Prendas de la temporada: vestido manga larga
Empieza a hacer fresquito pero no tanto. O hace mucho frío. Odias las rebecas y estar con la chaqueta en interior te resulta incómodo. Aquí llega la solución: el vestido de manga larga. El entretiempo es su época de mayor esplendor, por eso de poder llevarlo sin nada encima (que no debajo, festival del humor) y sobre todo, permitirnos construir un estilismo con tan sólo una prenda. Cero quebraderos de cabeza.
Quizá el principal problema de estos vestidos sea el pecho. Si tienes mucho puede dar sensación de estar embutida, pero tampoco ayuda a sacarle partido si tienes poco…
Los largos añaden la dificultad del calzado, porque esos aires folk no se casan con cualquiera. Original la idea de los mocasines con tacón, que me gusta aunque pelín arriesgada (de eso que te miras los pies todo el rato y te ves rara).
Atención. Estilismo llave para alargarles la vida cuando bajen las temperaturas: abrigo largo finito (este de terciopelo es amor) remangado, dejando ver la manga del vestido. Pero me siguen encantando tal que el mostaza, con un cinturón como único complemento.
Los vestidos también son para el día, para convertirte en toda una lady like con salones de taconazo y bolso bandolera.
Doble puntuación en terciopelo, un poco niña de la Familia Addams con tanta puntilla pero cruzando al territorio gótico sin caer en lo estrambótico (y sin haberlo pensado me ha salido un pareado).
Para la noche pueden resultar incómodos cuando vamos a estar en sitios cerrados donde podemos pasar calor, pero para una cena o evento tranquilo nos ahorran la complicación de que si rebequita que si que me pongo por encima. Una manguita y punto.
Si largos me gustaban, cortos el efecto es total… Y es que si vas a enseñar por abajo, ya se sabe, bien tapada por arriba…
Por una vez se han conjugado los astros y nos traen una tendencia que se adapta a las condiciones climáticas. Esto habrá que aprovecharlo. En Zara encontramos una buena colección de vestidos, pero sin duda mi preferido (y no me lo vayáis a copiar) es el gris de los volantes. Solo me queda verlo en tienda para comprobar el largo, que me da en la nariz que va a ser un poco corto. Aunque espero que nada que un buen par de medias tupidas (y con efecto moldeador) no pueda solucionar (39,95 euros). El estampado, de terciopelo, tampoco está mal, me lo apunto de suplente (39,95 euros).
Dos auténticas joyas en H&M. El primero además sólo cuesta 19,99 euros, con lo que era de esperar que esté súper agotado. Me súper encanta también el largo, que tiene su versión blusón y que cuesta 39,99 euros.
El terciopelo va a darnos más juego del que creíamos, y una buena muestra es este vestido de Mango, con la manga acampanada, que cuesta 49,99 euros. El caldera, con escote criss cross se queda en 39,99 euros.
Y en Sfera, vestido con estampado animal (29,99 euros) y este otro a media pierna, con ajuste a la cintura y las mangas (59,99 euros).
¿Será el vestido de manga larga la prenda clave de este otoño?
style: devilwearszara