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La boda de Bárbara y Roberto: lluvia, diversión y mucho amor en un espacio único en Madrid

Bárbara y Roberto se conocieron en la playa en la que ambos veraneaban desde que eran niños. Su historia de amor comenzó en 2015 y ocho años después, el 2 de septiembre de 2023, se casaron en Madrid.

Nuestros protagonistas decidieron celebrar su boda civil en un espacio que les ofreciese alternativas para las diferentes etapas del gran día, desde la ceremonia al cóctel, el banquete y la fiesta. También querían que contase con un plan «B» de calidad, por si las primeras lluvias del otoño decidían importunarles, como así hicieron. Su idea era evitar desplazamientos a sus invitados y regalarles una ubicación accesible y próxima al centro de la capital. Villa Laureana fue el escenario perfecto para una boda mágica acariciada por la lluvia. Te contamos todos los detalles.

Novios abrazándose ramo de novia
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

El vestido de novia y los complementos

Bárbara eligió un vestido de novia de la firma Priam Paris que adquirió en la tienda Atelier de Bodas. En concreto, el modelo Aphrodite, de corte sirena y líneas sencillas y elegantes.

Preparativos novia
Fotografía: Setroimagen
Preparativos novia con madre de la novia y hermana de la novia
Fotografía: Setroimagen

Destacaban en él las plumas sobre los hombros y la elegante abotanadura a partir del escote trasero en uve.

Espalda de novia en uve
Fotografía: Setroimagen

Acompañó el diseño con unos zapatos plateados de tacón sensato de Menbur, con los que aguantó cómodamente toda la celebración.

Llegada de la novia a Villa Laurenana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

Respecto a las joyas, optó por pendientes y colgante de Joya & Diseño y brazalete de Swarovski, que acompañaron a su anillo de pedida de Suarez y a las alianzas de Argyor, adquiridas en la Joyería Escudero.

El ramo de flores, muy alegre con notas rojas, salmón y azul, lo realizó Yolanda Burgos, de Arte Floral.

Ramo de novia con vestido de plumas
Fotografía: Setroimagen

Por último, Laura Serantes, de Mg Beauty, se ocupó tanto del maquillaje, que destacaba la mirada y los labios de la novia, como del peinado, una cola de caballo con grandes ondas. Los adornos del pelo era de Bijou Brigitte.

El novio, la madrina y la madre de la novia

Roberto lució traje con chaleco, camisa blanca corbata crema de Suitsupply. También los zapatos eran de esta firma especializada en trajes de caballero. Completó su outfit con su alianza de Argyor.

Preparativos novio
Fotografía: Setroimagen

La madrina lució un vestido de Azalea Novias, que combinó con zapatos de Mimao y bolso de Brandelia.

Entrada del novio con madrina de boda en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

La madre de la novia eligió un mono de El Corte Inglés, que complementó con joyas de Joyería Escudero y zapatos de Laureano Ortiz. Ambas eligieron el color verde para acompañar a sus hijos en su gran día.

Padres y hermana de la novia
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

La ceremonia y la celebración

La boda tuvo lugar, de principio a fin, en Villa Laureana, un exclusivo espacio de celebración a un paso de Madrid y del aeropuerto de Barajas. Sus versátiles salones y sus más de cincuenta y cinco mil metros cuadrados de jardines lo convertían en el lugar perfecto para satisfacer los deseos de los novios.

Banquete de boda en salón de bodas de Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«Conocimos Villa Laureana porque estuvimos allí en una boda a la que asistimos como invitados un par de años antes de casarnos. En aquel momento ya nos gustó mucho el sitio y lo tuvimos claro a la hora de empezar a buscar el espacio para nuestro gran día. Nos atendió Consuelo y notamos desde el primer momento lo preparados que están para este tipo de celebraciones. Nos encantó el lugar y todo lo que ella nos propuso», explican los novios.

Equipo de Villa Laureana con los novios
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«Durante la organización nos surgieron dudas relacionadas con la decoración y Consuelo nos pasó el contacto de Grandes Momentos, que fueron nuestras wedding planners. Fue una de las mejores decisiones que tomamos, porque estuvieron pendientes de todo hasta el último detalle». 

Corner de limonadas Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«Nuestra boda fue en el Espacio Almudaina, un salón con un jardín precioso y habíamos previsto celebrar todo en el exterior excepto la comida. Pero justo el día en que nos casamos hubo una inundación enorme en Madrid, estuvo todo el día lloviendo sin parar y gracias al equipo de la finca y a las wedding planners, la ceremonia no tuvo nada que envidiar a la del plan A».

decoración para bodas al aire libre villa laureana
Villa Laureana
decoración para bodas al aire libre villa laureana
Villa Laureana

«Se hizo en un invernadero precioso que tienen al lado del salón del banquete y, en colaboración con el florista de Anlloan Floristería, consiguieron un resultado espectacular. ¡Casi nos gustó más que en el exterior!»

Rincón ceremonia decoración de bodas Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Mesa ceremoniante Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Entrada de la novia con padrino de boda en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Decoración floral techo boda Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Ceremonia civil novios Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Salida de los novios de la ceremonia en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«La sesión de fotos fue muy corta porque no paraba de llover».

Novios con paraguas en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Novia con paraguas en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Novios con paraguas en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«Sin embargo, el equipo de Setroimagen captó hasta los momentos más divertidos».

Amigos del novio
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

«El espacio de La Almudaina es tan versátil que pudieron organizar en el hall principal tanto la zona del cóctel, previa al banquete, como la zona de la discoteca después. El banquete propiamente fue en es salón, que es espectacular».

Banquete de boda en salón de bodas de Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana
Banquete de boda en salón de bodas de Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

Las invitaciones y el detalle para los invitados

Cottonbird se encargó de realizar tanto las invitaciones como el espectacular cartel de bienvenida de la boda.

Cartel de bienvenida boda
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

Respecto a los detalles para los invitados, los novios eligieron hacerles un detalle solidario a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), además de regalarles tarritos de Miel de Melque.  Además, «a mis invitadas más cercanas les regalé un pañuelo de Tramo by Mariate», explica la novia.

Seating plan y decoración boda Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

El momento más emotivo

«Sin duda nos quedamos con los discursos de nuestros seres queridos», aseguran los novios. «Fueron los momentos más especiales».

Ceremonia civil novios Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

Invitada o invitadas más elegantes

«Mi hermana Laura, con un vestido de Clotilde y accesorios de El Corte Inglés, iba espectacular» recuerda Bárbara.

Preparativos novia con madre de la novia y hermana de la novia
Fotografía: Setroimagen

Luna de miel

Por motivos laborales, Bárbara y Roberto dejaron pendiente esta escapada que esperamos que puedan disfrutar en breve.

Novios besándose en Villa Laureana
Fotografía: Setroimagen / Villa Laureana

¡Que seáis muy felices, pareja!

 

Martina y José Manuel, una boda llena de amor, tradición y recuerdos imborrables

Hay bodas que se celebran, y otras que se sienten. Bodas que no necesitan grandes artificios para emocionar, porque todo en ellas está hecho con el corazón. Así fue la de Martina y José Manuel: un día que fue mucho más que un “sí quiero”, un homenaje a lo que de verdad importa. A sus raíces. A su historia. A su hijo. A ese amor que, como los buenos caminos, se toma su tiempo y se llena de sentido.

El amor, a veces, se encuentra en los lugares más inesperados, cuando menos lo buscas… y justo por eso se quedan para siempre. Así empezó la de Martina y José Manuel, una historia tejida con calma, entre paseos a caballo, charlas infinitas y esa certeza que, cuando llega, no se puede explicar con palabras. “Desde el momento en que nos conocimos no pudimos dejar de mirarnos”, recuerda ella al hablar del día en que se conocieron, en agosto de 2019, durante unas vacaciones en El Rocío.

novios elegantes casandose en una finca espectacular
Fotografía: Javi Mateo

Martina había ido con una amiga, y la casualidad quiso que terminaran en una clase de equitación con José Manuel, jinete profesional. Fue entonces cuando algo se encendió entre ellos. “Empezamos a quedar constantemente, teníamos conversaciones interminables… y ahí supe que sería él, el hombre de mi vida”. Después del verano, la distancia entre Málaga y Huelva no impidió que siguieran alimentando esa conexión. Y no tardaron en dar el paso: José Manuel fue a visitarla a Málaga, y desde ahí, comenzó su historia.

Pareja complice el día de su boda
Fotografía: Javi Mateo

En 2021, la vida les tenía guardado un nuevo capítulo: la distancia se acabaría y llegaría la mudanza a Huelva, la ciudad natal de él, donde tenía ya su negocio. Poco después, llegó Manuel, su hijo, “lo más bonito de nuestras vidas y el motivo más grande de nuestro amor”.

La fecha elegida para esta boda tan especial fue el 8 de junio de 2024, un día perfecto para una celebración cargada de emoción, alegría y una mezcla de tradiciones que hicieron de la jornada algo verdaderamente único. ¡Te contamos todos los detalles de este enlace lleno de amor, familia y un sinfín de momentos inolvidables!

El vestido: un flechazo con nombre propio

Desde que José Manuel le pidió matrimonio, Martina empezó a buscar sin parar ese vestido que la hiciera sentir ella misma, que conectara con su estilo. Pero no terminaba de encontrarlo… hasta que apareció Carmen Maza. “Sus trajes me encantaban. El estilo, lo únicos que eran cada uno… me asombró. No dudé ni un momento y me puse en contacto con ellas”.

vestido elegante con cuello halter y novia con velo vaporoso
Fotografía: Javi Mateo

Ella tenía claras tres cosas desde el primer minuto: quería ir velada, llevar manga larga para la ceremonia y que se le vieran los pies. Carmen entendió enseguida lo que buscaba. “Desde nuestra primera cita diseñamos todo el vestido”, cuenta. Una de las decisiones clave fue transformar el look para el momento del baile: quitaron las mangas y apareció un cuerpo de gasa de seda con escote halter, acompañado de dos tiras de gasa cayendo en la espalda, tan delicadas como impresionantes.

vestido abotonado, botones en vestidos de novia, trajes de novias

En una de sus últimas pruebas, cambiaron un pequeño gran detalle: la espalda de la blusa que cubriría el vestido en la iglesia. “Decidimos que, en vez de ser totalmente abotonada, solo irían abrochados dos botones al cuello y otros cuantos a la altura de la cintura, ciñéndola”. El vestido, cortado a la altura de los tobillos, pedía a gritos un velo largo y voluminoso. Y así fue: una auténtica nube de tul que añadía esa presencia que pedía el momento sin restar ni un ápice de frescura.

novia con velo

Joyas con historia, flores con un trocito de cielo

No hay nada más especial que llevar algo hecho con amor. Y en el caso de Martina, los pendientes fueron un regalo de su suegra, diseñados en Joyería Triana, el negocio familiar. “Acertó de pleno con el pendiente largo acabado con perla. Me encantó al vérmelo puesto, le daba muchísima luz a mi rostro”.

Novia poniendose sus joyas
Fotografía: Javi Mateo

Las flores, por su parte, fueron obra de Francisco García, de Trigueros, un municipio de Huelva, ciudad que vió nacer el amor de nuestros protagonistas. Desde la primera reunión, se entendieron con una complicidad absoluta. Martina tenía claro que quería una estética veraniega, con color, y sobre todo, que respirara autenticidad. “Me comprendió desde el primer momento. Quería juegos entre buganvilla, rosas, y rojos solo con claveles. Y tuvo la magnífica idea de hacerlo todo con claveles. No pudo estar más acertado en el jardín de la finca”.

Ramo con detalle de medallas para la novia, en las medallas hay un grabado de su padre que falleció
Fotografía: Javi Mateo

El ramo que llevó Martina no solo hablaba de verano, también hablaba de amor eterno. En él colgaban dos medallas que llevaban mucho más que palabras: una con la frase “un trocito de cielo nos acompaña hoy”, y otra con una foto suya con su padre, grabada con mimo. Él falleció hace cuatro años, pero ese día también caminó con ella, en cada paso, en cada emoción.

