El pelo de la barba no es igual que el de la cabeza, por eso precisa de unos cuidados especiales y de ellos hablé este sábado en “Las piernas no son del cuerpo“, el programa que presenta los fines de semana Juan Luis Cano en Melodía FM.
Poco a poco los hombres le vamos cogiendo el gusto a esto de los cosméticos. En el año 1990 solamente un 4% de los españoles se los aplicaba con regularidad; en cambio hoy somos más del 50%. A estas alturas del partido tenemos más que controladas rutinas como la limpieza diaria, la exfoliación pre-afeitado o la importancia de la hidratación. Otros, como la depilación o las mechas capilares, sin ser masivos son muy habituales. Pero existen determinados productos con los que todavía no nos atrevemos, tal vez por prejuicios, tal vez por desconocimiento, y que ya va siendo hora de hincarles el diente. Aquí os traigo tres:
–Laca de uñas. Da la sensación de que las manicuras son territorio exclusivo del género femenino y que la masculinidad solo puede manifestarse a través de unas uñas de luto y poco cuidadas. Este disparate es algo propio de nuestra generación, ya que nuestros abuelos aprovechaban la visita semanal a la barbería para hacerse también la manicura. Así que esto de llevar las manos en perfecto estado de revista no es nada nuevo. Si quieres recuperar esta sana tradición, empieza con Nails for Males (12,90 €), de Orly, un esmalte de tratamiento que, además de cuidar, proporciona un acabado semimate de lo más distinguido. Y del color ya hablaremos otro día.
–Autobronceador. No es fácil encontrar en un neceser masculino una crema con un toque de color. No sé si será porque lo vemos como un producto de maquillaje encubierto, y eso nos echa para atrás, o porque nos da miedo que el moreno se transforme en un tono naranja Trump de la noche a la mañana. Para ir conociendo el terreno, pero sin tirarnos de cabeza a la piscina, Clarins Men han desarrollado Booster Bronzant (28 €), una fórmula que combina propiedades autobronceadoras con un complejo energizante que tonifica la piel. Mezcla tres gotas con tu crema de tratamiento diario y notarás cómo tu piel se va bronceando progresivamente.
–Mascarilla. La inmediatez que los hombres le exigimos a la cosmética nos impide disfrutar de otros tratamientos que requieren más tiempo, como las mascarillas. Por eso, desde aquí os invito a que cambiéis el chip e invirtáis un cuarto de hora a la semana en vuestra piel. Y nada mejor que la Mascarilla intensiva purificante de arcilla (53 €), de Tom Ford for Men, para que descubráis los beneficios físicos y psicológicos de la slow beauty. Aplícala sobre el rostro, déjala actuar durante 10 minutos y retírala con agua templada. Verás cómo la fórmula se vuelve gris claro al extraer el exceso de grasa, la suciedad y las toxinas acumuladas en los poros.
Los envases de gran capacidad y el neceser veraniego se llevan igual de bien que Donald Trump y el sentido común. Vamos, que no se pueden ni ver. Y es que a la hora de preparar la bolsa de aseo estival lo importante es aligerar peso para que el equipaje no se convierta en un lastre que nos arrastre hasta el fondo del mar. Las fórmulas multifunción, los formatos pequeños y la cosmética en monodosis son las mejores opciones para no sobrecargar la maleta. Por eso, cuando mi cuñado me propuso unirme a su loco combo de treintañeros fiesteros y navegar en velero por el Mediterráneo durante un fin de semana, enseguida supe qué tenía que meter en la mochila.
Lo primero, un solar en stick, resistente al agua y con filtros de amplio espectro, como este Sun Soul SPF50+ (19 €), de Comfort Zone. Es perfecto para proteger las áreas más sensibles, como la nariz, las orejas, los empeines o el contorno de los ojos. Precisamente, la piel de esta zona es la más fina de todo el cuerpo, por lo que no está de más aplicar un producto específico que la hidrate, la refresque y la calme. Al rescate llega el nuevo Aquapower Eye De-Puffer (21 €), de Biotherm Homme.
