Escudos activados, por John Queras
La radiación ultravioleta, la polución, los cambios de temperatura, el frío, la lluvia, la nieve, el afeitado diario, Trump… Desde que nos levantamos de la cama, nuestra piel está expuesta a una cantidad ingente de agresiones externas cuya única misión es convertir el surco nasogeniano en una autopista de dos carriles y las finas líneas de expresión en arrugas profundas. Y, de regalo, un par de manchas, tirantez, sequedad, flacidez, enrojecimiento, tono apagado y un extra de sensibilidad. En definitiva, lo que viene siendo un completo.
Los laboratorios de las firmas cosméticas son conscientes de que cada vez son más, y más nocivos, los elementos hostiles que se alimentan de la juventud, la salud y el buen aspecto cutáneos, favoreciendo así el envejecimiento prematuro. Y, estando el Día del Padre a la vuelta de la esquina, no querrás que te confundan con tu progenitor. Por eso, muchas de las nuevas fórmulas for men combinan el tratamiento con la protección y ofrecen una defensa integral que bloquea el efecto negativo de los rayos solares, mientras crea una película invisible sobre la epidermis que evita que las partículas de contaminación se adhieran a ella.
Además, para mantener controlados a los siempre revoltosos radicales libres, las cremas de última generación incluyen una buena dosis de antioxidantes y proporcionan una doble hidratación. Por un lado, aportan activos humectantes y, por otro, ayudan a retener el agua presente de forma natural en la piel. Y todo sin renunciar a esas texturas ligeras, no grasas y de rápida absorción que tanto nos gustan.
Hoy os traigo cuatro auténticos escudos que, una vez aplicados, os defenderán de cualquier ofensiva medioambiental. Sintiéndolo mucho, todavía no se ha descubierto una molécula lo suficientemente eficaz para combatir los despropósitos del cuadragésimo quinto presidente de los EE.UU.