Locos por la moda

Al grano. Así podemos definir la forma que ha tenido Mango de introducirnos en su nueva temporada. Nada de editoriales artísticos ni fotos de medio lado. Un repaso a los esenciales de la nueva temporada. Que no haya lugar a duda. Así que… tomemos nota.

1. The black suit

El básico de los básicos, el esencial de fondo de armario que a muchas todavía nos falta… y parece que el otoño 2018 va a ser el momento de hacerse con uno.

2. The tie-neck blouse

Ya sabéis mi adicción a los tops blancos en general y con un toque especial en particular, así que esta blusa con lazo al cuello va directa a mi wishlist.

3. The handmade coat

Porque las tendencias vienen y van, pero un BUEN abrigo nunca pasa de moda. Cómodo y apto para cualquier ocasión, desde ir a la oficina a un look de noche. Lo que viene a ser un esencial.

3. The eco skinny jeans

¿Qué más le podíamos pedir a unos vaqueros? Que sean ecofriendly. Jeans orgánicos que ponen tu granito de arena a la moda sostenible.

4. The effortless jumpsuit

Hace unos meses lo llamábamos boiler suit. El mono del trabajo se convierte en tu arma secreta para darle un nuevo aire al momento working girl.

5. The leather bucket/the new flare

Porque este otoño el bolso, si tipo saco, dos veces tendencia; y el adiós al pitillo nos sorprende con un elemento inesperado: el largo cropped.

6. The little black dress

En este repaso a los esenciales versión otoño 2018 no podía faltar el LBD, que luce así de bien con unas botas altas de tacón. Menos es más…

7. The upgrade knitwear

¿Quién dijo que los esenciales no podían tener un toque sofisticado? El cashmere nos trae el punto más gustoso; esenciales que nos hacen la vida fashionista más fácil.

8. The leather loafers/ The poplin shirt

Tenemos el traje de chaqueta negro, el LBD y… ¿qué nos falta? Efectivamente, la camisa blanca. Esa que tan secilla parece y tan difícil es de conseguir. A tus pies, unos mocasines de piel.

9. The refined coat

Los abrigos en agosto son todo un clásico, por eso en Mango insisten y añaden a la lista otro abrigo masculino deluxe: parece que este año la lucha contra el frío será más clásica que nunca.

¿Qué os parece la propuesta de esenciales de Mango para este otoño?

¿Qué quitarías y que añadirías?

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Es oficial: el neón ha sido autorizado para regresar. Unas veces puro fluorescente, otras intensamente brillante, esta primavera no es país para pasteles. En cuestión de color, hay que darlo todo. Y aquí tenemos diez formas de hacerlo.

1.En bolsos

Porque en temas de tanta intensidad, lo mejor es empezar poco a poco… Desde el bolso dentro de la bolsa de Céline hasta las limosneras, los bolsos de esta primavera te sacan los colores.

2. En tus zapatos

Porque el neón empieza por los pies, los zapatos se convierten en los protagonistas… y cuánto menos peguen con el resto del estilismo, ¡mejor!

3. En pantalones

Del omnipresente amarillo al rosa fucsia de toda la vida, si pensabas que la pareja de baile iba a ser una camiseta blanca… ¡error! A mezclar se ha dicho!

4. Sport

Que no chandalero. Y verás lo práctico que es cuando tus amigas tengan que buscarte en la playa o de festival… Donde se ponga una prenda neón, que se quiten las ubicaciones de Whatsapp.

5. En falda

Y mucho ojo que la tendencia se ha visto mucho en los desfiles para el próximo otoño… Y si, aqui te dejo que combines con la camiseta negra, pero a cambio tienes que meter otra prenda neón.

6. En vestidos

¿Hay algo que favorezca más que un vestido de color intenso cuando estás morenita? Si encuentra algo mejor, le devolvemos el neón.

7. En trench

Al mal tiempo… ¡gabardina neón! Porque lo del clásico beige es taann aburrido…

8. En jersey (amarillo)

Lo del amarillo ya lo tenemos asumido, así que solo tenemos que subirle un poquito el volumen de intensidad, trasladarlo a un jersey, y ya tenemos otra prenda de la temporada.

