Locos por la moda

Que en la moda nos lo pongan fácil, por una vez, no hay duda de que se agradece. Porque el combinar colores tiene su miga, complicación que crece de forma exponencial conforme vamos añadiendo tonos al estilismo. En algún sitio leí, hace tiempo, que lo ideal es no introducir más de tres colores en un mismo outfit, y aunque puede que no tenga ninguna base científica, intento aplicarme el consejo. Así que esta tendencia me va venir como anillo al dedo: estilismos mono tono. No hace falta que sea el mismo color exactamente, pero la clave está llevarlo en varias piezas.

Los tonos neutros son los más agradecidos, ya sean grises, beiges o tierras. Suelen admitir una mayor escala de tonos sin que se maten entre si

La única nota discordante que está permitida es la de los complementos. Pero si optamos por romper, que sea en pequeñas dosis, como las gafas naranja

Del total look a la escalera de color, aceptamos barco siempre que estemos hablando del mismo tono

Subiendo un pelín el grado de dificultad, los verdes y los grises, tan otoñales. Fijaos en el detalle de las botas altas en la misma gama a la derecha y la nota de color del pañuelo al cuello a la izquierda

Aunque para otoñales, los ocres. Ya os veo ordenando el armario por colores, esto nos va a simplicar la vida muchiiisimo

A medida que sube la intensidad de los colores sube el atrevimiento, así como la dificultad para que no se maten los tonos. Los dos piezas serán la apuesta segura para salir vencedoras de la apuesta

Y el total black de toda la vida. Hemos tenido negro en verano, pero winter is coming y comienza su reinado. A cruzar al lado oscuro.

Que ojo, también puede ser total white. Se acabaron los quebraderos de cabeza a la hora de elegir modelito para la oficina

¿Sois mujeres de un solo color o preferís la poligamia (colorísticamente hablando, claro)?

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Al mismo tiempo que estrenamos mes, Mango nos regala su nuevo lookbook, cumpliendo su promesa de actualizar con un nuevo trend cada treinta días (de hecho ya corre la cuenta atrás para la próxima entrega). Esta vez el título es Soft Minimal, aunque también le podían haber puesto black & white, porque no salimos de esos colores. Minimalismo con toques lenceros, trajes de chaqueta con acabados de puntilla y vestidos de punto son las bases de esta nueva entrega que tampoco me va a hacer correr a la tienda a por ella, pero algo podremos aprovechar.

El nuevo traje pierde rigidez con sandalias de plataforma y jerseys anudados a la cintura, perdiendo en ocasiones centímetros hasta rozar los cropped flare pants (estilismo solo apto para oficinas muy modernas)

Como os adelantaba, monocronismo total con ausencia absoluta de los estampados. A mi es que tanto minimalismo como que me deja a medias, siento que estoy a medio vestir

Duelo de vestidos: lencero total (una combinación de las que usaban nuestras abuelas) vs. maxi vestido de punto (largo hasta los pies) que veíamos el pasado viernes en la compra de la semana.

Un lookbook más los amigos de marketing nos hacen la trece/catorce repitiendo estilismo visto de distinta forma… Lo peor es que casi ni nos damos cuenta.

Como todo, el minimalismo en pequeñas dosis tiene su efectividad, pero si optamos por total look hay que ponerle mucha actitud al asunto para que el resultado pase de lo sofisticado a lo aburrido.

Zapatos de cabecera: las susodichas sandalias de plataforma o las ya pelín cansinas sneakers blancas (de hecho hoy he leído un artículo que dice que hay que pasarse YA a las negras).

¿Qué os parece el minimalismo-sporty-lencero de Mango?

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Como os he comentado muchas veces, esto de la caza de clones funciona como jugar a buscar las parejas en las cartas con toda la baraja boca abajo en la mesa. Tienes que recordar dónde has visto eso antes y hay veces en las que, aunque lo tienes delante de tus ojos, no lo identificas. Y me ha vuelto a pasar. Con un Pull&Bear a 50 metros de mi casa, creo que he visto casi a diario, en su escaparate, el abrigo-poncho que me envía Mary M. Que le ha dado la vuelta a la carta y ha encontrado la pareja: este otro de la colección de Chloé para este invierno. El clon cuesta 29,99 euros; el original, 2.720 euros.

Tenemos nueva cazaclones en la oficina, porque Mary se ha puesto las pilas y me ha enviado algún que otro hallazgo más. Auténticos clonazos como este de las Leo de Isabel Marant que se han marcado en Mango, que prácticamente solo se ha molestado en cambiarles el color. Los originales cuestan 340 euros; los mangueros, 49,99 euros.

Seguimos con Mary y con Isabel Marant, aunque cruzamos la acera hasta Zara. Un clásico de la firma francesa, los Ashes, que los amigos zareros han versionado haciendo su particular juego de las siete diferencias. Los de Marant cuestan 650 euritos de nada; los made in Amancio, 79,95 euros.

No podía faltar la colaboración de nuestra querida Rosa H., que ha visto como los diseñadores zareros han hecho, a su manera, realidad una de nuestras peticiones cloneras. ¿Recordáis el vestido de terciopelo y encaje de Chloé? Pues han cambiado el terciopelo por efecto ante, han sido poco espléndidos con el encaje y aquí está el resultado. El de Zara cuesta 39,95 euros.

Y una también ha hecho los deberes. Cuando te pones a repasar una marca que no frecuentas mucho suelen aparecer los clones, y con Cortefiel no iba a ser menos. Para estrenarse en esta temporada, shorts con botones decorativos que recuerdan sopechosamente a estos otros de Chloé. Los originales los encontramos en Net-a-porter por 560 euros; el clon, 39,99 euros.

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