Una socióloga explica las 5 tradiciones que no quiere en su boda y su discurso se vuelve viral
Miriam Jiménez Lastra afirma que no se casará de blanco y que no desea que su padre la lleve al altar, entre otras cosas
Las bodas están repletas de tradiciones y actos que se consideran como casi obligatorios. Desde lucir un vestido de color blanco hasta la costumbre de que el novio pida la mano de la novia al padre de la misma, estas costumbres se hacen en la mayoría de los enlaces sin plantearse sus orígenes. Sin embargo, la socióloga Miriam Jiménez Lastra afirma que ella no quiere contribuir en algunas de ellas el día que pase por el altar por diversas razones. La joven, que también es politóloga y escritora, tiene más de 50 mil seguidores en su perfil de Instagram y su discurso en torno al tema se ha vuelto completamente viral.
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Estas son las 5 tradiciones que Miriam no quiere seguir en su boda
Lo primero que no quiere Miriam cuando vaya a casarse es que le pidan la mano ni a ella ni a su madre. Tal y como afirma, le parece un acto machista “que demuestra que las mujeres hemos sido propiedad privada a lo largo de la historia que ha pasado de padres a maridos”. Por el mimo motivo, la socióloga explica que no desea que su padre la acompañe al altar ni la entregue a su marido. “A mí mi padre no me tiene que llevar a ningún lado ni entregarme a nadie”, afirma.
Por otro lado, la joven confiesa que no quiere un anillo y tampoco quiere vestirse de color blanco. “Los tiempos han cambiado,” señala. La idea de la joya la relaciona con una forma de pagar por la virginidad de una mujer en sus orígenes, por lo que descarta hacerlo en su compromiso. La tonalidad del vestido, por su parte, asegura que no le representa. Por último, Miriam no quiere que su novio la espere en el altar. A pesar de que le encantan los vídeos de los hombres emocionados esperando a su futura mujer en el altar, no lo quiere para ella ya que le parece algo injusto.
A pesar de sus críticas, la politóloga deja claro que cada una es libre de hacer lo que desee sin ser juzgada.