9. En botines

Al menos por aquí abajo a los botines le quedan días de vida, pero dado que la tendencia tiene visos de continuar, la idea no tiene fecha de caducidad próxima. Buena compra en las rebajas de verano de cara al otoño 2018.

10. En abrigos de verano

Con el neón hay que olvidarse de los básicos, y apostar fuerte por esas prendas con tanta personalidad que si las llevas dos días seguidos conseguirán que te bauticen como la del abrigo fosforito… Pero como dijo áquel: Ladran, Sancho, señal que cabalgamos.

¿Serán de neón las luces de esta primavera?

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Ohhh llega la semana más pastelosa del año! San Valentín está a la vuelta de la esquina (permitidme que no me emocione), y bueno, si hay que sobrevivir a ese día, al menos que el regalo sea un buen clon…

Que lo suyo sería que te regalen el original de Chanel, pero como nosotras somos muy campechanas y nada materialistas (por algo preferimos 10 zapatos de 60 euros que un par de 600), os querremos igual si nos regaláis el clon de Uterqüe. Con la fiebre glitter que invade a Lagerfeld era cuestión de tiempo que el zapato bicolor de la maison tuviera su versión brilli-brilli. El original cuesta 680 euros; el clon, 89 euros.

Sabía que tenía que ser un clon desde que lo vi en la web de Sfera, y gracias a @rosa_h_f mi vivo sin vivir en mi ha sido resuelto. Eso que podríamos definir como el bolso pañuelo de Céline. No tenemos precio del original, ni del clon, seguiremos informando.

A ver, unos tacones son más amor verdadero que un impermeable, donde vamos a parar, pero cuando se trata de un clonazo de Burberry, la cosa cambia. Los amigos de Mango se lo han currado a tope, aunque les ha fallado el detalle de la capucha, más tipo trench en el original. El de la firma británica cuesta 1.550 euros. El clonero, 69,99 euros.

Y en Mioh ya están de vuelta.  A través de su newsletter han divulgado las primeras imágenes de su nueva colección, con lo cual comienza mi reto particular cazaclonero. La primera muesca en el revólver, este kimono de Johanna Ortiz, que han versionado en lo que podríamos definir como un doble clon: estampado de la Ortiz SS18 y patrón de Attico AW17. El de la diseñadora colombiana cuesta 1.566 euros; el clon, 185 euros.

Así que ya sabéis… este San Valentín… ¡díselo con clones!

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El amor está en los pequeños detalles, y si hablamos de pelo, mucho más. Porque el faux fur es tendencia, es innegable, y si llevarlo en grandes dosis no está hecho para tí, tenemos la solución: puños de pelo… ¡fuera!

Mangas y puños de pelo, para dar un toque sofisticado a nuestra prenda exterior, porque si algo queda claro es que encima no podemos poner nada más. Todo empezó con esta chaqueta kimono de Zara, que llegó a casa ayer y que me tiene completamente desconcertada. Porque me gusta, pero es en sí misma inverosímil. Chaqueta fina con ese remate de pelo. Hace calor para el pelo, luego hará frío para la chaqueta. ¿Qué hago? Cuesta 39,95 euros.

Más razonable es la propuesta de Mango, que incorpora el pelo a una parka. Eso sí, el tono no es que sea muy discreto. Su precio, 69,99 euros.

En la misma línea, aunque con un pelo más… como más… Pitita. Es de Sfera y su precio, 69,99 euros.

Si lo de los puños te sabe a poco, también nos vale los apliques o las mangas 100% peludas. Como este jersey de Bershka, quizá un poco Caponata, pero que tiene su punto. Cuesta 19,99 euros.

Más contenida es la propuesta de Violeta by Mango, en esta sudadera con pelo combinado en dos tonos. Su precio, 39,99 euros.

¿Cómo lo veis? ¿Le doy una oportunidad al kimono peludo?