Los zapatos, ese flechazo inesperado

Martina creía que llevaría unos zapatos blancos, sencillos, con lazada al tobillo. Pero como todo en esta historia, el destino le tenía preparado un giro. “Un día, después de una prueba del vestido, fui al centro de Sevilla. Entré en BIMANI y los vi. Desde ese momento supe que serían esos mis tacones del día de mi boda”. Eran burdeos, con una forma que le robó el corazón. “No me pude resistir”.

vestido con cuello halter, velado y con zapatos con detalles
Fotografía: Javi Mateo

Maquillaje y peinado: la belleza de lo sencillo

Martina siempre ha sido natural, y su boda no iba a ser diferente. Confió en Paula Barbosa, amiga íntima y maquilladora de confianza. “Sabía que me iba a entender perfectamente. Sus trabajos me encantan porque son muy mi estilo: sencillos, pero sacando partido a las facciones más importantes”. Así fue: sin artificios, con alma.

Novia siendo maquillada
Fotografía: Javi Mateo

El novio: elegancia sin esfuerzo

José Manuel confió en Dappers World para su look. Llevó un chaqué azul marino, con chaleco a juego y una corbata malva que ponía el punto de color. Los profesionales de Dappers le recomendaron optar por la sobriedad de un solo tono, y no pudieron estar más acertados. “Iba guapísimo y muy elegante”, dice Martina, con una sonrisa.

chaqué azul para novio elegante
Fotografía: Javi Mateo

Las mujeres importantes: madre y madrina

La madrina, tras buscar mucho sin sentirse del todo ella, no encontraba un traje con el que se sintiera cómoda… hasta que decidió ¡cosérselo ella misma!, “Estaba espectacular. Para mi gusto, una madrina muy actual y acertada”. Llevó una mantilla prestada por una familiar, aportando ese guiño tradicional tan emotivo.

enlace en una iglesia
Fotografía: Javi Mateo

La madre de la novia, tras muchas vueltas, encontró su conjunto perfecto en Vicky Martín Berrocal: top y falda rojos con una silueta elegante y favorecedora. Para la fiesta, cambió el top por uno de Massimo Dutti con cuello halter y espalda ligeramente descubierta. “Le dio un toque más desenfadado al look y no pudo acertar más”.

La ceremonia: la Virgen como testigo

La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Almonte, no era solo una iglesia para Martina. Era un lugar sagrado. “Soy muy devota de la Virgen del Rocío y quería casarme junto a ella”. Allí bautizaron a su hijo, y allí se dieron el “sí, quiero” más importante de sus vidas.

novios velados en la iglesia
Fotografía: Javi Mateo

La finca: un rincón verde de ensueño

La elección del lugar fue casi instantánea. “Aquí no existe un lugar como la finca El Ranchito. En cuanto la vimos, dijimos que sería allí”. Jardines verdes, una cuadra preciosa, una piscina que parecía sacada de una postal… fue el escenario perfecto.

espacios verdes para la celebración de una boda en finca
Fotografía: Javi Mateo

El catering corrió a cargo de Las Palomas, y lo que vivieron los invitados fue una auténtica experiencia gastronómica. “Todo estaba espectacular: comida, bebidas, atención… Acertamos de lleno”.

novia sentada a la mesa el día de su boda
Fotografía: Javi Mateo

Invitaciones, detalles y emoción

Las invitaciones fueron obra de la propia novia, que tenía clarísimo lo que quería: “Algo sencillo y elegante. En el sobre iría un lazo de gasa cerrado por un sello de lacre”. Un detalle artesanal que hablaba de ella en cada trazo.

El momento más emotivo llegó con la entrada en la iglesia. Martina caminó del brazo de su hermano, su padrino. “Estaba muy nerviosa… pero conforme fui entrando y me encontré con la mirada de mi marido, todo mi mundo se paró. Ahí estaba él, esperándome en el altar. Sé que nuestro padre no paró de mirarnos, y no pude ser más feliz de vernos juntos”.

entrada con el padrino, hermano y novia, entrada a la iglesia
Fotografía: Javi Mateo

Durante la cena, hubo otro momento que tocó el alma. Martina, junto a Misyta, preparó un cuadro personalizado para su hermano con fotos, una de ellas con su padre fallecido. “Ver la cara de mi hermano en ese momento me llenó el alma”.

 

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Invitadas con estilo propio

Martina tiene claro que todas sus invitadas fueron guapísimas y acertaron, pero si tiene que destacar a alguien, lo tiene claro: “Mi amiga Paula Barbosa, con un diseño suyo realizado por una costurera malagueña. Estaba espectacular”.

amigas de la novia celebrando junto a ella
Fotografía: Javi Mateo

Las fotos: instantes eternos

Desde el primer minuto, la novia sabía que quería a Javi Mateo. “Tenía claro que quería un buen fotógrafo que supiera captar cada momento. Me ha dejado con la boca abierta al darme el resultado de su trabajo”.

fotografía de novia en blanco y negro, con su velo vaporoso y su vestido elegante
Fotografía: Javi Mateo

Y después… Zanzíbar

Tras la boda, Martina y José Manuel decidieron comenzar su vida juntos con una luna de miel en el paraíso: Zanzíbar. Este destino, conocido por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, fue el lugar perfecto para relajarse después de uno de los días más importantes de sus vidas.“Nos encantaron sus playas y atardeceres. Lo hemos pasado muy bien, y sobre todo, hemos descansado después de uno de los días más bonitos de nuestras vidas”.

Fue el escenario idóneo para celebrar su amor en su máxima expresión, dejando atrás el bullicio y sumergiéndose en la serenidad de este rincón tropical.

novios paseando de la mano demostrando su amor eterno
Fotografía: Javi Mateo

Martina y José Manuel han demostrado que el amor verdadero no solo se encuentra en los grandes momentos, sino en los pequeños detalles que hacen única a cada historia. Su boda, tan llena de significado, emoción y estilo, es un reflejo de la fuerza de su amor y la vida que han ido construyendo juntos, con un futuro prometedor lleno de sueños y felicidad.

Desde el fondo del corazón, os deseamos una vida llena de risas, aventuras y momentos inolvidables. ¡Que cada día de este camino juntos sea tan especial como el día de vuestra boda!

Belén y Alberto, una boda otoñal con inspiración islandesa

La historia de Belén y Alberto es bastante idílica. Belén siempre cuenta que el universo le dio una segunda oportunidad porque la primera vez no se vieron

Los dos son enfermeros y estuvieron durante un año asistiendo a una formación, pero apenas hablaron. A los meses, volvieron a coincidir realizando un máster. Se conocían de vista así que, comenzaron a hacer trabajos juntos, a quedar para comer… y así, se convirtieron en mejores amigos.

boda de belén y alberto
Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Cuando llegó navidad, al hacer la típica cena navideña con todos los compañeros, dio la casualidad de que todos “se cayeron” del plan y decidieron quedar solos. Ese mismo día, Belén se dio cuenta de que su relación con Alberto era algo más que una simple amistad y que llevaba enamorada de él prácticamente desde el primer café. 

boda belén y alberto fotografías
Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Tan solo unas semanas después de terminar la navidad, el 25 de enero, Alberto se le declaró y Belén se quedó petrificada. Esta navidad han cumplido 8 años y dos meses juntos. Su relación siempre se ha basado en la amistad, la confianza, el respeto, la libertad y el compromiso. “Nos encanta viajar juntos, pero sobre todo, somos unos enamorados de Islandia y la boda tuvo mucha temática islandesa. Hemos ido dos veces, y las que quedan. La primera vez que vimos una aurora boreal, Alberto me pidió matrimonio, era 2022, pero sin anillo. 

belén y alberto
Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Pilló de improvisto y en 2023, al volver a Islandia, me lo pidió con un anillo precioso delante del glaciar más grande de Europa. Un año después, el 26 de octubre de 2024, nos casamos. La vida a su lado es increíble”

Belén y Alberto: los novios

  • El vestido de novia 

Belén confió en el Tocador Vintage. “Mi vestido de segunda puesta es mi algo nuevo y mi algo viejo, y supongo que era una señal que estuviera este vestido en una tienda como esa y que me quedara perfecto, parece que el vestido me eligió a mí.

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

El vestido tiene un bordado espectacular en esa espalda completamente descubierta, llevo el otoño en mí. Lo que más me gusta es su espalda y su crepé. Lo compré de segunda mano y mi modista lo ajustó a mi estilo. Otra de las cosas que me enamoró del vestido fue que fuera convertible. Al quitar la capa dejaba ver un vestido sencillo y ajustado con manga francesa. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Igualmente de última hora decidí comprarme un segundo vestido de Lady Pipa, de su colección Bride, que me encantó y me lo puse a partir de la Hora Loca con unas Converse plateadas, mi capa led y mi corona de flores. Creo que quedó un look súper cómodo y muy yo, ya que soy una enamorada de las Converse”. Y gracias a ellas, Belén pudo dar todo en la barra libre. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • Las joyas

Los pendientes eran de M de Paulet. Belén se enamoró de ellos nada más verlos y cuando vio el nombre del modelo, Elizabeth por Orgullo y Prejuicio, se los compró sin pensar “Para mí es llevar un trocito de Jane Austen en mí, y sobre todo, a Elizabeth que es uno de los libros que más me ha inspirado en la vida, como mujer y como feminista. Y la que me enseñó a creer en el amor”

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén no llevó más joyas además del anillo de pedida y su alianza. El anillo, de una tienda de Toledo llamada Vintage By López-Linares, y la alianza, de Suárez. Belén quería ir sencilla en cuanto a joyas. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • Las flores

La boda se celebró en Aranjuez y los novios eligieron Efimer Floristas, una floristería pequeña en el centro del pueblo, con la que conectaron muy bien. “Se encargaron de todo el arreglo floral de la iglesia y también de mi ramo y los 9 ramos que les regalé a mis amigas y familia. Mi ramo fue natural y los que regalamos de flores preservadas, preciosos. El equipo también se encargó de los ramitos decorativos del coche que quedaron monísimos”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

En cuanto al ramo, Belén se enamoró de un ramo nada convencional, alargado, de dalias naranjas, como uno que vio en Instagram. “Isabel, la mujer de la floristería, no me pudo prometer que pudiera conseguir dalias naranjas para esa época del año. Es el color preferido de Alberto y me parecía super otoñal. Estábamos con el plan A, B y C por si las dalias no llegaban pero, finalmente, quedó espectacular. Si me volviera a casar, elegiría ese ramo”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén le añadió al ramo una cinta hecha de manera artesanal por su suegra con motivos otoñales y florales. Le pasó mucha inspiración de Instagram y compraron una tela espectacular. También añadió una medida de la Virgen del Pilar blanca y azul. 

  • Los zapatos

Belén tenía claro que sus sandalias serían de Flor de Asoka y sabía el modelo que quería hasta que se las probó y no le quedaban bien. “Fue un drama”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén volvió dos veces más hasta que encontró el modelo perfecto, un modelo nuevo que no había visto nadie y súper cómodos.

  • Maquillaje y peinado

Belén confió en Inma, su maquilladora y peluquera, y se preparó en casa solo con su madre y su hermana. Belén buscaba algo natural ya que ella no se suele maquillar mucho. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

El peinado era desmontable. En un primer momento, Belén lució un moño bajo desestructurado al que añadió unas peinas artesanales e irrepetibles, hechas con la tela sobrante del vestido. Cuando se quitó la capa, se soltó el pelo y se quedó con un semirrecogido con la corona de flores y aguantó con ella el resto de la boda. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“Antes incluso de elegir mi vestido de novia sabía que quería llevar una corona de flores preservadas en la fiesta o en mi cambio de look. Para mí la naturaleza es algo imprescindible en mi vida y quería llevar una representación de esta en mi boda. Las únicas personas que supieron que llevaría una corona fueron mis amigas de la universidad y mi familia. Mis amigas decidieron regalármela como regalo de boda y me pareció el regalo más maravilloso, porque además de la naturaleza, las llevaría a ellas, una parte importantísima de mi vida”.

  • El novio

Alberto no quería ser el clásico novio convencional. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“Es un chico súper alto y no se veía con el típico traje de novio, chaqué, ni colores oscuros. Desde que decidimos que nos casaríamos en octubre, me dijo que llevaría un traje de tweed y muy estilo príncipe de Gales”. Su traje de Ralph Lauren con complementos de Silbon será el más original que veas. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“Me parece el novio más guapo y más estilos que he visto en años, qué voy a decir yo”.

