Mis nuevas actividades deportivas, por La Chica de la Ciudad
Desde hace unos meses me he pasado a la vida sana (tampoco en exceso que no es bueno) pero me gusta empezar el día haciendo algo de deporte y he…
Desde hace unos meses me he pasado a la vida sana (tampoco en exceso que no es bueno) pero me gusta empezar el día haciendo algo de deporte y he…
Hace apenas unos meses el cocinero Dani García abrió sus puertas a un espacio divino que él llama “chiringuito urbano”. Esta en plena milla de oro de Marbella y se llama “Lobito de Mar”. Un restaurante en cuyo equipo no faltan el arrocero y el espetero.
Cuenta con dos zonas diferenciadas, una de barra y otra de mesa. La primera para un tapeo y picoteo informal y la segunda de cocina tradicional. Todo delicioso.
Y también en Marbella, concretamente en la calle Ortega y Gasset, 87, se encuentra “Peperoncino”, un italiano que, para mí, es el mejor del país. Daniela, su dueña, una romana divertidísima, se reinventa constantemente y hace que comer allí se convierta en un auténtico placer.
Este año ha dispuesto un rincón para hacer pizzas gourmet, y ver al cocinero, también italiano, con las manos en la masa mientras las prepara es todo un espectáculo. Años yendo allí a disfrutar de la comida y el amor de Daniela.
El primero es el del escritor argelino Yasmina Khadra autor de “La ecuación de la vida”, una de las novelas más impactantes que he leído en los últimos años. El talento de este autor es inmenso. Cómo cuenta la transformación de un europeo que se enfrenta a un mundo completamente desconocido te hace plantearte la vida como nunca antes lo habías hecho. Imprescindible.
El segundo de los nombres para recordar es Marta K. Así se llama la marca cosmética creada por Marta Kaufmann, una madrileña afincada en Santander que ha desarrollado una serie de productos artesanales, orgánicos, biocompatibles, veganos y basados en los principios de sostenibilidad medioambiental.
Cada producto combina los conocimientos tradicionales en el uso de aceites esenciales, ceras vegetales y arcillas con los conocimientos científicos actuales y las mejores técnicas de elaboración artesanales. Los podéis encontrar tanto en su tienda (calle General Dávila, 56. Santander) como en su web (www.martakaufmanncr.com). Merece la pena.
Y por último os quería enseñar uno de mis últimos descubrimientos. Se trata de Iglup, un vino que se presenta como una bebida para jóvenes que tienen entre 18 y 30 años y aunque yo ya he sobrepasado esa edad me tiene fascinada. Además tiene aguja (y soy muy fan de las burbujas) y en su etiqueta aparece… un pingüino. Es de la marca Grandes Vinos (DOP Cariñena) y de momento se comercializan dos versiones: White y Rosé. Se toma muy frío, tiene una graduación baja (4,87%), se presenta en botellines (como las cervezas) y no lleva ni colorantes, ni conservantes ni gluten. Cada botellín cuesta dos euros y se pueden encontrar en su web (www.grandesvinos.com/marca/iglup_11.html)
Feliz semana!!
La semana pasada las periodistas de belleza celebramos un aniversario muy especial, el vigésimo quinto de L’Eau d’Issey, una fragancia que se ha convertido en un icono indiscutible de la perfumería y al que nos hemos referido en este blog en numerosas ocasiones. Con motivo de su 20 cumpleaños, por ejemplo, Itziar Salcedo le dedicó un post muy especial “Veinte años no es nada”, cuya lectura os recomiendo.
Muchas seguro que lo conocéis pero para las que no os diré que su lanzamiento marcó un hito en la historia de la perfumería. En 1992, cuando vio la luz, los perfumes eran opulentos y ostentosos, el diseñador japonés decidió crear una fragancia que reflejase el aroma del agua en la piel de la mujer. Así de simple… o de complicado. Según se mire. Y lo logró gracias a Jacques Cavallier que transformó la idea de Miyake en una refinada composición en la que combinó la humedad y el aroma del loto con la fresia, la peonía y el lirio blanco con un toque de clavel picante, madera y Osmanthus. Miyake y Cavallier abrieron el camino de las fragancias acuáticas. L’Eau d’Issey fue la primera pero su estela fue seguida por muchos.
