Diffuseur de Beauté de Galénic, un potenciador de luminosidad con rubí rojo
En cuestiones de belleza, una de las quejas más repetidas por las mujeres es la falta de luminosidad en el rostro que, en ocasiones, envejece más que las arrugas. Y lo que muchas veces no sabemos es que para que nuestra cara refleje esa ansiada luminosidad es necesario que la piel esté perfectamente hidratada; que esté lisa para que refleje la luz (ya que las arrugas, poros e irregularidades crean sombras en el rostro) y que presente un saludable tono rosado (señal de que a nivel subcutáneo tenemos una buena microcirculación sanguínea). Con la edad y otros factores como el estrés, la contaminación, el cansancio, el sol, la mala alimentación…, esa luz se va apagando y es necesario estimularla con tratamientos cosméticos exactamente igual que hacemos con nuestros móviles: los ponemos a cargar cuando se quedan sin batería, e incluso antes. Pues eso es lo que tenemos que hacer con nuestra piel, ponerla a cargar para que vuelva a brillar.
Para conseguirlo Galénic acaba de lanzar Diffuseur de Beauté (57€), un potenciador de luminosidad capaz de “resucitar” cada mañana la luminosidad natural de la piel y recargarla de activos revitalizantes a lo largo de todo el día. Entre los ingredientes encargados de lograrlo se encuentra el rubí de Vietnam extraído del río Rojo. Considerada “la reina de las piedras preciosas” posee un brillo único y una capacidad asombrosa para reflejar la luz gracias a su estructura en forma de malla cristalina que refleja la luz en una sola dirección. Esta joya se encuentra en el interior de Diffuseur de Beauté en forma de polvo.
Pero la cosa no es tan sencilla como echar unos polvitos de rubí en una fórmula y que ésta consiga devolver la luz a la piel. Ójala. Para que el polvo de rubí sea eficaz debe conservarse seco, algo que parece complicado cuando de lo que se trata es de incluirlo en una crema, ¿verdad? Pues después de más de setenta pruebas de laboratorio, los formuladores de Galénic han conseguido que el polvo de rubí se mantenga seco hasta el momento de entrar en contacto con la piel. ¿Cómo? recubriéndolo con una especie de “vestido a medida” compuesto de manitol y de dos tipos de polvos de celulosa que preservan su estructura hasta que se extiende sobre la piel. Junto al polvo de rubí, en Diffuseur de Beauté encontramos vitamina B3, que unifica, alisa y afina el grano de la piel; vitamina E, antioxidante y glicerina vegetal con un fuerte poder hidratante. Y lo mejor, para garantizar que la fórmula sea efectiva a lo largo del día (que sus activos se difundan de forma progresiva) se ha incluido un emulsionante de origen vegetal organizado en capas cargadas de activos que se van fundiendo unas con otras al contacto con la piel, a lo largo de todo el día en una estructura que han bautizado como reserva mesomórfica.
A simple vista es de lo más apetecible, este gel-crema de color rosado salpicado de pequeñas partículas frambuesas parece estar invitándonos a probarlo. Y, una vez, aceptada la invitación descubrimos su aroma con notas de bergamota, mandarina, limón, almizcle blanco, jazmín… En la piel se absorbe inmediatamente y ésta se nota más lisa, suave y luminosa de forma inmediata. Es perfecto como base de maquillaje y para aportar luz al rostro en cualquier momento. Y, al parecer, utilizado de forma continuada, la piel resplandece en tres semanas. Habrá que probarlo.
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