Alberto cuidó mucho sus complementos y es que el día, lo merecía. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • La madrina y la madre de la novia

Belén y Alberto tuvieron dos madrinas. La madre de Belén fue quien la llevó al altar. Lució espectacular con un vestido de Redondo Brand y una diadema tocado de Marcela and Co. con zapatos de Alma en Pena. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

La madre de Alberto es una artista y ella misma confeccionó su propio traje de madrina. Un dos piezas con una tela que compró en Coruña combinado con sandalias de Alma en Pena también. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

La ceremonia y la celebración

Nuestros novios se casaron en Aranjuez, en la parroquia de San Antonio. Para nuestra novia era muy importante casarse allí, ya que todas las mujeres de su familia se casaron en esta iglesia. “Allí me bautizaron y para mí es la iglesia más bonita de Aranjuez”.

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén rescató las arras con las que se casó su abuela, algo que le hizo mucha ilusión. 

La posterior celebración también fue en Aranjuez, en la finca llamada Los Rosales. Una finca inmensa donde se ofreció un cóctel exterior un banquete interior. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“Nos gustó mucho que tuviera tantos espacios diferentes y que por ejemplo pudiéramos hacer el baile en el césped al aire libre”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • Las invitaciones y el regalo para las invitadas

Nuestros novios no hicieron invitaciones físicas. Crearon una página web compuestísima y así se iban comunicando con los invitados. Preferían dar más protagonismo a otros detalles de la boda. Fue Alberto quien creó de cero la web de la boda, el save the date y el logo de la celebración y todo quedó perfecto. El logo de la boda se convirtió en un símbolo de la celebración. 

En cuanto a los regalos, dieron marcasitios y una bolsa de lo más especial personalizada. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén quería live art en vivo, pero pensaba que se le iba a ir de presupuesto. Cuando lo buscó ya era tarde pero encontró a Guadalupe, que le dio una súper idea: hacer marcasitios en acuarela con cada invitado. «Me pareció brutal y super original porque no lo había visto nunca. ¡Me tire más de un mes para recopilar todas las fotos, un trabajazo y mira que solo éramos 90! También encargamos a Guadalupe unas ilustraciones especiales para gente muy importante para nosotros en la boda”.

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Belén se empeñó en hacer unas bolsitas de lo más especiales, con un carta personalizada y una cerveza extremeña con el logotipo de la boda. También incluyeron unas pinzas de ropa pintadas como unos novios, un detalle divertido que encantó a todos. Además, también añadieron el nombre de cada invitado en la bolsa y una pegatina con el logo. ¡Así hasta 90, teniendo en cuenta bolsas que fueran de niños, bolsas para embarazadas, con hijos, regalos especiales y hasta cumpleaños! “Queríamos que todo el mundo tuviera su regalo especial y creo que lo conseguimos”.

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“También regalé 5 ramos a mis amigas más especiales, y no necesariamente porque se fueran a casar próximamente, di los ramos a personas muy importantes para mí”. 

  • El momento más emotivo

Para nuestra novia, el momento más emotivo fue cuando leyeron los votos delante de todos los invitados, ya en la comida. “Fue un momento completamente mágico, declarar nuestro amor más íntimo delante de las personas que más nos importan. Todos se emocionaron muchísimo y no se lo esperaba nadie. Creo que ese momento y el baile fueron los momentos más emotivos”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía

“Nosotros no somos muy de bailar y no hicimos coreografía ni fuimos a clases de baile, el baile fue totalmente nosotros y acabamos en el centro bailando con todos nuestros amigos, incluso nos mantearon. Recuerdo esos dos momentos como unos momentos increíbles de la boda”. 

  • Invitada o invitadas más elegantes

Aunque todas las invitadas estaban guapísimas, nuestra novia destaca a su madre. “Creo que iba impresionante”.

  • Fotógrafo

Los novios eligieron a Patricia Martín. “La conocí gracias a Instagram y no me arrepiento para nada. Me sentí súper segura el día de la boda con ella y me aconsejó muchísimo antes de la boda, incluso durante en algunos momentos. Gracias a ella tengo fotos con todo el mundo”. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • Wedding planner

Nuestros novios no contaron con la ayuda de ninguna wedding planner. Todo lo hicieron ellos. 

Fotografía: Patricia Martín Fotografía
Fotografía: Patricia Martín Fotografía
Fotografía: Patricia Martín Fotografía
  • Luna de miel
Fotografía: Patricia Martín Fotografía

Japón y París, un viaje que organizaron ellos mismos y con los que consiguieron desconectar después de todo el estrés que genera la organización de una boda. 

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad

Marina y Carlos se dieron el “sí, quiero” definitivo el 29 de junio de 2024. La suya fue una boda veraniega divertida, atrevida y emocionante, en la que, rodeados de sus seres queridos, vivieron un día inolvidable en el que la moda, la música y la emoción fueron protagonistas

Aunque eran vecinos en Las Palmas de Gran Canaria, su primer encuentro no ocurrió allí, sino en un campamento de verano en León, en 2009. Desde ese momento, se volvieron inseparables, mejores amigos: «aunque si fuese él quien estuviese contando la historia, diría que se enamoró de mí desde que me vio y entonces yo estaría roja como un tomate», narra Marina divertida.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Salida iglesia novios con arroz y flores.
Fotografía: Sonorité

La amistad creció con los años: «éramos inseparables» señala la joven novia, pero no fue hasta 2014 cuando ella comprendió que él significaba algo más para ella. Para entonces, se había mudado a Madrid para trabajar como modelo y continuar sus estudios. Fue en ese momento cuando su relación dejó de ser solo amistad y se convirtió oficialmente en un noviazgo. Para su círculo cercano, aquello no fue ninguna sorpresa: «Todos nuestros amigos y familia lo veían venir. Era la pregunta del siglo, ¿Carlos y tú sois novios?», explica.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Sesión fotográfica novios en el exterior.
Fotografía: Sonorité

Pero Carlos ya había hecho su pedida de noviazgo años atrás cuenta Marina: «Tenía un papelito de cuando éramos pequeños que decía ‘¿Quieres ser mi novia?’ con tres posibles respuestas: SÍ, NO, NO SÉ. Y justo antes de coger un avión, se lo di redondeando el SÍ«, explica con dulzura.

«Siempre digo que el amor es una de las cosas más difíciles. Conocer a una persona con la que encajar y en nuestro caso, crecer, madurar, aceptar y vivir los cambios de ambos no es nada fácil… Para mí es un orgullo estar donde estamos y ante cualquier problema siempre pienso: El amor, todo lo puede», continúa narrando.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Sesión de fotos para novios en el exterior.
Fotografía: Sonorité

Tras cuatro años de relación a distancia, en los que ella vivió en lugares tan distintos como Dubái, Sudáfrica, Turquía o Milán, Carlos finalmente se mudó a Madrid. Fue entonces cuando comenzaron a vivir juntos, iniciando una nueva etapa en su historia de amor verdadero.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Sesión fotográfica novios en el exterior.
Fotografía: Sonorité

El 25 de diciembre de 2022, antes de la comida de Navidad con su familia, él la sorprendió con una propuesta inolvidable. Justo en la puerta de la casa de sus padres, el mismo lugar donde se habían dado su primer beso, le pidió matrimonio, a lo que ella respondió con un rotundo «sí, quiero».

El vestido y los complementos diseñados por su hada madrina

Marina lució hasta tres conjuntos diferentes para uno de los momentos más importantes de su vida y todos ellos confeccionados y diseñados por Aurelia Gil, a la que describe como su «hada madrina».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Vestido de novia de Aurelia Gil. Capa de novia.
Fotografía: Sonorité

«Nos conocemos desde que empecé en la moda, hace 15 años, y fue un amor a primera vista, tanto por parte de mi madre como por la mía. Desde pequeña, mi madre siempre me ha regalado prendas especiales de ella, así que, por supuesto, no tenía ninguna duda de que sería Aurelia quien me haría el vestido. Hemos trabajado juntas en muchas campañas y desfiles, y también me he puesto muchos trajes de novia suyos y de otros diseñadores. Pero nunca había visto ni tenía la menor idea de cómo sería el mío», narra Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Preparativos novia junto a sus padres. Vestido de novia
Fotografía: Sonorité

«Al principio, me gustaba todo: flecos, volantes, pantalón, chaqueta, vestido sencillo de tirantes, vestido clásico, corto, liso, bordados, plumas… Todo lo que se me pasaba por la cabeza me encantaba, pero, por supuesto, ¡no se podía todo! Al final, como buena hada madrina, me ayudó a aclarar mis ideas e hizo mis sueños realidad», continúa explicando.

El primer conjunto nupcial que lució Marina fue en su preboda: «Aurelia diseñó un look de pantalón y chaqueta torera de corte Chanel en tweed, un corpiño clásico y complementos de By Loleiro», explica la novia.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Look de preboda para novia. Look de novia pantalones y chaqueta. Recogido en coleta elegante. Look de pantalón y chaqueta torera de corte Chanel en tweed, un corpiño clásico y complementos de By Loleiro
Fotografía: Sonorité

«El vestido principal, para la iglesia, era más sencillo de lo que suelo llevar, ya que normalmente mi estilo es más extravagante. Era un vestido entallado de crepé stretch blanco natural, con corte de corpiño, mangas con hombreras y espalda con cinta cruzada. Llevaba una capa doble en forma de chaleco, cerrada con tres botones delanteros, de organza de seda con aplicaciones bordadas alrededor y tiras largas de gasa georgette de seda a los lados de la cola. Era una maravilla. Y, por último, un velo largo de tul ilusión«. Aunque sin lugar a dudas, Marina destaca que entre sus detalles favoritos destacaría la forma delantera de la capa y el corte del escote en el pecho.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Sesión fotográfica novios en el exterior. Velo grande y vestido de novia elegante. vestido entallado de crepé stretch blanco natural, con corte de corpiño, mangas con hombreras y espalda con cinta cruzada. Llevaba una capa doble en forma de chaleco, cerrada con tres botones delanteros, de organza de seda con aplicaciones bordadas alrededor y tiras largas de gasa georgette de seda a los lados de la cola.
Fotografía: Sonorité

El tercer y último look de Marina fue un conjunto corto para la fiesta nupcial: «Desde que Aurelia me enseñó sus telas, mi favorita fue la tela joya y la elegimos para el look de fiesta. Me hizo un corpiño halter y una minifalda con un tejido bordado con piedras. Tenía claro que quería algo corto para estar más cómoda». Además, Marina complementó su radiante y rompedor look con unas botas cowboy plateadas, todo un acierto y con el que lució deslumbrante y cargada de personalidad. 

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Look de novia atrevido, botas cowboy plateadas, falda corta y crop top. Novia arriesgada y original. corpiño halter y una minifalda con un tejido bordado con piedras

Las joyas

Las joyas que lució Marina proceden de su tierra natal y fue un diseño totalmente personalizado: «Mis pendientes los diseñé junto a Oliver del Pino. Él es joyero y orfebre, y tiene una joyería en Las Palmas: Joyería Oliver Del Pino. Para entender qué era exactamente lo que buscaba, nos reunimos varias veces para conocernos. No solo hablábamos de la boda, sino de la vida en general, hasta que un día me dijo: ‘Ya tengo la joya de tu vida y vas a alucinar’”.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Complementos y joyas para novia. Manicura para novias
Fotografía: Sonorité

«El resultado fue unos pendientes largos de oro blanco y brillantes, con una piedra de aguamarina (como mi nombre) al final. Sencillos, pero con presencia, y, sobre todo, diseñados para que pudiera seguir usándolos el resto de mi vida» narra Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Complementos para novias, tacones plateados y brillantes y pendientes largos diamante- pendientes largos de oro blanco y brillantes, con una piedra de aguamarina.

«Recuerdo que el día que me los entregó estábamos súper emocionados y mi madre no podía parar de llorar. Quiero que mis hijos conozcan a Oliver y poder decirles: ‘Él fue quien diseñó los pendientes de la boda de mamá’. Estoy completamente enamorada de ellos», finaliza contando sobre sus joyas nupciales.

Los adornos florales

«Todas las flores se las encargamos a Hesperia. Queríamos algo sencillo pero, a la vez, llamativo, y el resultado final fue precioso: flores blancas variadas, mezcladas con cilindros de cristal, limones y naranjas».