Para celebrar esta fecha tan especial, los responsables de la marca en España organizaron un cumpleaños muy especial en el que el agua, como no podía ser de otra manera, fue la gran protagonista. Con un menú de 10 platos diseñado por Angel Léon, el Chef del Mar, os aseguro que disfrutamos y mucho de este aniversario. De la decena de platos que degustamos, y aunque me gustaron todos, os recomiendo que si vais a su restaurante A Poniente, no dejéis de pedir sus peculiares matrimonios de boquerón y anchoa envueltos en una lámina de calabaza que hace de empanadilla; las sardinas asadas sobre brasas de aceitunas que van sobre un cracker y asado de berenjenas; las caballas marinadas sobre cremoso de jalapeños y pepinos encurtidos o su versión sobre el bocata de calamares (con forma de croqueta) y con un toque picante marroquí. Fue un espectáculo gastronómico, como merecía un perfume como L’Eau d’Issey.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer el Hostal Empúries y me fascinó. Fui con mi hija mayor (14 años) y juntas disfrutamos tanto de sus instalaciones como de su gastronomía y, por supuesto, de su emplazamiento. Situado entre las ruinas greco-romanas de Empúries (el único yacimiento greco-romano de toda la península) y el mar, y a medio camino entre L’Escala y San Martín de Empuries, pueblos a los que se puede ir dando un paseo a pie o en una de las bicis de las que dispone el hotel.
Precisamente el yacimiento greco-romano fue el germen de este hostal que se levantó en 1907 para dar de comer a los primeros arqueólogos que llegaron a la zona para excavar y recuperar los restos del yacimiento greco-romano y, más tarde, para alojarlos. Entonces el Hostal Empuries se llamaba Villa Teresita, nombre que, en homenaje a tiempos pasados, conserva el restaurante del hotel en el que el chef Rafa Peña ofrece una cocina de autor elaborada, moderna, ecológica y buenísima.
Hace ocho años, y tras un cambio en la propiedad y una serie de reformas, el Hostal Empuries decidió dar un giro en el negocio para convertirse en un referente del nuevo modelo de turismo que se va afianzando poco a poco en nuestro país: el Turismo Sostenible, basado en la responsabilidad social y ecológica. Allí el 100% de energía eléctrica que se consume proviene de fuentes renovables; en la construcción se han realizado cubiertas verdes que han permitido incrementar la vida vegetal y biodiversidad animal; en sus zonas verdes se han elegido especies vegetales de la zona con bajas necesidades hídricas que se riegan exclusivamente con agua de lluvia que se recoge de los tejados y con agua que reciclan de los baños y de la cocina; el fertilizante de las plantas es la materia orgánica que genera el restaurante… Por todo ello y muchos más detalles es el primer hotel de Europa con certificación Leed Gold.
Pero es que además es bonito. Conserva detalles de la construcción original que se integran perfectamente con los espacios más modernos. Sus 53 habitaciones (con vistas al mar o al jardín) son confortables y originales. En la mía, con vistas al mar, podía ver el agua desde la bañera gracias a que el espejo del lavabo se abría como una ventana para disfrutar de las vistas. Eso sí, no hay amenities pero si dispensadores de productos ecológicos. Y un detalle importante, cuentan con habitaciones familiares (para cuatro personas). El hotel no tiene piscina al aire libre, para qué si está a pie de playa, pero si dos cubiertas, una de chorros y otra para nadar en su spa donde pude disfrutar de un estupendo masaje realizado con productos ecológicos que me dejó nueva.
Sin duda, un lugar para repetir con una terraza frente al mar de esas en las que te quedarías a vivir.
Más info: www.hostalempuries.com/es/
Fotos: Hostal Empúries y Belleza en Vena
En los últimos años ir a un hotel chic a tomarse una copa o cóctel es una tendencia en alza. Esta moda la hemos incorporado de los países anglosajones y cada vez son más los hoteles que dan mucha importancia a la zona de su bar-lounge. Mis 4 favoritos en Madrid son:
ONLY YOU HOTEL http://www.onlyyouhotels.com
Me encanta su decoración, cuando entras parece que estás en París. Puedes elegir entre tomarte algo en su bar de madera o en la sala de lectura mirando a la chimenea.
Dónde: Barquillo, 11.
URSO &SPA HOTEL https://hotelurso.com/
Acaba de abrir sus puertas hace apenas un mes y ya es punto de encuentro para tomar un café o una copa vino en su espectacular hall. Papel pintado de aves que te transportan a la ruta de la seda; sofás de terciopelo que te recuerdan a los maravilloso años 20 y un servicio impecable. No se puede pedir más.
Dónde: Mejía Lequerica,1.
HOTEL SIETE ISLAS http://www.hotelsieteislas.com
Es el más hipster de los cuatro, ubicado en la zona de Ballesta también llamada “el SOHO de la capital”. Decorado por el espacio Kike Keller, del que ya os hablé hace unas semanas, os recomiendo pedir su cóctel siete islas que contiene una fórmula mágica de ginebra, plátano y menta fresca.
Dónde: Valverde, 14.
HOTEL DE LAS LETRAS http://www.hoteldelasletras.com
En plena Gran Vía, su bar “bocablo” con una decoración moderna y cuidada, cuenta con un perfecto ambiente donde se entremezclan locales y extranjeros disfrutando, por igual, de una amena tarde. Si os sobra tiempo, os recomiendo cenar en el restaurante de Paco Morales.
Dónde: Gran Vía, 11.