El ataque de los clones: 12 meses, 12 clones
Como los recopilatorios de mi época moza (yo era súper fan del Boom!, mi favorito el Boom 8, en vinilo, lo confieso), llega el momento de seleccionar los mejores clones del año. Seguramente ni sean todos los que están ni estén todos los que son, pero para servidora, han sido los mejores de 2016.
Con enero llegaba la nueva temporada y también uno de esos clones que tanto nos gustan: los que vienen directos desde la alfombra roja. Esta vez era Valerio Luna quien se marcaba un clonazo del vestido de Ralph&Russo que Gwyneth Paltrow llevó a los Oscars de 2015. Quizá el verde le quitara un poco de elegancia, pero en ejecución, matrícula de honor.
Febrero suele ser un mes más tontillo por aquello del cambio de temporada, pero este estuvo protagonizado por el aterrizaje de Mansur Gavriel en el mundo del calzado y por ende, en el clonero. Casi todos se apuntaron a clonar al rey de los bolsos en el estreno zapatil. Y como ejemplo, estos de Mango.
Aunque esta última temporada me han fallado (o han sido tan buenos que no he sido capaz casi de pillarles uno) los amigos de MIOH se han convertido en los clonadores de lujo oficiales del panorama nacional. Lo demostraron en marzo con este vestido calcado a este otro de Self-Portrait que hizo suspirar a más de una.
En Abril comenzamos a vislumbrar el asunto playero, y una de las primeras en ponerse manos a la obra fue Mango, con esta versión del vestido de crochet de Tommy Hilfiger que vimos en más de una marca.
Isabel Marant ha conseguido mantenerse en el top ten de las firmas más clonadas del año. Y es que pocos pueden resistirse al boho-chic comercial de la diseñadora francesa. Ni a sus chaquetas bordadas, como es el caso de Sfera, entre otras, que terminaba cayendo en sus redes en mayo.
En junio llegó a nuestras vidas uno de los zapatos más clonados del año: el slingback de Chanel. El primero en atreverse fue Uterqüe, con un modelo que poco tardó en agotarse. Le seguirían (y le siguen) muchos mas.
El bikini del verano sin duda fue el de Kiini, con ese diseño a precio de oro que combinaba licra y crochet. Los clones les llovieron de todos sitios, la mayoría bastante conseguidos, como el que firmaba women’secret en julio.
Con agosto comenzamos nuevo ciclo y en él, los zapatos del otoño. Aunque he de decir que por la calle, mucho no los he visto. A pesar de que casi todas las marcas se apresuraron a lanzar su propia versión. Una de las más conseguidas, la de Fórmula Joven de El Corte Inglés. ¿Quién encuentra las diferencias con los originales de Miu Miu?
Si hablamos de abrigos, el anorak rojo de Balenciaga ha marcado un antes y un después, si, pero si hay un clon en este apartado que me ha robado el corazón es el del abrigo de pelo de Blumarine versionado por Zara que llegaba en septiembre. Quizá por la diferencia de precio, quizá por el descaro, es uno de mis clones favoritos del año.
Porque hay clones que consiguen sacarnos una sonrisa, porque al fin y al cabo esto es un juego. Como pasó en octubre con los botines con apliques de Aquazzura que se marcaron en Zara, que hasta fueron más generosos en lo que a bichos se refiere.
En 2016 hemos seguido pidiendo a Amancio clones, y me llena de orgullo y satisfacción afirmar que un poquito de caso nos han hecho. Uno de los clones que suplicamos y que se veía venir era el del vestido de gatitos de Dolce&Gabbana, que por fin llegó en noviembre. Gracias, chicos clonadores de Zara.
Y no podíamos terminar el repaso al año sin otro de los clones que se ha dejado ver por aquí lunes sí y otro también: las sandalias acolchadas de Gucci. Con mayor o menor fortuna, casi todos lo han intentado. El último, Mango, que le ha colocado ese
¿Qué os ha parecido la cosecha clonera de 2016? ¿Echáis alguno en falta?
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