Además, los centros de mesa que eligieron Marina y Carlos no solo los colocaron en las mesas del banquete, sino también en el seating plan, sobre cinco columnas de madera hechas por Deodar Estructuras.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Seating o reparto de mesas para los invitados de una boda. Flores y frutas como decoración para bodas
Fotografía: Sonorité

Sobre el ramo de novia, Marina reconoce que tomó la decisión a última hora: «fue algo que decidí a última hora, ya que su forma dependería de la tela del velo. Elegí peonías y orquídeas, pues ambas son flores muy representativas para mí. A pesar de ello, tenía la forma perfecta para poder entrar en la iglesia con el ramo colocado hacia arriba (por dentro del velo) y, al salir, dejarlo caer hacia abajo. A día de hoy, cada vez que miro mi fondo de pantalla y veo el ramo, me quedo embobada», reconoce.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Ramo de novia
Fotografía: Sonorité

Y por supuesto, Marina no se olvidó de llevar el toque azul tan tradicional de las bodas: «El algo azul lo llevé en la cinta del ramo, junto con una medalla de la Virgen Milagrosa, un rosario de dedo que Carlos también llevaba ese día en el cuello y una medallita grabada que me regalaron mis amigas Carla y Sonsoles esa misma mañana».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Ramo de novia con flores blancas y cinta azul para sujetar el ramo. Medalla de Virgen para ramo
Fotografía: Sonorité

Los zapatos

Los zapatos nupciales que eligió Marina también estuvieron totalmente diseñados y personalizados para ella, un detalle que le da el toque único y especial para dar el «sí, quiero»: «El tema de los zapatos fue un mundo que me sorprendió muchísimo. Son de Just Ene, y me encantó la experiencia y mis tardes allí con Irene. Pude elegir el diseño, la forma, las telas, los abalorios, el color e incluso la estructura del tacón, por lo que eran completamente personalizados. Luego, te miden el pie y los hacen ellos mismos en su taller».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Zapatos para novia
Fotografía: Sonorité

Pero tal y como ya nos había relatado la novia, unas botas cowboy plateadas fueron el toque diferente y atrevido para su segundo traje nupcial: «Para mi segundo look, me puse unas botas cowboy altas plateadas, aunque también habrían quedado increíbles los tacones principales».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Look de novia atrevido, botas cowboy plateadas, falda corta y crop top. Novia arriesgada y original

El maquillaje y el peinado

Marina no solo eligió a personas conocidas y que le proporcionaban confianza para diseñar el día de su boda para los zapatos, el ramo o el vestido, también lo hizo para el maquillaje y su peinado: «Como estaréis viendo, en mi boda quise rodearme de personas vitamina, personas que me conociesen de siempre y que de verdad querían que brillara. Eran dos cosas con las que estaba súper tranquila. Me maquilló Siria Ahmed, la misma maquilladora de mi primera portada en una revista. Nunca hizo falta que le dijera qué quería (porque, para variar, tampoco lo sabía). Me dejé llevar, y me encantó«, explica sobre su maquillaje con efecto glowy.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Preparativos novia, peluquera novia, peinado elegante y maquillaje para novia.
Fotografía: Sonorité

«Del peinado se encargó LubyLeydi, mi peluquera desde hace más de 10 años. Aunque viva en Madrid, siempre espero a ir a Gran Canaria para que me atienda allí, y ya incluso mis amigas de Madrid quieren ir a ella. Ella, con mi pelo, siempre hace lo imposible», explica Marina.

«Cuando Carlos me pidió matrimonio, yo tenía el pelo corto, y él siempre me había dicho que, cuando llegara ese momento, tenía que dejar de cortármelo para casarme con el pelo largo. Yo, que me identifico muchísimo con la melena corta, le hice caso. Para entrar en la iglesia, elegí un semirrecogido natural para poder sujetar bien el velo», cuenta Marina sobre el recogido de ensueño que lució durante gran parte de su boda.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Corte de pelo de novia. Ideas originales bodas
Fotografía: Sonorité

Pero Marina, fiel a sus principios y personalidad, decidió que no podía estar el día más importante de su vida sin su melena corta que tanto adora y por eso decidió que con la llegada de su segundo look nupcial, también llegaría un segundo peinado de novia y allí, en vivo y en directo, rodeada de sus sere queridos, se cortó el peloen el segundo look, después del baile… ¡cortamos el pelo en medio de la boda! Llamé a unas amigas para que estuvieran conmigo en ese momentazo, y fue lo más. Leydi hizo mi sueño realidad».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Corte de pelo novia. Ideas originales bodas
Fotografía: Sonorité

El look del novio

Carlos también lució radiante y espectacular el día de su boda con detalles únicos y cargados de personalidad: «El chaqué de Carlos era de ROES, se lo hizo a medida y el color del chaleco era secreto para el efecto sorpresa. Los gemelos que llevaba se los regalaron mis padres el día de la pedida, yo siempre quise regalarle la corbata (pero tenía que ser validada por los dos) y el reloj, su madre, con un MC y la fecha de la boda grabada en el mismo».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Preparativos novio
Fotografía: Sonorité
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Preparativos novio. Gemelos para novio
Fotografía: Sonorité
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Preparativos novio.
Fotografía: Sonorité

La madrina y la madre de la novia

La confianza de la novia en Aurelia Gil es tan grande que las madres de los novios lucieron conjuntos diseñados por ella: «El vestido de la madrina y el de mi madre eran de Aurelia Gil también, preciosos. El de la madre de Carlos, marrón chocolate con una capa de gasa satén en seda con hilo dorado, una pieza antigua que tenía Aurelia en el atelier. Muy elegante y sobria».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Novio esperando en el altar
Fotografía: Sonorité

«El de mi madre era una fantasía. Otro sueño hecho realidad. Un look súper vaporoso, de tres piezas, kimono, blusa y pantalón, para no parar de bailar. En su última prueba me emocioné con lo guapa que estaba. Nos conoce a la perfección y nos ha entendido desde el principio. Siempre dando su toque. Las flores que llevaba son de ByLoleiro, diseñadora de Tenerife, hechas de plumas de oca teñidas y talladas a mano una a una» explica Marina sobre el look de su madre.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Madrina o look de invitada. Look de madrina o madre de la novia. Look primaveral con pamela original y collar de flores.
Fotografía: Sonorité

La ceremonia

«El 29 de junio tenía que ser especial desde el minuto uno y por ello, decidí dormir la noche antes y prepararme con mis padres en el Hotel Suites 1478, para poder disfrutar todos y no tener que organizar más cosas. Fue una mañana preciosa, con vistas a la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria. La bata y el camisón eran de Diseño2Lencería y la madre de una de mis mejores amigas, Cris, me la bordó con un M&C.», explica Marina sobre el día más esperado de su vida.

«Además, a unos 8 minutos andando, se encontraba la Ermita donde nos casábamos, por lo que decidí llegar a la ceremonia caminando. La cola del traje y el velo me la llevaron entre mi prima pequeña y la hermana de Carlos, a la cual adoro».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Llegada a la Iglesia de la novia.
Fotografía: Sonorité

«Nos casamos en la Ermita de San Antonio Abad, donde curiosamente oró Cristóbal Colón antes de partir a América. Es muy pequeñita, pero es preciosa y aunque la mayoría de los invitados nos tuvieron que esperar fuera, queríamos una misa íntima y muy tranquila. José Luis Montesdeoca y su violín junto con un pianista tocaron en la Iglesia. Para mi entrada, elegimos el himno de la Fórmula 1, ya que era uno de los sueños de Carlos» narra la protagonista de esta boda.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Entrada de la novia a la Iglesia
Fotografía: Sonorité

«El cura fue Luis Laborda; el mismo que casó a mis padres y me bautizó. Hizo una ceremonia súper amena y divertida; no pudimos parar de reír (ni nosotros ni los invitados). Al salir nos tiraron la lluvia de flores de Hechoporkit y, pusimos un barril con cervezas porque a Carlos y a mi nos encanta tomarnos una siempre antes de subirnos a los autobuses» explica Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Salida novios Iglesia con beso y los invitados tirando arroz
Fotografía: Sonorité

La celebración

La celebración tuvo lugar en el Jardín de la Marquesa de Arucas: «Unos jardines preciosos, con pavos reales y mucha vegetación. Como venían muchos amigos de fuera, queríamos ofrecerles algo bonito y diferente de Gran Canaria», explica Marina del lugar elegido para la celebración nupcial.
La boda tuvo tres espacios diferentes para cada momento importante de la celebración: «El cóctel, al aire libre, en medio de los jardines».
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Salón celebraciones. Centros de mesa. Seating
Fotografía: Sonorité
El momento del banquete tuvo lugar «bajo una carpa preciosa qué Audiovisuales Canarias decoró con luces en cascada. Del catering se encargó el equipo de José Rojano; sin duda, un acierto. Las mesas quedaron preciosas con manteles de rayas blancas y negras, junto con servilletas a juego de DobleAA Rent. El toque final lo daban la fruta y las flores de Hesperia y The Federicas».
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Decoración mesas para bodas, centro de mesas, menú.
Fotografía: Sonorité
Y finalmente, el momento de la fiesta y el baile: «La discoteca, que quedó increíble. Consiguieron transformar una antigua cochera en una auténtica discoteca. No podría haberlo imaginado mejor», terminan explicando Marina.
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Fiesta o discoteca en una boda. Diversión para invitados
Fotografía: Sonorité
Toda la papelería fue obra de Resma Estudio: «Queríamos algo sobrio y elegante, y el conjunto quedó precioso», explica Marina justo antes de señalar que las mesas estuvieron decoradas con la mezcla de tres temáticas diferentes: «Equipos de Fórmula 1, marcas de moda de lujo con las que he trabajado y países en los que hemos estado juntos. Tres cosas que nos encantan», señala la joven novia.
La música de la discoteca y con la que todos movieron el cuerpo estuvo en manos de DJ Aaron Gopar y para amenizar la zona de fiesta, tuvieron tres sets divertidos para que sus invitados recordarán este día tan especial.
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Invitados y amigos de los novios
Fotografía: Sonorité
Por un lado, instalaron un «photocall de Vogue personalizado con frases nuestras, de la mano de Deodar«, explica Marina. También contaron con un «fotomatón retro de Canary Photo, un espejo en el que te mirabas y, de repente, te hacía dos fotos» y finalmente, con un «beauty corner de DBitorage, para que todas mis invitadas pudieran retocarse».
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Corner de maquillaje. Maquillaje para invitadas. Ideas originales bodas
Fotografía: Sonorité
El transporte de los invitados a la boda de Marina y Carlos lo gestionó Amanda Bus, y Audi Canarias nos cedió un A5 Sportback y un Q4 e-tron para que pudiesen trasladarse cuando lo necesitasen.

Las invitaciones y el regalo para los invitados

«Decidimos no hacer invitaciones tradicionales, sino un ‘Save The Date’ diseñado por EstefaníaBenedicto. Le dimos nuestra primera foto juntos y ella la dibujó a lápiz. Esa ilustración estuvo presente en toda la boda: desde los sellos personalizados hasta las tiras de fotos del fotomatón de Canary Photo en la fiesta».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Baile invitados y baile novios
Fotografía: Sonorité

«A los invitados les regalamos llaveros de crochet hechos a mano por Puntomayor, y a las chicas, una miniLagunadeNARS. ¡Fue un exitazo! Además, a cada persona le preparamos un rasca con un mensaje personalizado. Al sentarse, junto con su nombre, tenían que rascar para descubrir su mensaje secreto» explica Marina sobre los regalos que decidieron entregar el día más importante de sus vidas.

Los momentos más especiales

Para ambos, el momento más especial, sin lugar a duda, fue su entrada a la iglesia, donde se encontraron en el altar y la entrada al banquete.

