Escapada al spa L’Occitane en el Hotel La Florida, más que recomendable
Me encanta viajar, tanto que casi me es indiferente el formato, la compañía y el destino. Afortunadamente en mi profesión tengo la oportunidad de hacerlo a menudo y, sobre todo, con amigas, compañeras desde hace muchos años y con las que los “viajes de trabajo” siempre son un placer. Juntas nos hemos recorrido medio mundo en lo que llamamos la “época dorada del periodismo de belleza”: de Siria a Nueva Orleans pasando por Marruecos, Nueva York, Berlín, Roma… e infinidad de veces a París. Ahora, viajamos menos pero nos lo seguimos pasando igual de bien. La penúltima escapada beauty fue a Barcelona, a conocer el spa que L’Occitane ha inaugurado en el Hotel La Florida, con Itziar Salcedo, Marián Vila, Ana Parrilla, Clara Buedo y Beatriz Peña como compañeras de escapada y Ana Serrano y Elizabeth Pérez Schafer como “maestras de ceremonias”.
El Hotel La Florida (Cinco Estrellas Gran Lujo y que merece un post aparte) está situado en lo alto del Tibidabo, con la ciudad a sus pies y el mar al fondo. Con esas impresionantes vistas pudimos disfrutar de una excelente temperatura (la gente aún se bañaba en su piscina exterior y eso que estábamos a finales de octubre); una estupenda gastronomía y, sobre todo, unos maravillosos tratamientos faciales y corporales que nos dejaron a todas como nuevas. Desde luego L’Occitane no podía haber elegido mejor enclave para su spa. Un espacio en el que, nada más traspasar su puerta, las fragancias y la decoración te transportan a la Provenza.
El viaje era tan relajado que podíamos elegir incluso los tratamientos que queríamos probar. Yo me decanté por el Facial Siempreviva Secreto Divino Eterna Juventud y el masaje corporal Relajante Mar & Mistral de la Colección de Grasse. No os cuento como volví a Madrid.
El primero, dura una hora y media y, como todos los tratamientos de L’Occitane, sean faciales o corporales comienzan con un “Ritual de bienvenida” que consiste en un baño de pies realizado con sus famosos Azúcares Efervescentes de Aromacología. Desde ese momento ya hay que dejarse llevar porque comienza un viaje olfativo con aromas tanto relajantes como energizantes que continúa con gestos, texturas sensoriales, música relajante y té de hierbas inspirados en las tradiciones provenzales.
Tras la especial y placentera bienvenida comienza el tratamiento antiaging de rostro y escote más premium de la marca. Con la siempreviva (que estimula la renovación celular y la síntesis del colágeno) como protagonista y un prolongado masaje se logra salir de la cabina con la piel más luminosa y firme. Además, cosa que se agradece bastante, durante el tiempo que te aplican la mascarilla en el rostro te realizan un masaje de brazos y otro craneal. Un lujazo.
El segundo tratamiento, el corporal, me dejó nueva. La música, la aromaterapia y sobre todo las manos de la terapeuta consiguieron relajar bastante las tensiones de mis cervicales y de mi cerebro. El tratamiento combina effleurages suecos, acupresiones chinas y técnicas balinesas de masaje con aceites esenciales de lavanda, árbol de té y geranio- que aseguran una relajación completa. En mi caso consiguieron relajar bastante las tensiones de mis cervicales… y de mi cerebro.
Si tenéis oportunidad no dudéis en visitar su spa o alguna de las cabinas que tienen en sus tiendas, no os arrepentiréis. Además, también teneis la opción de crear vuestro spa en casa con sus productos, no es lo mismo pero también relaja bastante. Yo lo hago a menudo y funciona.
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