Durante la travesía, la mayor parte del tiempo se pasa en cubierta donde la exposición al viento y al sol es constante. Así que los labios también son territorio peligroso. El bálsamo labial PC4Men SPF50 (13,10 €), de Paula’s Choice, es un gran aliado porque, además de nutrir en profundidad, protege de los rayos UV. De efecto mate, no tiene sabor ni brillo ni color. Y, en cuanto el sol se esconde, llega el momento de los cubatas y la reparación.
Pero en lugar de llevarme el bote de dos litros de aftersun, que está muy bien para vacaciones en tierra, me he decantado por la comodísima mascarilla en velo Bio Enzymes After Sun (9,95 €), de Talika. Realizada en bio-celulosa, una fibra natural obtenida por nano-biotecnología y 100% compatible con la piel, es capaz de retener una alta cantidad de activos y optimizar su eficacia y su difusión. Déjala actuar entre 15 y 30 minutos y, cuando la retires, masajea suavemente el excedente de suero. En definitiva, que no hace falta viajar con el baúl de la abuela para tener a mano todo lo necesario.
Los tecnotorpes somos los verdaderos outsiders de esta sociedad que, vista desde el espacio exterior, no es más que un interminable océano de cables, enchufes, cargadores y memorias portátiles. Por eso, los que no hemos sido bendecidos con el don de la tecnología, celebramos las pequeñas victorias como si fueran el acontecimiento del siglo. Basta presionar el botón de on y que el aparato en cuestión se encienda para montar una fiesta de tres días con sus noches en la que no desentonaría ni el mismísimo Charlie Sheen de subidón. Pero incluso el más negado, como el que firma estas líneas, reconoce que el binomio tecnología-belleza es un acierto se mire por donde se mire. Hoy os traigo tres ejemplos que lo demuestran.
Philips acaba de presentar la nueva Serie 3000 que, a cambio de una inversión muy razonable (73 €), proporciona un afeitado cómodo y apurado. Su sistema de cuchillas de perfil redondeado permite que la afeitadora se deslice sobre la piel sin cortes ni fricción, mientras que los cabezales Flex, que se mueven en cuatro direcciones, se adaptan perfectamente a los distintos volúmenes de la cara. Además, cuenta con un cortapatillas desplegable la mar de práctico y una batería integrada con autonomía de 50 minutos.
Por su parte, BaBylissMen ha desarrollado Le Beard Designer (200 €), un barbero de última generación y de alta precisión que hará las delicias, tanto por su diseño como por su tecnología, de hípsters, lumberjacks y demás tribus urbanas que han hecho del vello facial una forma de expresión. Esta innovadora herramienta incluye control de la altura del corte mediante pantalla LED (desde 0,2 a 12 mm) y una batería de litio con 40 minutos de duración. Versátil y de fácil limpieza, puede usarse también bajo la ducha.
Y para los que gustan de arreglarse la melena en casa, Taurus lanza Mithos Titanium (20 €), un cortapelos con cuchillas de acero inoxidable recubiertas de titanio de alta calidad que garantizan una precisión milimétrica. Con la palanca lateral se regula el corte y los cuatro peines guía permiten jugar con los distintos largos. Y lo mejor de todo es que estos tres aparatos son tan fáciles de utilizar que hasta los tecnotorpes más contumaces hemos sido capaces de hacerlo. ¿Lo celebramos?