«Otro momentazo fue cuando montamos nuestra propia ‘hora loca’. Nos pusimos unos monos de Fórmula 1 y entramos en la discoteca de la boda tirando champán, como hacen los pilotos cuando celebran en el podio. Esta idea nos surgió en un viaje en coche, volviendo de la boda de una amiga nuestra (cuando ni siquiera estábamos prometidos), y siempre nos pareció brutal» explica Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Ideas originales novios amantes de la Formula 1 y del champagne
Fotografía: Sonorité

«También recuerdo el momento del baile. Empezó a chispear mientras bailábamos ‘La Vie en Rose’, y cuando preparamos un remix para que la canción rompiese, hicimos tres pasos de un baile más desenfadado y así dimos comienzo a la fiesta. Lo recuerdo como algo brutal».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Baile nupcial
Fotografía: Sonorité

«Carlos y yo no quisimos separarnos en todo el día. Queríamos disfrutar de nuestro día juntos, como uno solo. Fue un sueño. El domingo nos despertamos y solo quería que me pellizcaran… había sido nuestra boda, el día que llevaba esperando literalmente toda mi vida. Lloraba viendo fotos y vídeos de la gente».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Baile novios, discoteca, baile nupcial.
Fotografía: Sonorité

«Además, la noche del viernes, después de la preboda, mi madre me leyó una carta y me regaló un zafiro suyo que siempre me había enamorado. Algo que jamás olvidaré», narra Marina sobre su boda.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Baile nupcial y baile de novios en bodas
Fotografía: Sonorité

Las invitadas más elegantes

Sin pensarlo dos veces, Marina reconoce que su look favorito fue el de su madre. Pero no duda tampoco es mencionar lo elegantes y espectaculares que fueron sus amigas a su enlace nupcial:

«Mis amigas iban guapísimas, pero me parecieron espectaculares los vestidos de mi amiga Ana, de RentalMode; María Baeza, diseñadora de Dmood; Aurelia Gil, que se hizo un vestido rojo impresionante (su talento me sigue sorprendiendo… ¡diseñó cinco vestidos diferentes para ese día!); Marta Escalante (@holacuore) lució de Loreto Martínez Estudio; Martita Levy, con un vestido de una colección cápsula de Zara de hace muchos años que aún no se había puesto; Mónica Conesa, de COS; Ana Arrieta, de WhiteandOne; y Carmen del Águila, que llevó un vestido hecho por su modista», señala Marina como sus favoritas del enlace.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Invitados a una boda. Brindis por los novios
Fotografía: Sonorité

El fotógrafo

Como modelo y amante de las fotos, la elección del fotógrafo era algo tan importante y fundamental para Marina como elegir el vestido, por eso escogió a Sonorité para plasmar cada detalle y momento único del día de su boda: «Noelia, la fotógrafa y Adolfo, videografo captaron desde el minuto 1 lo que queríamos. Estaba tranquila con ellos porque sé que su trabajo es impoluto, pero después de haber visto el resultado, me he quedado sin palabras».
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Amor, beso entre novios.
Fotografía: Sonorité
«Al día siguiente nos mandaron el trailer y un adelanto de fotos. No pude parar de llorar. Es capaz de hacerme sentir tal y como me sentía en ese momento, y es que, con tantas emociones, se pueden olvidar algunos sentimientos. A día de hoy, que ya tenemos todo el material, estoy feliz porque creo que no falta ni un detalle. Me voy dando cuenta de diferentes cosas cada vez que lo vemos, y me permite teletransportarme al día. Nunca pensé que sería capaz de recordar la boda tan bien, y es gracias a ellos», explica la novia.
«Otra cosa que me pareció increíble por parte de ellos fue que hasta que no se acabaron todos los momentos especiales del día, no se fueron. Lo valoraré siempre, ya que como digo, es un tema super importante para mi, y tenerlo todo no solo en el recuerdo si no accesible a mi retina para siempre, es increíble».
Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad.
Fotografía: Sonorité

Wedding Planner

«Digamos que he sido una novia que, al no tener nada claro, he estado super abierta a todas las opciones que me han propuesto mis proveedores. Ellos saben mejor que nadie qué y cómo hacer las cosas y si nos ponemos en sus manos, todo saldrá genial», comienza Marina

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Violinista para boda. Música en directo para bodas
Fotografía: Sonorité

Por esta misma razón, Marina y Carlos apostaron por The Federicas  como weddings planners: «Y una vez más, The Federicas demostró que su trabajo es impoluto. Tuvimos muchísimas reuniones durante todo el año, repasando cada detalle, cada idea loca, cada aspecto diferente y siempre animaban a todo. Jamás dijeron que no a nada. Además están super actualizadas en las tendencias. Gracias a ellas pude disfrutar de todo el año y medio de prometidos», cuenta Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Velo grande para novias.
Fotografía: Sonorité

La Luna de Miel

Marina y Carlos viajaron hasta la otra parte del mundo para disfrutar de su viaje de recién casados: «Nos fuimos a Japón y a Bali, y como yo he estudiado ADE y Turismo, organicé yo todo el viaje. Me llevó mucho tiempo, pero tenía tanta ilusión que mereció la pena».

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Sesión fotográfica exterior para novios
Fotografía: Sonorité

«Me pareció una combinación perfecta, pues, Japón fue mucho turismo, pero ha sido donde mejor hemos comido y por otro lado, Bali nos trasmitió unas vibes que solo hacían que quisiésemos quedarnos a vivir allí. Además, son dos destinos completamente opuestos. Dos culturas preciosas pero muy diferentes, el orden y la tradición de Japón junto con la amabilidad y espiritualidad de Indonesia», explica Marina.

Marina y Carlos, una boda emocionante y cargada de personalidad. Novios en la Iglesia
Fotografía: Sonorité

La historia de estos novios demuestran la originalidad, personalidad y pasión que sienten el uno por el otro. Y como ellos mismos narran, desde la preboda hasta que aterrizaron de nuevo en Madrid tras su viaje de recién casados, Carlos y Marina han tenido una frase estrella: «Ha sido el mejor mes de nuestra vida. Un mes convertido en un sueño hecho realidad».

Coral e Iván, una cálida boda de invierno en Madrid

Coral e Iván se casaron el 31 de enero de 2025 en una de las fincas más bonitas de Madrid: Villa Laureana. La suya fue una cálida boda de invierno tras una pedida de mano en pleno verano, cuando disfrutaban de sus vacaciones en su destino preferido.

«El verano pasado fuimos, como cada año, de vacaciones a Tarifa (Cádiz), nuestro sitio favorito. El primer día bajamos a la playa a disfrutar de uno de los atardeceres más maravillosos del mundo. Iván había preparado unas copas de vino y una botella para brindar cuando se pusiera el sol. En ese momento fue cuando sacó el anillo y me pidió que me casara con él, a lo que por supuesto respondí con un rotundo sí», recuerda Coral.

A su vuelta a Madrid la pareja inició los preparativos de la boda con la que hoy te inspiramos. La localización de un espacio a su medida fue clave para que todo saliese a pedir de boca. Te contamos todos los detalles de su gran día.

Fotografía: Alejandro López

El vestido de novia y los complementos

Coral lució un vestido realizado a medida en el atelier madrileño de la diseñadora Lucía de Miguel: «Lucía y yo somos amigas desde niñas, así que solo la podía elegir a ella para hacer mi vestido de novia desde cero. Juntas diseñamos el vestido y ha sido una experiencia muy bonita poder compartirlo con ella», explica Coral. «Aunque yo no tenía muy claro al principio como quería que fuera el vestido, me encantó el resultado final, sencillo y elegante, pero sobre todo muy yo».

vestido de novia preparativos de boda
Fotografía: Alejandro López

«Era un vestido de crepé de manga larga con la espalda al aire y detalles de bordados en hilo. Lo acompañamos de una capa espectacular realizada en de terciopelo de seda con detalles bordados de hilo iguales a los del vestido. ¡Una maravilla con la que me sentí muy cómoda!

Hermana de la novia
Fotografía: Alejandro López

Respecto a las joyas, «llevé unos pendientes de perlas de Pandora y una pulsera de Apodemia que me regaló una de mis amigas.
 Las alianzas son de Joyería Montero». Para dar un toque de color acorde con la estación a su look, Coral eligió unos zapatos de terciopelo en color burdeos de Azarey.

Novia calzándose con madre de la novia
Fotografía: Alejandro López

Por último, lució un ramo de hortensias de color burdeos y peonías rosas, también perfecto para una boda de invierno: «El ramo de flores me lo hizo la madre de uno de los niños del colegio donde trabajo. La floristería se llama Estrella Flores. También hizo los prendedores iguales para los chicos y tres réplicas del ramo para nuestras madres y la abuela».

Ramo de novia
Fotografía: Alejandro López

En cuanto al maquillaje y el peinado, «Me maquillaron y peinaron mis primas. Carmen García tiene una peluquería en Daganzo de Arriba que se llama La Pelu. Ella me hizo un recogido convertible. Lo llevé como moño mientras lucía la capa para que se apreciaran todos los detalles del sofisticado trabajo de Lucía de Miguel y después lo soltamos para transformarlo en una coleta.


Moño de novia
Fotografía: Alejandro López
Moño de novia
Fotografía: Alejandro López

Andrea Mejías, por su parte, es esteticista y actualmente se está formando para ser profesora de estética. Me hizo un maquillaje muy natural, ya que no yo no me quería ver excesivamente maquillada. ¡Me encantó el resultado!»

Preparativos novia maquillaje
Fotografía: Alejandro López
Llegada de la novia
Fotografía: Alejandro López

El novio, la madrina y la madre de la novia

Iván lució un chaqué en color azul noche con chaleco cruzado claro y corbata de cachemir azul marino de Protocolo. También la camisa, los tirantes y los zapatos eran de esta tienda especializada en novios y trajes de caballero.

Novio en Villa Laureana con coche clásico
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Su madre optó por un diseño en negro y crema con detalles florales en la falda de una tienda especializada en fiesta de Aranjuez. A su vez, la madre de la novia eligió un diseño de Silvia Navarro. Un vestido elegante pero atrevido en color azul marino y con plumas de color verde en la parte inferior.

Madre de la novia madrina ramos de flores
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Ceremonia y celebración

«La ceremonia civil fue en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcobendas, aunque en Villa Laureana cuentan con rincones espectaculares donde habríamos podido celebrar una ceremonia al aire libre preciosa».

Novios en los jardines de Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Desde allí todos se trasladaron a la finca. Villa Laureana es un exclusivo espacio a un paso del centro de Madrid donde los novios encontraron los ingredientes perfectos para celebrar su gran día. Disfrutaron del cóctel en los fabulosos jardines, mientras que el banquete y la fiesta tuvieron lugar en el amplísimo y versátil salón Aranjuez.

Novios en los jardines de Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López
Novios en los jardines de Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

«El espacio Aranjuez nos gustó mucho desde la primera vez que lo que lo vimos. En un primer momento sentimos un flechazo por el nombre: tanto mi marido como toda su familia son de Aranjuez y nos encantó esta alusión a la ciudad madrileña. ¡Parecía cosa del destino! -recuerda la novia-. Era una manera de acercarnos un poquito allí. Y luego, por los espacios que tenía».

Villa Laureana. Salón Aranjuez
Villa Laureana. Salón Aranjuez

Aranjuez es el más clásico de los espacios de Villa Laureana. Un viaje a los grandes comedores decorados con tapices de época, inspirado en la naturaleza e impregnado de diferentes tonalidades de verde.

Villa Laureana. Salón Aranjuez
Villa Laureana. Salón Aranjuez

Lo conforman un salón de gran amplitud en el que reina la luz natural y una zona abierta con jardín perfecta para el cóctel.

Villa Laureana jardines
Fotografía cedida por Villa Laureana

Un escenario íntimo y a la vez amplio, muy versátil y cómodo que los novios adaptaron a sus necesidades.

Detalle mesas banquete boda Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

«Podríamos aprovechar el espacio exterior aunque hiciera malo, que era más que probable al ser la boda en enero, ya que tiene una zona cubierta. Sin embargo, nos hizo un día espectacular, así que pudimos disfrutar del cóctel fuera. El banquete lo servimos en el salón, que tiene una decoración preciosa inspirada en los jardines de Aranjuez y muchísima luz».

Villa Laureana Espacio Aranjuez
Fotografía cedida por Villa Laureana
Villa Laureana Espacio Aranjuez
Fotografía cedida por Villa Laureana

«Fue un acierto hacer nuestra boda allí. ¡Todo salió de maravilla! En el cóctel estuvo todo buenísimo».

