Hostal Empuries, un hotel sostenible en la Costa Brava
Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer el Hostal Empúries y me fascinó. Fui con mi hija mayor (14 años) y juntas disfrutamos tanto de sus instalaciones como de su gastronomía y, por supuesto, de su emplazamiento. Situado entre las ruinas greco-romanas de Empúries (el único yacimiento greco-romano de toda la península) y el mar, y a medio camino entre L’Escala y San Martín de Empuries, pueblos a los que se puede ir dando un paseo a pie o en una de las bicis de las que dispone el hotel.
Precisamente el yacimiento greco-romano fue el germen de este hostal que se levantó en 1907 para dar de comer a los primeros arqueólogos que llegaron a la zona para excavar y recuperar los restos del yacimiento greco-romano y, más tarde, para alojarlos. Entonces el Hostal Empuries se llamaba Villa Teresita, nombre que, en homenaje a tiempos pasados, conserva el restaurante del hotel en el que el chef Rafa Peña ofrece una cocina de autor elaborada, moderna, ecológica y buenísima.
Hace ocho años, y tras un cambio en la propiedad y una serie de reformas, el Hostal Empuries decidió dar un giro en el negocio para convertirse en un referente del nuevo modelo de turismo que se va afianzando poco a poco en nuestro país: el Turismo Sostenible, basado en la responsabilidad social y ecológica. Allí el 100% de energía eléctrica que se consume proviene de fuentes renovables; en la construcción se han realizado cubiertas verdes que han permitido incrementar la vida vegetal y biodiversidad animal; en sus zonas verdes se han elegido especies vegetales de la zona con bajas necesidades hídricas que se riegan exclusivamente con agua de lluvia que se recoge de los tejados y con agua que reciclan de los baños y de la cocina; el fertilizante de las plantas es la materia orgánica que genera el restaurante… Por todo ello y muchos más detalles es el primer hotel de Europa con certificación Leed Gold.
Pero es que además es bonito. Conserva detalles de la construcción original que se integran perfectamente con los espacios más modernos. Sus 53 habitaciones (con vistas al mar o al jardín) son confortables y originales. En la mía, con vistas al mar, podía ver el agua desde la bañera gracias a que el espejo del lavabo se abría como una ventana para disfrutar de las vistas. Eso sí, no hay amenities pero si dispensadores de productos ecológicos. Y un detalle importante, cuentan con habitaciones familiares (para cuatro personas). El hotel no tiene piscina al aire libre, para qué si está a pie de playa, pero si dos cubiertas, una de chorros y otra para nadar en su spa donde pude disfrutar de un estupendo masaje realizado con productos ecológicos que me dejó nueva.
Sin duda, un lugar para repetir con una terraza frente al mar de esas en las que te quedarías a vivir.
Más info: www.hostalempuries.com/es/
Fotos: Hostal Empúries y Belleza en Vena
style: bellezaenvena