Firma Invitada: Dr. Alberto Sicilia, director de la Clínica Sicilia
Algunas de las grandes preocupaciones de mujeres y hombres al llegar a la edad adulta, por encima en ocasiones de los kilos de más o las arrugas, es la salud y el aspecto de su boca. Entre los signos más evidentes de envejecimiento bucal encontramos el cambio de color, los posibles desplazamientos de piezas o la pérdida de las mismas, y las enfermedades de las encías, acompañado de una variación en el olor del aliento. La opción más habitual, y rápida, es realizarse un blanqueamiento dental o recurrir a algún método casero para darles un aspecto más luminoso, sin embargo, el cuidado para rejuvenecer la sonrisa y frenar el paso del tiempo implica una atención profesional 360 grados. Por eso lo ideal es recurrir a odontólogos y clínicas que ofrezcan los tratamientos más avanzados, que no tienen nada que ver con los más económicos.
Afortunadamente hoy tenemos a nuestro alcance técnicas y aparatología que nos permiten prevenir y tratar el envejecimiento de la boca de manera profunda. La boca es uno de los órganos del cuerpo que más sufre el paso de los años, pero evitar sus consecuencias es posible. A partir de los 25 años, el tono de los dientes cambia considerablemente y, además, llegado a una edad aumentan los casos de halitosis debido a los cambios regresivos en las glándulas salivales que afectan a la calidad y cantidad de la saliva, incluso con una buena higiene bucal. Tras años trabajando con miles de pacientes y gracias a estudios realizados en esta materia por distintas universidades internacionales hemos comprendido cómo funciona el proceso de deterioro, además de crear las armas para frenarlo y combatirlo.
En cuanto al tratamiento, el primer paso pasaría por realizar una revisión a fondo para verificar que el estado de las encías es el idóneo. Esta técnica permitirá diagnosticar problemas que aceleran la destrucción bucal. A partir de aquí se debería realizar una limpieza profesional para eliminar la placa dento-bacteriana, así como las manchas superficiales, reducir la inflamación de las encías y reforzar el esmalte. Dejando una boca limpia y 100% sana para pasar al blanqueamiento. Con ello se consigue mejorar de forma radical el aspecto de la sonrisa. Otro de los puntos clave es que el paciente aprenda técnicas de higiene oral, haciendo especial hincapié en las zonas de difícil limpieza y en el dorso de la lengua, que son partes de acúmulo bacteriano causantes frecuentemente del mal aliento. Con esto y con un consejo dietético la halitosis se empezará a controlar.
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