Villa Laureana córner jamón boda
Fotografía cedida por Villa Laureana

En cuanto al menú, «elegimos crema de carabineros con frutos del mar y croutons de pan tostado; sorbete de ron de caña tostado, maracuyá, mango y yuzu; y jugosa ternera Angus cocinada al vacío a baja temperatura y glaseada en su jugo con patatitas y piquillo o bacalao confitado en AOVE, tomate murciano y brotes frescos. El postre fue una versión de la tarta árabe con crema aromática y crujiente de canela. Acompañamos la comida con vino blanco Verdejo Emina y tinto Rioja Viña Salceda y cava Delapierre».

Entrega de los ramos a las abuelas
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

«Entramos a la comida de una forma especial. No queríamos hacer lo típico de entrar con música y que nos recibieran con las servilletas en alto y se nos ocurrió que seríamos nosotros los que recibiríamos y daríamos la bienvenida a nuestros invitados. Nos colocamos cada uno a un lado de la entrada del salón con un pañuelo en la mano y pusimos la canción ‘Limbo’, de Daddy Yankee. Todos los invitados entraron a la comida bailando. ¡Fue divertidísimo!», asegura Coral.

Invitados llegando a la boda
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

«Durante la comida organizamos un bingo musical. Cada mesa tenía un bingo con distintos títulos de canciones y cada vez que sonaba una canción que apareciera en su cartón se tenían que levantar a bailar.

Bingo musical boda
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

El título de la última canción del bingo la tenían todos los cartones y era la primera canción de la Charanga los Pichines, para que todos los invitados se levantaran a bailar en el momento en el que ésta apareciera. ¡Fue muy divertido! ¡Consiguieron sacarnos sonrisas a todos y así comenzó la fiesta justo después del banquete. 


Charanga boda Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López
Charanga boda
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Durante la fiesta disfrutamos de un candy bar delicioso.

Candy bar boda
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Las invitaciones y el regalo de las invitadas

«La mayoría de los detalles de la boda los hice yo con la ayuda de mi madre y de mi hermana: el seating plan, los carteles de las mesas, las invitaciones, las minutas en forma de molinillos de viento…
», explica Coral.

Seating plan en Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López
Minutas originales molinillo viento
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Las invitaciones, en forma de comecocos dentro de una cajita, eran muy originales.

Invitaciones de boda comecocos

«Hubo varios regalos. Para todos unos mini cactus que plantamos en corchos y a los que colocamos imanes para ponerlos en la nevera. Tenían el nombre de cada persona, para que cada uno supiera dónde se tenían que sentar.

Detalles invitados de boda
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

También regalamos unos marcos con retratos de los invitados que pintó con acuarelas @laura.marh durante toda la boda.

A las invitadas les regalamos jabones naturales que hicieron los niños y niñas del colegio en el que yo trabajo, el Colegio de Educación Especial Ademo, de la Fundación Raíles.
 Y a los invitados unas bolsitas que tenían un sacacorchos y un corcho para las botellas de vino. A los asistentes más pequeños les regalamos su inicial pintada con pintura de pizarra y unas tizas. ¡También las hicimos nosotras!»

Detalles de invitados mesas banquete boda Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

El momento más emotivo

«Hubo momentos muy especiales, como cuando leyeron nuestros amigos y hermanos en la ceremonia o cuando les dimos los regalos a nuestros padres y abuelas. También fue muy emotiva nuestra entrada al salón del banquete mientras sonaba el Concierto de Aranjuez».

Novios entrando al salón de Villa Laureana
Villa Laureana. Fotografía: Alejandro López

Luna de miel

«Nuestro viaje de novios fue un crucero por Bahamas seguido de unos días en Miami. Por último pasamos una semana en Nueva York».

¡Os deseamos mucha felicidad, pareja!

Boda de Ángela y Álvaro, una fiesta de estilo rústico con toques flamencos en Granada

El día en el que Ángela y Álvaro se conocieron, Cupido acertó de lleno con sus flechas. Cinco años más tarde, el 4 de mayo de 2024, celebrarían su boda en una finca única donde encontraron espacios perfectos para cada etapa del gran día.

«Álvaro y yo nos vimos por primera vez a principios de 2019 en Granada. Aunque soy de Badajoz, con 19 años llegué a la ciudad de donde era él para estudiar en la universidad. Yo estaba trabajando y él se acercó a mí con un amigo que teníamos en común, que vino a saludarme. Nada más verlo supe que tenía que echarle el lazo, ¡fue un flechazo absoluto!», recuerda Ángela. «Después de aquel día vino él solo a verme en varias ocasiones, hasta que quedamos formalmente para cenar. En aquella cena nos prometimos ir a esquiar juntos y fuimos uniendo planes. ¡Incluso adoptamos cada uno a una perrita que a día de hoy son como hermanas! Y así llegamos hasta la actualidad. Todavía hoy seguimos ideando planes juntos, aunque ahora siendo una familia con un peque precioso de tres años».

Uno de estos planes fue su boda, que se celebró en una finca muy especial a los pies de Sierra Nevada. Te contamos todos los detalles.

Recién casados ceremonia Palapa Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

El vestido de novia

«Mi vestido es de Pronovias -explica Ángela-. La historia es curiosa, porque mi acompañante fue en todo momento mi suegra, ya que mi madre es de Badajoz y no podía estar presente en el proceso. A pesar de que somos muy diferentes vistiendo, creo que no pude elegir mejor compañera, ya que desde entonces la siento como una madre para mí. ¡Sin ella no habría sido igual!»

Vestido de novia preparativos
Fotografía: Almena Valero

«Acudí a la tienda con unas ideas muy claras y rotundas sobre lo que no quería y lo que sí quería en mi vestido. Quería algo super clásico, sin escote, sin plisados, sin encaje, muy recto, sin velo… Vanessa, una trabajadora de Pronovias, me escuchó muy extrañada porque sentía que no pegaba nada lo que le estaba pidiendo con mi personalidad. Sacó vestidos que cumplían mis requisitos y uno extra que creyó que podría gustarme, aunque tuviese todo lo que no quería».

Detalle escote en V vestido de novia Pronovias
Fotografía: Almena Valero

«Vestido tras vestido fui descartando, ya que, aunque se veían preciosos, me sentía como disfrazada. Hasta que llegó EL VESTIDO. Tenía un escote en pico pronunciado, encaje en las mangas, plisado en la cintura… Vaya, ¡todo lo que no quería! Sin embargo, al probármelo tuve claro que ese era el mío. Me eligió y desde ese día contaba las horas para la siguiente prueba. Recuerdo como si fuese ayer la cara de mi suegra al verme emocionada y decirme: ‘Hija, este sí’».

Novios en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Además, quería hacer un cambio de cara a la fiesta y estuvimos durante meses tanteando la viabilidad de separar el corpiño del vestido o la parte de arriba de la de abajo, como si fuese una falda y una blusa. Pensamos en mantener el vestido unido con unos traveses invisibles y hacer un cambio por un pantalón en la misma tela para que hiciese el efecto de mono. En este proceso, Vanessa nos enseñó un mono ya diseñado de Pronovias que parecía hecho para mí. Cuando me lo probé sentí que podría casarme directamente con él. Y no hubo duda, decidí que llevaría el vestido la primera parte de la boda y el mono la segunda. Lo complementé con dos telas a modo de capa que se podían quitar o poner e iban enganchadas en los hombros como simulando el efecto de dos alas. ¡Era una preciosidad!»

Novia cantando en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Los complementos

«Elegí las joyas que acompañarían mi look en joyerías de barrio. A pesar de que las alianzas y mi anillo de pedida fueron de San Eloy, quise recorrer Granada con mi madre en busca de un guiño a la elección que hizo Álvaro con el anillo de pedida. El anillo tiene un pequeño zafiro solitario que destaca sobre dos líneas de diamantes muy pequeñitos y creo que no pudo elegir mejor, ya que se salía de los típicos anillos con gema y corona de diamantes, pero manteniendo la elegancia y sutileza que tanto nos gusta», explica la novia. «Así, el colgante fue un zafiro solitario del mismo tamaño y forma que los de mi anillo y los pendientes fueron dos tiras de diamantes pequeñitos que destacaban sin llamar demasiado la atención».

Joyas de novia
Fotografía: Almena Valero

«Además, como tuve un cambio de vestido, quería algo para romper con el toque clásico de los pendientes. Estuve meses buscando y nada me convenció hasta que, para mi sorpresa, mi querida amiga Ana me envió los pendientes más originales, perfectos y hechos a mano en la tienda @joyas_de_flores de Madrid, que fueron la elección perfecta para este día». 

Respecto a los zapatos, «fueron lo primero que me compré, antes que el vestido. Casi al mes de la pedida de mano me crucé con un modelo de tacón bajo, elegante, con el tobillo descubierto y la punta transparente pero llena de perlas pequeñitas que me pareció perfecto. Quería algo que me durase casi toda la boda, que asomara y fuese elegante pero divertido y, sobre todo, que pudiese volver a ponerme. A día de hoy son mis zapatos preferidos para arreglarme un día de sol con unos vaqueros y una blusa bonita».

Novia poniéndose los zapatos
Fotografía: Almena Valero

El maquillaje y el peinado

Tanto del maquillaje como del peinado de la novia se encargó el equipo de Laura Vera. «El peinado fue todo un reto, ya que tenía el pelo larguísimo. Hicimos tres propuestas: recogido en moño, recogido en una cola y semi recogido y, sin duda, el más elegante fue el recogido en cola con una trenza en el lateral. De esta manera podía soltarme el pelo después de la comida y dejar unas ondas al aire preciosas, acordes con el estilo del mono y los pendientes».

Espalda de novia con pelo suelto y mono blanco en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«El maquillaje fue muy sencillo. Quise verme yo, la Ángela de todos los días, pero versión buena cara, donde la naturalidad y frescor fueran los protagonistas.

Peinado de novia
Fotografía: Almena Valero

Además, tuvieron el reto de maquillar a mis dos abuelas, una tercera tía que es como una abuela más, a mi madre y a mi tía, con peinados incluidos de cada una esa misma mañana. ¡Y lo hicieron de diez con cada una de nosotras! Sobre todo, lograron hacer sentir únicas y especiales a mis abuelas, que hicieron un viaje de muchos kilómetros estando ya muy mayores para poder acompañarme en este día tan especial».

Las flores

Tanto el ramo como la decoración floral fueron trabajos de Mónica Florista, de Atarfe. «Desde el primer momento captó la esencia de la boda: algo hippie pero romántico, rústico, donde predominase el verde, el blanco y amarillo. Quería flores de campo, flores silvestre y mucho olivo. Y ella hizo la magia. Metimos alguna decoración extra con limones amarillos que recogimos la semana antes de la boda, así como ramitas de olivo que pudimos incluir como decoración en mesas y sobre las servilletas con el nombre de cada invitado. El ramo siguió la misma línea y el resultado fue perfecto. Mi idea siempre fue que simulase un puñado de flores recién recogido del campo».

Ramo de novia
Fotografía: Almena Valero

El novio, la madrina y la madre de la novia

Álvaro lució un traje de chaqué en azul marino de Silbon, con camisa blanca y corbata burdeos de la misma firma.

Novio y padre del novio en los preparativos
Fotografía: Almena Valero

La madre del novio y también madrina llevó un vestido de pedrería en rosa palo de Rosa Clará, que combinó con zapatos de Pedro Miralles.

Madrina de boda y novio llegada a la ceremonia en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Respecto a la madre de la novia, «trajo varios vestidos sin decidir del todo que ponerse hasta el mismo día, ¡así es mi madre! Finalmente, el ganador fue un mono amarillo lima de Adolfo Domínguez que parecía mitad mono mitad vestido. Lo acompañó con complementos en color vino que fue encontrando en pequeñas tiendas de Badajoz, de donde somos toda la familia. Usó un pañuelo semitransparente para cubrir parcialmente el escote y los hombros, para después quitárselo y llevar un collar artesano en papel que le regaló su hermano hace años».

Madre de la novia en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

La ceremonia y la celebración

Todo el gran día se celebró en Torre del Rey, una espectacular finca de estilo andaluz situada en la villa de Otura, a 10 minutos del centro de Granada. En este espacio único, con más de cinco mil metros cuadrados de cuidados jardines y patios en torno a una fabulosa hacienda andaluza, los novios encontraron rincones perfectos para cada momento de la celebración.

Torre del Rey Patio de los Olivos
Fotografía cedida por Torre del Rey

La ceremonia civil se ofició en la Palapa, una original estructura tropical que proporciona una amplia zona de sombra. 

