Locos por la moda

Si recibes un whatsapp donde te convocan a la comida navideña del equipo de Belleza en vena -donde llevo casi un año sin escribir-, tengo dos opciones: no contestar y que aparezca “Ali ha abandonado el grupo” mientras dices tierra trágame o sentarme delante del ordenador como ahora mismo, y escribir un post para justificar mi presencia.

Esta decisión también me va ahorrar muchas llamadas, de Geni entre otras, que se repiten cada año para ver cómo hay que vestirse en tan marcadas fechas. Pero es casi mejor decir lo que no se debe poner una, e incluso lo que no se debe hacer, por eso de ahorrarnos disgustos luego. Además, es más rápido. Así que ¡al lío!

CENAS DE EMPRESA

Teniendo en cuenta que puede estar el presidente de la compañía, tu jefe, el responsable de recursos humanos, en fin, todo el organigrama, será mejor que nos olvidemos del lado sexy. Nuestro referente no puede ser ni Jennifer López con sus escotes hasta el ombligo, ni el look Britney Spears en los MTV Music Awards de este año, que por cierto, aún sigo buscando la palabra que la defina y ya no creo que la encuentre.

Tampoco tengamos de referente a Rihanna, que el cante lo da tanto fuera como dentro del escenario, ya sea por sus transparencias como por su actitud. Para evitar esto, el vino, lo justo, porque si nos pasamos es posible que necesitemos de una mano amiga que nos recoja del suelo como a Lindsay Lohan, y eso, elegante no es.

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Reconozco que tuve un flechazo con ella cuando la vi por primera vez en el musical “Hoy no me puedo levantar”. Me pareció impresionante, por ser buena actriz, cantante y con una belleza bestial. No la conocí hasta meses después de que se pusiera en contacto con nosotros para vestirla para un evento. Recuerdo que quedamos en nuestra tienda de la calle Desengaño, en Madrid. Si ya me gustaba antes, conocerla fue quererla: todo dulzura, timidez, y guapa a rabiar. A partir de ese día hemos tenido la suerte de vestirla en varias ocasiones, siempre con ropa de la colección. Así que cuando su estilista Ana Capel nos dijo que este año quería ir vestida de Dolores Promesas a la Gala de los Goya, empezamos a pensar en propuestas en función de lo que nos dijo Inma: quería algo sencillo, romántico, lánguido, sin escote y que marcara sus curvas.  Este año al no estar nominada no quería algo excesivo y como una semana antes había acudido a la entrega de los Premios Feroz con una falda con mucho volumen buscaba algo totalmente distinto.

No fue fácil quedar para la primera cita. Entre las grabaciones de la serie, un viaje para rodar  un video clip y la promoción de su película “Las ovejas no pierden el tren” no encontrábamos hueco. Sólo podíamos vernos o muy tarde por la noche y un sábado por la mañana. Y sólo un ratito. En su primera visita al estudio Inma vio un vestido, de línea lánguida, en proceso elaboración. A su estilista le encantó, por el aire romántico y vintage, y se lo probamos.

Le quedaba bastante bien para ser una primera prueba, se vio guapa, con un color diferente a lo que había llevado antes. Optamos por ese modelo y pensamos que con una prueba más le iba a quedar perfecto. El vestido era una gasa de seda de color rosa palo, con incrustaciones de encaje y pedrería. El tejido en sí era una joya y no necesitaba más que un buen patrón que se adaptara a su cuerpo.

Fueron muchas horas de minucioso trabajo para que el vestido se adaptara perfectamente y no llevara cortes.

En la siguiente prueba el vestido le quedó perfecto así que era la hora de buscar los complementos.

Ana Capel le trajo unos pendientes de la firma Mawi pegados a la oreja y con un toque súper moderno que contrastaba muy bien con el vestido.

Los zapatos en plata de Lodi quedaban ideales con el bolso de cristal de Jimmy Choo. Inma quería que el pelo y el maquillaje fueran también muy naturales. Así que melena suelta y cara suave con labio nude.

Cuando llegué a su casa para vestirla ella ya estaba preparada y el coche que la recogía para ir a la Gala llegando. Así que todo fue rápido:  llegar, ponerle el vestido y salir corriendo. Por culpa de esas prisas no pude hacer más fotos.

Ha sido un placer vestir a una de las actrices que más admiro.

Gracias Inma, gracias Ana. ¡Hasta la próxima!

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