Locos por la moda

O casi que habría que decidir cuántos nos hacemos, porque el agujereo masivo de la oreja es otra vez tendencia. Un signo de rebeldía de mi adolescencia con el que confieso que nunca me atreví pero en el que ahora, en plena pre-crisis de los cuarenta, he caído. Deseando estoy que pase el tiempo de cicatrización para poder cambiar el que me pusieron para hacerlo! No voy a decir que a mi madre le haya encantado la idea, pero es que ella no entiende mi pre-crisis.

Porque llevar uno, dos, tres… y hasta que la oreja dé es súper tendencia. Celebrities, instagrammers e it girls juegan al multi earring, en ocasiones con pendientes de verdad y en otras con earcuff.

Que esto de colocarse los pendientes en la oreja tiene su ingeniería, pero tienen la fuerza de sustituir a un maxi pendiente incluso en la alfombra roja.

Así que después de mucho pensarlo, allí que nos lanzamos C., M. y yo, las tres con la pre-crisis, que ya os lo digo yo, dispuestas a  entrar en el mundo piercing. Y aunque servidora por ahora solo se ha atrevido con uno extra, pero por ahí me están tentando para repetir…

El objetivo: un pendiente en el cartílago. Aunque cuando fuimos a hacernos el segundo, el chico del estudio de tatus nos comentó que este dolía un poco más, ya que al fin y al cabo era un piercing de verdad y no iba con pistola sino con aguja (en el lóbulo son realmente pendientes, no piercings). No sé si alguna que haya pasado por la experiencia podrá darme el empujoncito que me falta o quitármelo definitivamente de la cabeza.

Aunque parece que el piercing del momento, con el permiso del diamantito en el cartílago, se llama daith y se encaja en ese huequito que véis. Y no sé, pero eso tiene que doler seguro.

Así que mamá, tranquila que ahora si no llevas más de un pendiente no eres de fiar. Incluso una de las insignias del movimiento pijil, Aristocrazy, se ha metido en arenas con una línea de diamantitos que eso si, son pequeñitos pero diamantes, y se mueven en precios en torno a los 200-300 euros.

¿Qué os parece el retorno de las orejas llenas de pendientes?

¿Valen los de pega o hay que ser valiente y pasar por el trance agujero?

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Llevan pululando por las orejitas de las más avanzadas algo más de un año, y desde hace unos meses, se han convertido en virales en Instagram. Por algo tienen todos los ingredientes para convertirse en objeto de deseo: aparentemente sencillos pero efectivos, parecen comprado en el chino de la esquina pero cuestan más de 300 euros… Con todos ustedes, ¡Les Bonbons!

La fórmula es así de fácil: una cadena de bolas en tamaño creciente, del mismo color o en distintos tonos, de aspecto contundente pero peso ligero. Así son los pendientes de moda, firmados por la diseñadora Rebecca de Ravenel.

La verdad es que son ideales y sientan genial, ¡de hecho podrían pasar por pendientes de flamenca! Funcionan genial tanto en la alfombra roja como en estilismos informales, y el juego de colores los convierte en el mejor complemento de cualquier estilismo.

Una de las últimas en apuntarse ha sido Selena Gómez, con la versión de bolas pequeñas en variaciones del mismo tono

Hasta Jenni ha abandonado sus eternos aros por Les Bonbons. El estilismo de Priyanka Chopra ¡simplemente me encanta!

Leandra Medine fue una de las primeras en darle su bendición a los pendientes, y ya sabemos que lo que dice Man Repeller va a misa!

Si tuviera que elegir, me gustan más con pelo suelto que recogido, lucen muchísimo más

Aunque la que es guapa lo defiende de cualquier manera

Los originales los firma Rebecca de Ravenel y los encontramos en Moda Operandi por 318 euros la versión sencilla y 762 la deluxe con piedrecitas de colores.

Aunque tranquilas, que en Etsy los encontramos desde 16 euros…

Y en Sfera ya vimos un primer intento de clon ayer…

¿Qué os parecen? ¿Le pedimos un clon a Amancio en condiciones?

