temporada voy a tener que retomar el dilema, aunque afortunadamente dejamos a un lado las chanclas de dedo y nos quedamos con las de pala de toda la vida, que en 2017 quieren ser sandalias y se ponen en modo deluxe.
Porque esta primavera no todo iban a ser mules y slippers, las chanclas se llenan de abalorios y apliques, como pudimos ver en el desfile de Dolce&Gabbana.
En Prada apuestan por el vinilo y las aplicaciones de PVC y algo parecido al foam.
Para las que dicen que no pueden andar planas, Boss les mete un poquito de cuña
Y en Miu Miu son chanclas de las de toda la vida, cuquis pero chanclas de toda la vida.
Las nuevas propuestas no han llegado a la calle todavía por motivos evidentemente meteorológicos, pero ya llevamos varias temporadas asistiendo al auge de chanclas deportivas como las tradicionales de rayas de Adidas, estrellas del street style.
Después de la enseñanza que nos ha supuesto el nacimiento y ascensión de los ugly shoes, parece que ya nada puede soprendernos en lo que a zapatos se refiere, pero el tema chanclas deluxe bordea de forma peligrosa la línea entre el andar por casa y el relaxed style.
Y si no confiáis en ellas, ya el verano pasado las de Miu Miu con perlas causaron sensación en las musas del street style. El esquema de la chancla deluxe 2017 es siempre el mismo: pala de plástico duro y tira en tejidos nobles o de plástico con apliques, piedras y brilli brilli.
Nuestras tiendas, aunque la recién estrenada primavera no termine de llegar, ya se han puesto manos a la obra, comenzando como siempre por Zara, donde encontramos varios modelos de chanclas deluxe. Las negras con abalorios cuestan 29,95 euros; las azules, muy en la onda de Miu Miu, tienen el mismo precio.
Un buen clon de Dolce&Gabbana podrían ser estas de Stradivarius, bordadas y también con apliques joya. Pero fiajos en la pala, es la de una chancla de toda la vida. Su precio, 25,95 euros.
Parece que los clones son un buen caldo de cultivo de clones, porque en Topshop encontramos una buena versión de la chancla con perlas de Miu Miu. Cuestan 29 euros; los de los lazos (todo muy rosa) se quedan en 26 euros.
Y si te apetece tirar la casa por la ventana en el asunto chanclil, la pata negra del asunto llega con unas Prada de las buenas, que cuestan 495 euros. ¿Recordáis las cuquis de Miu Miu? Pues cuestan 245 euros.
¿Serán las chanclas deluxe el zapato estrella de este verano?
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