Ceremonia de boda en La Palapa de Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

La combinación de zonas techadas con espacios abiertos transmite una sensación muy acogedora, pese a su gran amplitud.

Ceremonia de boda en La Palapa de Finca Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey

«El maestro de ceremonias fue mi padre y elegimos la Palapa porque es un espacio abierto, rodeado de flores y plantas preciosas, que estaba decorado en la línea rústica que pedimos. Seguimos un guión diseñado por nosotros, donde participaron familiares y amigos. Pudimos dedicar unas palabras a nuestros abuelos, por desgracia ya no presentes, y realizar la ceremonia del árbol con un precioso olivo. Todo bajo una línea musical que también seleccionamos con mucho cariño con música instrumental flamenca».

Ceremonia de boda en La Palapa de Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

El cóctel tuvo lugar en el Jardín Mirador, una amplia zona de césped flanqueada por palmeras y olivos.

Coctel en el Jardín Mirador de Finca Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey

«Es un espacio muy versátil en el que se colocaron sombrillas que aportaban sombra junto a los propios árboles de la finca».

Coctel en el Jardín Mirador de Finca Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey
Cóctel en el Jardín Mirador de la Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Bienvenida boda Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Decidimos alargar el cóctel media hora más y recortar un poco la comida, haciendo que tuviera un solo plato, además del sorbete y el postre, para poder disfrutar más de ese picoteo inicial todos juntos, de pie».

Seating plan en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Mesa de quesos y panes en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Vermutería en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Además, trajimos al grupo de flamenco de Lucas Carmona, que animó, reunió y nos hizo bailar y reír a todos juntos. Fue una sorpresa que me hizo Álvaro, ya que siempre he bromeado con él diciéndole que si un día me casaba, llamaría a Antonio Carmona para que cantase en nuestra boda».

Lucas Carmona en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Novio con Lucas Carmona en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Todo el catering fue de Lumiere y no les puedo poner ni un solo pero. No me canso de recomendarlos, ¡fue todo perfecto! Tuvimos mesa de sushi y no sobró ni una pieza, mesa de jamón servido en unas tejas de cerámica preciosas, con un jamón que se derretía en la boca. También tuvimos una vermutería, que fue el éxito de la boda. Aunque pusimos una bañera de quintos de cerveza, que es algo súper demandado en nuestro entorno, quedó eclipsada por esos vermut preparados con tanto cariño en directo».

Vermutería en Finca Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey
Rincón de cervezas en bañera en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

El banquete se ofreció en el Salón Campanario, una estancia espectacular y súper luminosa que combina elementos rústicos y modernos en total armonía. Uno de los elementos más destacados es su precioso techo de madera.

Salón Campanario en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Salón Campanario en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero
Salón Campanario en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

La fiesta posterior fue en el Patio de los Olivos, un fabuloso patio de estilo andaluz con un precioso suelo de terracota situado en el centro de todo el conjunto arquitectónico. Una zona súper amplia y muy versátil rodeada de olivos centenarios y de una pérgola de sombreo donde los invitados se divirtieron de lo lindo.

Corner beauty en Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey

Las invitaciones y el regalo de los invitados

«Las invitaciones fueron una auténtica obra de arte que diseñamos nosotros mismos. Usamos papel vegetal para hacer, junto con una cuerda de yute, una cubierta a la propia invitación. Escribimos los nombres a mano con caligrafía y pusimos sobres en papel texturizado a juego con todo lo demás. Toda la papelería de la boda la hicimos en la misma línea diseñándola nosotros mismos. Es algo que nos gusta y que no se nos da del todo mal. ¡Disfrutamos mucho del proceso e hicimos partícipe a la familia!»

Detalle de invitados
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

El regalo de invitados fue una botella de aceite de una almazara familiar, con una etiqueta personalizada que hicieron los novios. Le añadieron un jabón artesanal con cáscar de naranja o limón decorado por ellos mismos y realizado por una buena amiga.

El momento más emotivo

«Sin duda lo más emocionante fue el momento del no baile, ya que decidimos sorprender a los invitados y, en lugar de bailar, optamos por cantar una canción».

Baile novios en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Recuerdo que lo decidimos muchos meses atrás, antes incluso de decidir el lugar de la boda. Cantaríamos’No puedo vivir sin ti’, de Coque Malla y Anni B Sweet. Cada uno haría la parte de cada cantante y los estribillos de forma conjunta, dedicando y sacando a bailar a la familia en los momentos en los que el estribillo decía “no puedo vivir sin ti”. Bailamos con nuestro hijo, con nuestras abuelas, lo dimos todo y fue muy especial. Además, aprovechamos el momento para hacer la entrada sorpresa con el mono y el pelo suelto, ¡super divertido!», recuerda Ángela.

Mono de novia en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Para la novia fue muy emotiva también su entrada a la boda: «La hice acompañada de la canción ‘El beso’, de Alba Molina, y del brazo de mi tío abuelo. Él ha sido como un abuelo para mí. Además, mis abuelos fallecieron en los últimos años y él es el representante perfecto de dicha figura. Es muy mayor, ya da pasitos muy pequeños, y nunca tuvo hijos, por eso cuando le hice la propuesta fue toda una emoción para él. Me acompañó con un orgullo y un cariño increíbles, fue mágico».

Entrada de la novia con el patrino en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Invitadas más elegantes

«Tengo especial devoción por como iba mi madre, pero hay invitadas preciosas. Almudena, la pareja de mi tío, llevaba un vestido que destacaba su avanzado embarazo sin quitarle ni un ápice de elegancia. Mi amiga Paloma supo entender el estilo de la boda a la perfección. Y los chicos iban increíbles, ¡eran un club de guapos espectacular!», asegura la novia.

Amigos del novio en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Fotógrafo

«Tuvimos al mejor o, al menos, al fotógrafo hecho a medida para nosotros, para nuestra familia, para nuestros gustos y para nuestro día, Toni, de Almena Valero. Cuando lo conocí, fui muy clara con él, le pedí llevarme recuerdos de momentos, no de cosas. Quería poder revivir mi boda con cada foto y así lo hizo, fotos que se pueden sentir, que se pueden oír y casi oler».

Novios bailando en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

«Se mimetizó como un invitado más y disfrutamos con él creo que casi tanto como él con nosotros. Además, en el momento de los preparativos en el hotel fue súper respetuoso pero cercano con mis abuelas, no tan acostumbrados a la cámara, cosa que hizo posible tener unos recuerdos muy naturales de ellas y de los momentos previos. Al ver las fotos puedo sentir la emoción y los nervios de ese momento».

Novia niño boda Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Wedding Planners

«No vimos necesario contar con este servicio, ya que nos encargamos de todo nosotros. Además, dentro del servicio de Torre del Rey contamos con un equipo que nos asesoró y acompañó durante todo el proceso, incluido el día de la boda. Estuvieron a nuestro lado y coordinaron todo el evento, lo que nos hizo sentir acompañados y atendidos en todo momento. Hicieron esa función de coordinación de la que quizá se ocupe una wedding planner, sin que nosotros echásemos en falta esta figura en ningún caso».

Decoración boda Finca Torre del Rey
Fotografía cedida por Finca Torre del Rey

Luna de miel

«Decidimos ponerla en pausa. Nos hemos prometido hacer un gran viaje y, a día de hoy, soñamos con conocer Australia o algún destino muy lejano y aventurero. Queremos pasarlo bien y vivir aventuras y vamos a preparar un viaje a lo grande, con poca toalla en la playa, pero con muchas experiencias que descubrir juntos. Pero queremos hacerlo cuando Leo, nuestro hijo, sea un poco mayor y entienda que la desaparición de papa y mamá de casa durante todos esos días será algo pasajero. Además, así podremos organizar ese viaje con tiempo, como nos gusta hacerlo».

Novios en Finca Torre del Rey
Finca Torre del Rey. Fotografía: Almena Valero

Paula y Guillermo, alegría en familia en Madrid

Lo que comenzó como una amistad en Polonia se transformó casi un año después en una declaración de amor y, ocho años más tarde, en una boda preciosa y familiar en Madrid, sellando así una unión eterna: la esencia misma de la alegría.

Todos hemos escuchado alguna vez la leyenda del hilo rojo. Esa historia que relata que estamos unidos a la persona de nuestra vida por un hilo invisible y rojo. El hilo se puede estirar, doblar y arrugar, pero siempre está unido a ambas personas y, tarde o temprano, las unirá. La bonita historia de amor de Guillermo y Paula es un claro ejemplo de este relato, puesto que, a pesar de vivir toda su vida en España y no conocerse, lo hicieron en Polonia a principios de 2016, cuando se hicieron muy buenos amigos. No fue hasta finales del mismo año cuando Guillermo declaró lo que sentía por Paula.

«Nos conocimos cuando realizábamos el programa Erasmus en Polonia, a principios de 2016. Nos hicimos muy amigos, pero no fue hasta diciembre de ese año cuando empezamos a salir, gracias a él, que se envalentonó y me dijo lo que sentía la noche de su cumpleaños. Desde entonces no nos hemos separado».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Paula y Guillermo, los novios

El vestido de novia y los complementos

Paula eligió para su día especial un vestido blanco diseñado y hecho a medida para ella, con el objetivo de verse representada en él. El vestido tenía manga francesa y escote Queen Anne, uno de los más románticos que existen. Para el pelo, eligió un recogido simple en un moño bajo y con volumen, que adornó con tres peinas en forma de sol durante la ceremonia y celebración. El toque mágico lo dieron sus tacones gris oscuro, con tacón grueso y marrón.

«Lucí un vestido a medida de Clara Brea Design, recto y con una línea muy geométrica, con el que me sentí absolutamente yo. Lo acompañé con peinas de Mdepaulet y sandalias Flordeasoka«.

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Paula tenía claro que quería un look natural para el día de su boda y, para ello, necesitaba un maquillaje en tonos nude y naturales. El elegante recogido que lució durante la ceremonia y celebración dio paso a una cola de caballo con ondas cuando sonaron las primeras notas musicales que anunciaban el inicio de la fiesta.

«Ana Reyna Torroba se ocupó de maquillarme, consiguiendo un look muy natural, y de realizarme el recogido bajo que adorné con las peinas. En la fiesta me solté el moño y lucí una cola de caballo con ondas. También prescindí del velo y pude lucir la abertura trasera del vestido.»

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Los adornos florales y el ramo de la novia

Sin lugar a dudas, el ramo de Paula era uno de los complementos más importantes y con mayor significado que lució esta preciosa novia. Sin haberlo elegido ni diseñado ella y a modo de sorpresa, el mismo día de la boda su madre, que fue la encargada de escoger el ramo de hojas verdes con pequeñas margaritas blancas, se lo entregó junto con una medalla de la Virgen de Montserrat, una imagen religiosa muy importante para la familia.

«Bukka Flores se encargó tanto de mi ramo, diseño sorpresa de mi madre que no vi hasta la mañana de la boda, como de las flores de la iglesia y los preciosos centros de flores de las mesas. El ramo llevaba la medalla de la Virgen de Montserrat, muy especial en mi familia, y que da nombre a mi madre y a mi hermana pequeña. ¡Me encantó!»

El traje del novio y los complementos

Por su parte, Guillermo lució un traje hecho a medida en Drovers Valladolid que acompañó con unos zapatos Diplomatic y una preciosa corbata de Old Jeffrey.

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

La madrina y la madre de la novia

Las madres de los novios son dos de las personas más importantes en las bodas. El amor y la devoción que una madre siente por su hijo se plasman a la perfección el día de su boda, y así lo quisieron hacer tanto la madre de Paula, que lució un vestido de Fely Campo y unos zapatos de Jaime Mascaró, como la madrina que acompañó a Guillermo hasta el altar con un look totalmente personalizado. La madre del novio lució un vestido a medida de Modista Elvira San Juan y unos zapatos personalizados de Zapatería París, ambos en Valladolid.

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

El lugar donde plasmaron su amor

La ceremonia

Torrelaguna, un pequeño municipio de Madrid, fue el destino elegido por los novios para prometer y pronunciar el “sí, quiero” frente a todos sus amigos y familiares. La iglesia local, de los siglos XV y XVII, restaurada y adornada para la ocasión, cobró vida el 13 de abril de 2024, cuando ambos se juraron amor eterno.