¿O es una prenda absurda en sí misma?

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La cosa se está poniendo peluda. O concretamente, este otoño. Abrigos de pelo, bolsos de pelo, apliques de pelo… y zapatos de pelo. Pero no pelo en plan 2016, que era tipo pompón, sino más oveja Dolly, como más peluche. Una auténtica locura que no tengo muy claro si triunfará en la calle, pero que ya está en todas las tiendas.

Comenzando por Zara, donde se han marcado un par de zapatos que bien podría calzarse la mismísima Minnie Mouse. En rosa ovejita, cuestan 39,95 euros.

En la misma línea están los diseños de Bimba Y Lola, que tiene sandalias y mules con este efecto. Las segundas son estas, que cuestan 118 euros.

Más largo, aunque igualmente rosado, es el pelaje de estos zapatos de Topshop, que tienen pinta de ser cómodos y calentitos, aunque como te metas en un charco… Su precio, 36 euros.

Dejamos el rosa peluchín y nos volvemos un poquito más sofisticadas con estas sandalias de Mango, en varios tonos, y que tienen un precio de 59,99 euros.

Y como el pelo también es deportivo, Bershka asume el reto con estas deportivas en blanco, la mar de limpias, que se quedan en 29,99 euros.

En mitad de esta tempestad de botas rojas, botas blancas y botines calcetín, ¿encontrarán su sitio los zapatos peludos?

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Hace un par de semanas repasábamos el mini editorial Pre-Fall de Sfera, y comentaba como la marca se había adaptado a los nuevos modos de producción pero sobre todo, de promoción, lanzando de forma constante nueva información desde su web. Y cumpliendo esta premisa, ya tenemos su campaña para este otoño. Que al igual del año pasado, se centra en sus prendas quizá menos comerciales pero que van a dar mucho juego desde el punto de vista clonero.

Fuseaux, trench armados y mangas XL… Tendencias que vimos el año pasado y que parece que continuarán este otoño.

¿Os suena la imagen de la izquierda? ¡Si! Son unos swepping floor pants! Si, los que había que arrastrar por el suelo. ya van llegando a las tiendas. Lo de la derecha puede ser raruno, pero @rosa_h_f los ha cazado: es un clonazo de Céline.

Porque Sfera ha continuado depurando su técnica clonera, y ha convertido a Balenciaga, Stella McCartney y Céline en sus musas.

Otro clonazo cazado por @rosa_h_f es este cuerpo, clavado a este otro de Stella McCartney

Por si nos quedaba alguna duda sobre los abrigos de pelo, tocará ser osito esta temporada, está confirmado. Y nuevo clonazo: este vestido rojo de cadenas había hecho saltar mis alarmas…

… y efectivamente, visto en el desfile de Balenciaga

Y lo que nos queda por descubir, porque aquí hay mucha prenda que huele a clon… Estos cuellos tan Lady Di, por ejemplo, esa falda metalizada, esos maxi pendientes que veíamos arriba… jum, esto hay que investigarlo.

Por no hablar de las panta-botas a lo Balenciaga del año pasado, o este bolso que tiene todas las papeletas para aparecer en el post de los lunes.

¿Qué os parece este ímpetu clonero de Sfera? ¿Y las propuestas de la nueva colección?

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La modelo rusa que dio a luz a su primer hijo, Lea de Seine Cooper, a principios de año, ya nos dejó en mayo a todos con la boca abierta cuando apareció espectacular sobre la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes, dejando claro por qué sigue siendo una de las modelos más solicitadas de la industria.

Y es que esta joven madre se recuperó del embarazo en pocas semanas y retomó su agenda enseguida, cumpliendo con sus numerosas actividades. Como también es habitual verla en plan instantáneas de paparazzis, cuando aparece de paseo, al lado del padre de su criatura, Bradley Cooper. En estas ocasiones Irina Shayk (31 años) nos deja visionar su estilo deportivo y casual derrochando el mismo glamour.