En el final de la temporada futbolística, los colchoneros nos vemos en la obligación de extremar los cuidados cutáneos. Queramos o no. Y es que cuando aseguramos que nos dejamos la piel por nuestro equipo, lo hacemos de manera literal. Los nervios, el sufrimiento y, en general, el estrés y la ansiedad (síntomas todos que conoce a la perfección la familia rojiblanca) pueden manifestarse físicamente con la forma de acné, psoriasis, alopecia, rosácea, etc. La psicodermatología es la disciplina que se encarga de estudiar los efectos de las emociones sobre la piel, siguiendo la filosofía vital del “mens sana in corpore sano”. Cuando nos pitan un penalti en contra, me sale una arruga nueva. Y lo mismo me pasa si la pena máxima es a favor. Cuando el rival tiene una clara ocasión de gol, noto cómo pierdo colágeno y elastina por un tubo. Y si el árbitro nos expulsa a un jugador, la frente se me llena de granos. Bueno, ya os hacéis una idea de cómo va esto.
Por eso, he acudido a Kinet (centrokinet.com), uno de los centros de belleza donde realizan en España el tratamiento Unstress (90 min/80 €), de Christina Cosmetics, para ponerme en manos de María Jesús Olivencia, la formadora de la marca. El protocolo consta de nueve pasos en los que se utilizan otros tantos productos y cuyo fin último es devolverle a la piel el equilibrio perdido por culpa del estrés. Para ello, las fórmulas se elaboran con la concentración óptima de ingredientes altamente activos que nutren e hidratan en profundidad. Además, contienen un lactobacilo pro-biótico que protege el ADN celular y refuerza el sistema de defensa de la piel. Como lo mejor es que lo disfrutéis en propia piel, no os lo voy a espoilear. En el teléfono 915 124 249 os informarán sobre el centro más cercano. Pero sí os adelanto que vais a flipar con los beauty globes, unos masajeadores de vidrio soplado a mano que son de traca. Ahora solo me falta encontrar un salón de belleza en Milán, cerca de San Siro, y a sufrir un poco más.
La Semana Santa es uno de los dos periodos del año en el que los madrileños de pura cepa disfrutamos de verdad de la capital. (El otro es el mes de agosto). O por lo menos es lo que nos decimos los que, por un motivo u otro, no hemos podido coger unos merecidos días de asueto y seguimos aquí al pie del cañón. “Madrid sin tráfico es la mejor ciudad del mundo”, “qué gusto da aparcar a la primera”, “en los bares te atienden enseguida”, “he podido sentarme en el Metro” o “no hay que esperar cola para ir al museo” son los mantras que repetimos para convencernos de que el gris asfalto gana por goleada al azul marino. Pero que no hayamos podido facturarnos destino a la playa no significa que hagamos penitencia encerrados en casa. Antes al contrario, nos echamos a las calles a la conquista de las terrazas, que son los chiringuitos urbanos, y aguantamos allí sentados a la mesa, chupa en ristre, hasta que el último rayo de sol marca la hora de plegar velas. Y así, entre torrija y torrija, redescubrimos el corazón de esta villa nuestra, tan acogedora como cruel.
Tanto para los que se han ido como para los que nos hemos quedado, traigo hoy tres novedades cosméticas de mucho nivel. Empezamos por SA.AL&CO, una marca austriaca de nuevo cuño concebida por y para hombres, que vende en exclusiva Laconicum. Me gusta porque cada producto está numerado ya que la producción se realiza en pequeñas cantidades, lo que acorta el tiempo entre el empaquetado y el punto de venta. De esta manera, se mantiene la eficacia de los ingredientes que, además, son todos orgánicos y naturales. Prueba su Hidratante Intensa (32 €), con ácido hialurónico y aceite de girasol, y ya me dirás. Por su parte, la mítica Spicebomb de Viktor&Rolf presenta Barbershop, un ritual de afeitado inspirado en la barbería tradicional. De los tres productos que lo componen, me quedo con la Crema de afeitar sin espuma (35 €) que facilita el deslizamiento de la cuchilla, reduciendo así la irritación y la tirantez. Y para finalizar, el Fluido antiedad revelador de juventud y energía Nuxellence, de Nuxe Men (34,90 €). Es un tratamiento de nueva generación formulado con cuatro patentes que alisa, reafirma y revitaliza en un solo gesto. Como veis, y en plena Semana Santa, mi piel está más contenta que unas pascuas.