«Nos casamos en la Iglesia Santa María Magdalena de Torrelaguna, de arquitectura gótica. Construida entre el siglo XV y XVII ha sido recientemente restaurada. ¡Estaba preciosa! con los centros de flores de Bukka Flores
en el altar y los olivos acompañando al arco de la puerta principal».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

La celebración

«La celebración fue en la Finca Casa de Oficios, en Madrid. Es preciosa, con una casa de campo del siglo XVIII llena de rincones especiales y rodeada de naturaleza. La zona del cóctel, con el suelo adoquinado y los jardines tan cuidados, nos enamoró».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«De la comida se encargó su propio catering, El Laurel, y fue excepcional. Cuidan cada detalle, utilizando productos locales de excelente calidad y con gran variedad de platos para elegir».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«Todo salió aún mejor de lo previsto. Mención especial a Lola, que nos acompañó a lo largo de todo el proceso con infinita paciencia y amabilidad, muy flexible con los cambios y facilitándolo todo».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Las invitaciones y los detalle de invitados

En cuanto a las invitaciones y los detalles para los invitados, Paula y Guillermo eligieron opciones totalmente personalizadas para plasmar la elegancia y originalidad en cada aspecto de la boda.

«Las invitaciones las hicimos nosotros con la ayuda de mi hermana Marta, que es arquitecta y nos dibujó una acuarela de la finca que también utilizamos para las minutas del menú y mesas. Quedaron preciosas».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«De regalo a todos los invitados hicimos fotos personalizadas con cada uno de ellos. Pusimos sus nombres debajo, lo que sirvió también para señalizar los sitios en la mesa. Fue un trabajazo, pero mereció la pena porque les encantó a todos. Se encontraban el detalle al llegar a su sitio, lo que les sorprendía y emocionaba. Para los futuros novios encargué unas ilustraciones muy especiales a Ana Hernández que también triunfaron. Quedaron todos encantados»

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Los momentos más emotivos

Sin lugar a dudas, los momentos más emotivos y especiales de Paula siempre los compartió con algún miembro de su familia, desde bailar con su padre hasta la presencia de su abuela, pasando por la entrega del ramo de novia a su hermana gemela, a quien describe como su alma gemela y mejor amiga.

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«El baile con mi padre fue un momento muy emocionante y del que me sentí muy agradecida. Estuvo muy enfermo
este último año, por lo que la boda fue también una celebración de su vida. Poder tener a nuestras familias juntas y completas fue el mejor regalo para los dos».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«Mención especial también a mi abuela, ella es muy importante para mí y tenerla con nosotros ese día nos hizo especialmente felices».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«La entrega del ramo a mi hermana Marta justo después del baile también fue muy emotivo. Es literalmente mi alma gemela y mi mejor amiga y queríamos que tuviese un momento destacado en nuestro día. También hubo un momento muy especial por lo divertido que resultó, que fue la llegada de la charanga. A la familia de Guille le encantan y quisimos tener esa sorpresa con todos ellos. Elegimos a Los Renacidos y, sin duda, fue un gran acierto. No dejaron que parásemos de bailar en toda la tarde. ¡Divertidísimos!»

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Las invitadas más elegantes

Las hermanas de los novios fueron las invitadas estrella en cuanto a looks: toda una inspiración para ser las más elegantes y preciosas.

«Me gustaría destacar, en primer lugar, a mi hermana gemela Marta, que iba vestida con un dos piezas de top y falda midi diseñado por ella misma y llevado a cabo por la modista Daniela Valdivieso. Estaba guapísima. Mi hermana Montse, con vestido a medida de Matelier, y mi cuñada, Fátima, la hermana de Guillermo, con vestido de Baymo, estaban espectaculares también».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

«Por último, quiero mencionar nuevamente a mi abuela. Ella es todo elegancia y lo ha sido siempre. Su conjunto de dos piezas, diseñado a medida para ella hace algunos años, sigue quedándole de maravilla y lo sigue luciendo igual de bien. Estaba perfecta».

Organización y planificación de la boda

Wedding planners

«No tuvimos wedding planner. Quise ocuparme yo misma de toda la organización y lo hice con la ayuda de Guille, por supuesto, y también de mis hermanas, de mi madre y de la madre de Guille. Disfrutamos muchísimo de todo el proceso y sobre todo del resultado. La verdad es que el equipo la finca nos lo puso muy fácil».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Reposteros

«De los postres se encargó el propio catering. La famosa tarta árabe de El Laurel no defraudó. Del puesto de dulces nos encargamos Guille y yo. Tanto a él como a su padre especialmente les gustan mucho las chuches, así que queríamos hacer algo original. La verdad es que el carrito de chuches sorprendió a todo el mundo y triunfó: ¡no sobró casi nada!».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Fotógrafos y videógrafo

«El equipo de Ocho/Veinticuatro se encargó de inmortalizar cada momento y no podemos estar más contentos con el resultado de su trabajo».

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Luna de Miel

Como destino de ensueño y siguiendo las tendencias actuales, la pareja de recién casados recorrió medio mundo para disfrutar de tres semanas en Japón. Tuvieron la oportunidad de conocer no solo los lugares más emblemáticos, sino también de adentrarse en el maravilloso e histórico país oriental.

«De luna de miel nos fuimos a Japón. Tuvimos la suerte de poder escaparnos tres semanas, lo que nos permitió alejarnos de los destinos más habituales para visitar zonas más lejanas y llenas de encanto del país, como Hokkaido u Okinawa, totalmente recomendables. Es un país que lo tiene todo y enamora desde el minuto uno.»

Fotografía: Ocho/Veinticuatro.

Patricia y Miguel, una boda al aire libre con un vestido de novia otoñal

Patricia y Miguel se casaron el pasado 13 de octubre en el Ayuntamiento de Gijón y también celebraron una bonita ceremonia en el Palacio de la Riega

Se conocieron en la salida de la escuela de danza donde acudía Patricia y poco después quedaron para tomar un té en la terraza de Only You. La quedada puede resumirse en conversaciones y risas y, desde aquel día, no dejaron de escribirse. Cuando eran novios siempre fantaseaban co la idea de irse a vivir al norte, específicamente a un lugar con playa. «Yo siempre había querido casarme cerca del mar y Miguel, que ya había estado en el Palacio de la Riega, me dijo que el día que se casara lo haría allí. Y así fue como los dos, que somos madrileños, acabamos moviendo a más de 100 personas a Asturias».

bodas al aire libre
Fotografía: Otto Birseye

Hoy recordamos el gran día de esta pareja y viajamos con ellos a Asturias para rememorar todos los momentos.

Patricia y Miguel, los novios

Tanto Patricia como Miguel lucieron guapísimos el día de la boda pero queremos resaltar a Patricia, que llevó un vestido de lo más especial.

  • La novia

El vestido de Patricia era un diseño de Valérie Moreau, una de nuestras diseñadoras favoritas. «Es una artista, no solo consiguió diseñarme el vestido de mis sueños sino que bajó a tierra mis ideas y las convirtió en una obra de arte. 

vestido de novia valérie moreau
Fotografía: Otto Birseye

Quería que la parte de arriba llevara un estampado floral y que la falda fuera lisa, sin ningún detalle para no recargar demasiado el vestido. Las telas de Valérie son preciosas y de muy buena calidad. Cuando vi el estampado de ramitas me enamoré, quería que las ramitas cubrieran mi tronco y mis brazos como su no llevara nada más encima y que mi espalda estuviera descubierta. 

vestido de novia espalda descubierta
Fotografía: Otto Birseye

La parte de abajo del vestido es todo un espectáculo y fue una propuesta de Valérie, que supo captar enseguida mi estilo y los cortes que mejor le iban a mi silueta.

cola del vestido de novia de Patricia, diseño de Valérie Moreau
Fotografía: Otto Birseye

Tenía muy claro que no iba a llevar velo, pero llevé algo mejor. Valérie me diseñó una preciosa capita ligera que cubría la parte superior dejando ver las ramitas de mi vestido». 

  • Las joyas

Nuestra protagonista no quería llevar demasiadas joyas porque su vestido ya llevaba demasiado bordado. Quería apostar por algo más sencillo y discreto, así que, simplemente llevó su anillo de pedida, de Joyería Jorge Juan.

los complementos de la novia. Pendientes sencillos de boda
Fotografía: Otto Birseye

En cuanto a los pendientes, no pudo llevar los que su abuela le regaló, así que su amiga le prestó los que ella llevó a su boda. «Tengo también dos piercings: llevé uno de Aristocrazy y otro de Mumit que también compré para la ocasión». 

Las alianzas de los novios eran de Rabat. 

  • Las flores

La decoración nupcial y el ramo de novia fue obra de Materia Botánica, de Oviedo.

flores para ramos de novia
Fotografía: Otto Birseye
  • Los zapatos

Patricia sabía que sus zapatos no iban a ser los protagonistas de su look porque toda la atención recaería en su vestido. «Me decanté por unos zapatos en color blanco roto con tacón alto pero grueso para poder aguantar con ellos el máximo tiempo posible. Para la fiesta, mi prima tuvo el detalle de regalarme unas Converse customizadas»

zapatos de tacón gordo para novias
Fotografía: Otto Birseye
  • Maquillaje y peinado

Para el maquillaje y el peinado, Patricia confió en La Salá Style Room, en Gijón. Para darle un toque aún más romántico, nuestra novia decoró su peinado con un ramito de paniculata de Materia Botánica.

semirecogido de novias con adorno floral
Fotografía: Otto Birseye
  • El novio

Miguel optó por un traje de Pepa Chaqué de color azul marino oscuro en lana fría. La chaqueta tenía un cuello mao y lo combinó con chaleco y zapatos de Martinelli. La corbata y los tirantes fueron de Pugil Store, personalizados con un motivo que representa a la pareja. También añadió unos gemelos de Scalpers.

rituales de boda
Fotografía: Otto Birseye
  • La madrina y la madre de la novia

La madrina vistió con un bonito vestido de color azul del diseñador Felipe Valera. 

entrada del novio
Fotografía: Otto Birseye

Ceremonia y celebración

La ceremonia fue de lo más especial y bonita, sobre el césped verde y toques otoñales.

celebración boda al aire libre
Fotografía: Otto Birseye

En cuanto a la decoración colocaron unas sillas blancas sencillas para todos los invitados y no necesitaron nada más porque el entorno ya lo decía todo. ¡Idílico!

asientos para los invitados de boda
Fotografía: Otto Birseye

También contaron con música en directo gracias a un grupo de cuerda.

Fotografía: Otto Birseye

La posterior celebración se llevó a cabo con el Catering Manzano.

salón de bodas con mesas combinadas
Fotografía: Otto Birseye

Combinación de mesas imperiales y redondas para un mejor aprovechamiento del espacio, decoración sencilla y elegante con mantelería en blanco y copas de color. Sin duda, la decoración garden-room tuvo un papel principal.

rincones deco
Fotografía: Otto Birseye
  • Invitada o invitadas más elegantes

Los novios destacan a las damas de honor, entre ellas, la hermana de Miguel. Todas vistieron en tonos lila con diferentes diseños de vestido.

vestidos damas de honor
Fotografía: Otto Birseye

Y aunque ellas eligieron el morado para acompañar a su amiga y cuñada, el resto de las invitadas tampoco pasaron desapercibidas.

vestidos de invitadas de oda coloridos
Fotografía: Otto Birseye

Y no solo las damas de honor vistieron ese color, las damitas que anunciaban la llegada de la novia, también.

Fotografía: Otto Birseye
  • Fotógrafo

Otto Birseye fue el encargado de captar los mejores momentos de este día tan especial. «Divertido, carismático y cercano, el fotógrafo que consigue que poses sin esfuerzo y con el que quieres contar sí o sí en tu boda», nos cuenta la novia.

Fotografía: Otto Birseye

También hay que hacer una mención especial al videógrafo de boda, Jaime Buitrago Peña, de Salty Lemon Weddings, porque según cuentan los protagonistas, «hizo un trabajo espectacular, es un gran profesional y mejor persona y gracias a él revivimos nuestra boda».

  • Luna de miel

Patricia y Miguel disfrutaron de una luna de miel por Indonesia, gracias a Rutas Indonesia.