El caso es que su belleza natural siempre es noticia y, ahora, siguiendo los pasos de Sara Sampaio, que fue imagen de la colección primavera/verano 2017, ella es ahora la elegida como embajadora de la nueva colección de Blumarine.

La marca de moda italiana, que celebra este año su 40 aniversario, confió a los fotógrafos Luigi & Iango las imágenes de la campaña en las que se muestra el espíritu y la estética de la firma y pone énfasis en la sensualidad y el romanticismo de las prendas que componen la colección otoño/invierno 2017.

Irina se puso bajo la batuta del estilista Franck Benhamou, el casi siempre elegido por Blumarine para plasmar sus looks, la top hace alarde del glamour y sofisticación con un postureo ambientado en una mansión decadente de Nueva York, imaginariamente, abandonada a su suerte.

Posando de forma sugerente, vestida de cóctel y fiesta con diseños en color rojo, negro y hueso, con abrigos de día que ciñen su escueta cintura, estampados florales, blusa con lazo al cuello de aire vintage, tops profusamente bordados y enormes gafas de montura de pasta negra Irina luce un fabuloso rouge rojo. No cabe duda, Irina ha vuelto para protagonizar las grandes campañas de moda.

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Miembro honorario de mi lista de prendas que “siempre-me-gustan-pero-nunca-veo-el-momento-de-comprar-porque-pienso-que-no-voy-a-amortizarlas”, el kimono es una de esas tendencias que va y viene pero que últimamente está tardando más de la cuenta en irse. Ya hablé de ellos en el otro entretiempo, bautizándolos como Silk Duster Coat y es que nos viene de perlas para este tiempo que ni frío ni calor. O para sobrevivir al aire acondicionado, que en muchas oficinas y bibliotecas se sale del invierno para entrar en Invernalia.

Vale, o te encanta o te horroriza, y tienes que tener un poquito de actitud para llevarlo, pero personalmente muero de amor, así que caigo rendida a sus pies. Y personalmente, mejor liso que estampado.

Los vimos en las pasarelas, en Gucci en su versión más oriental y en Etro en la más hippy-chic

Cavalli le puso flecos y bordados, y Dries apostó por su vertiente más geisha.

Porque el kimono tiene un componente oriental evidente, que si se sabe sobrellevar bien, sin caer en el Restaurante Chino, es una pasada.

Se lleva igual de bien con pantalones y con vestidos, aunque si tuviera que elegir me quedaría con los primeros para el día y los segundos para la noche.

Este finde aprovechando el punte de Semana Santa he empezado a sacar ropa de primavera y han aparecido dos vestidos largos perfectos para llevar al modo kimono, como en la imagen de la izquierda. Pero lo mismo debería ser más purista y buscarme uno en condiciones… (pausa reflexiva). Lo consultaré con mi visa (porque con la almohada caigo seguro).

La pregunta es: ¿está el mundo preparado para que saquemos el batín a pasear? Yo creo que sí.

Y opciones en tiendas no nos faltan. Y de todos los precios, que tampoco hay que tirar la casa por la ventana.

Seguro que a todas os suena el estampado verde de Zara, que con pantalón a juego quizá resulte demasiado, pero por separado me encanta. Su precio, 59,95 euros. El negro, más tropical, cuesta 39,95 euros.

En Mango lo llaman caftán, pero viene a ser lo mismo. Bueno, puede que el de la izquierda un poquito más corto, pero kimono al fin y al cabo. De terciopelo, cuesta 29,99 euros. Mismo tejido que el color vino, al que veo como única pega que va a abrigar demasiado dentro de dos semanas (por no decir ya), al menos por aquí abajo. Su precio, 59,99 euros.

Rollo oriental en Stradivarius, con este kimono con estampado sobre fondo blanco que cuesta 25,95 euros.

Idealérrimo (así que ya sabéis, el más caro) es este de H&M, que bien podría haber salido de cualquier estilismo de street style. Cuesta 69,99 euros.

Ni blazer, ni perfecto ni chaqueta militar.

¿Le damos la titularidad en nuestro armario al kimono (largo)?

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