¿O son de hortera de bolera sin remedio?

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Resistencia y rebeldía. Es el simbolismo de los alfileres o imperdibles en la estética punk. No sabemos si era la intención de Balenciaga cuando los ha convertido en el pendiente de moda, pero sobre todo, en el más clonado. Tampoco era difícil, aunque tampoco vale con abrir el costurero y colocarse el primero que te sobró de la etiqueta de Massimo Dutti y que guardas para esa blusa que se abre demasiado. Aunque a veces lo parezca.

Afortunadamente los que tenemos en las tiendas son más pequeños, más en la onda punk, aunque también hay sitio para los XL, como estos de Mango que cuestan 5,99 euros.

Tamaño intermedio el de Pull&Bear, aunque creo que la gracia está en que sean a lo grande o pequeñitos. Su precio, 4,99 euros.

Los de Zara vienen en pack, aunque del lote nos quedamos con los imperdibles en cuestión (en dos tamaños) y el que cuelga de la argollita. Este costurero de bolsillo cuesta 9,95 euros.

También en pack vienen los de Stradivarius, acompañados de argollas para la nariz y pendientes cadena. Y todo por 5,95 euros.

Y si eso de que un imperdible traspase tu oreja te da un poco de yuyu, en Asos tenemos la forma de hacer trampas. Pendientes de toda la vida con forma de imperdible que cuestan 5,33 euros.

¿Sumarse a la estética punk es una moda o una actitud ante la vida?

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Han conseguido desbancar a los collares como complemento protagonista en el apartado joyerío. Se acabaron los maxicollares, y ante el empacho de los chokers, los pendientes piden la palabra. El tamaño sí importa y cuanto más grandes. mejor. Y si el estrás y los cristalitos de colores te saturan, estás de suerte porque estos son los del momento: los de bola con cadena.

Que mejor decir fall ball. porque eso de bola colgando suena regular. No sé si os habéis fijado, pero están en todas las tiendas. Es hora de que captemos el mensaje. Investigando en el street style, los que parten la pana son estos con dos esferas, una más grande que otra. Y tengo versión low cost la mar de fiel a la original: es de Sfera y sólo cuesta 4 euros (no olvidéis que la colonia hay que echársela antes, por eso de que no se pongan verdes).

En Zara tenemos una versión más discreta, con su perlita y la cadena más corta. Lo cual se agradece porque los otros tienen pinta de ser súper prácticos para hablar por teléfono o autolesionarte si dices que no con más vehemencia de la cuenta. Los zareros tienen un precio de 9.95 euros.

Cuando los vi en la tienda me horrorizaron un poco, pero una vez digeridos, tienen su punto. Además, son un clonazo, pero lo dejo para el lunes. Son los pendientes bola-pompom de Mango, que cuestan 9,99 euros.

Segundo momento confesiones. Los siguientes me horrorizan un poco pero porque me recuerdan a los pendientes que ha llevado la señora del telediario durante los últimos cuarenta años. Si, los de Ana Blanco. Quien iba a decirle que iba a ser una visionaria. Ahora, seguro que los suyos eran buenos. Para nosotras, la bisutería. Estos son de Parfois y cuestan 7,99 euros.

Y para terminar, un clonazo. Tenía localizados estos de Topshop con la argollita y la bola, y resulta que son calcaditos a estos de Isabel Marant. Los de la francesa cuestan 120 euros. Los ingleses, 13 euros.

Tomemos una decisión: ¿le damos bola a los pendientes bola?

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Será de ver a Malú cada lunes en La Voz con ese vestido azul con dobladillo sospechoso, será de ver a Daría en cada esquina posando para H&M con su maxi dress, que me da en la nariz que los bajos asimétricos (ya sea en vestidos largos o cortos o en los tops) se van a llevar esta primavera. Otro regreso a 1995 para nuestra colección que seguro que veremos y mucho en la calle esta temporada.

Porque así como quien no quiere la cosa, la tendencia se está colando en prácticamente todas las marcas, empezando como siempre por Zara, donde encontramos este maxivestido de manga corta que no está nada mal. Su precio, 69,95 euros.

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