Plan B para tu boda: los mejores consejos de experto para elaborarlo
¿Te casas y has comenzado la planificación de tu gran día? Contar con un plan B desde el principio os permitirá disfrutar a tope, al margen de imprevistos de última hora. Hablamos de este imprescindible de la organización con la experta Rebeca Tabernas, wedding planner de BxRT
El día de la boda pueden ocurrir situaciones fortuitas que, si bien no es posible evitar, si pueden atajarse con soluciones adecuadas. Es lo que se conoce como plan B, un proyecto alternativo que permitirá celebrar el gran día de manera satisfactoria y cuya previsión aportará tranquilidad a los novios. Porque, ¿quién te dice que el día en que pensabas casarte al aire libre no va a producirse la tormenta perfecta, no va a hacer un calor insoportable o no va a arreciar el viento? Las condiciones meteorológicas pueden cambiar de un día para otro y predecir cómo va a ser un día exacto con tantísima antelación es prácticamente imposible.
Elaborar este proyecto alternativo debe ser un trabajo concienzudo. Es de sentido común pensar que dejarlo en manos de la improvisación puede tener consecuencias terribles. Rebeca Tabernas, experta wedding planner con más de quince años de experiencia organizando bodas y saliendo de muchos aprietos nos ofrece algunas recomendaciones al respecto.
Consideraciones para elaborar el mejor plan B para tu boda
¿Qué debe tener un plan B para funcionar exactamente igual que el plan A en una boda?
Te mentiría si te digo que el Plan B es igual al Plan A.
Cuando elegimos lo que será nuestra primera opción de montaje en una boda siempre lo hacemos pensando en diferentes factores: los gustos y necesidades de la pareja; el mes en el que se casan; si la boda es por la mañana o por la tarde, y la ciudad donde trabajamos y la climatología que se prevé en dicho lugar según el histórico de años anteriores.
Para que un Plan B funcione muy bien, sobre todo lo más importante es tener un diseño previo o que se pueda adaptar. Podemos hacer dos diseños diferentes con el mismo material para ambos y dejarlo reservado hasta última hora, por si es necesario activarlo.
¿En qué se diferencia un buen plan B de un mal plan B?
Un mal plan B se diferencia sobre todo en la falta de preparación, de planificación y de medir cada uno de los detalles. En una boda pueden surgir muchos imprevistos y prácticamente en todas las bodas hay alguno. Una wedding planner tiene que trabajar siempre en muchos escenarios diferentes y ponerse en diferentes situaciones en cada uno de ellos.
En ocasiones se dan situaciones que parecen insólitas, pero que por experiencia sabemos que pueden ocurrir. Después de 15 años haciendo bodas, muchos imprevistos ya nos han ocurrido, así que si en algún momento, aunque no suele ser lo habitual, nos encontramos con situaciones que no están planificadas, únicamente la experiencia nos puede dar las “armas” necesarias para salir victoriosas. No actuamos igual el segundo año que estábamos organizando bodas que en la actualidad. En esta profesión la experiencia es un valor añadido muy importante.
¿En qué casos consideráis indispensable que exista un plan B?, ¿es siempre necesario?
SIEMPRE. Estamos viendo como el cambio climático ya está aquí. Ese fenómeno del que llevan años alertándonos ha llegado y cada vez es más evidente. En marzo el clima es veraniego, en julio hace frío, en agosto las tormentas y el granizo son nuestro día a día y es posible que en diciembre haga un tiempo de primavera o nos encontremos con una nueva “Filomena”. Un Plan B se activa SIEMPRE por lluvia, por viento excesivo, a causa de una ola de calor, etc. Por lo que, si no lo tenemos previsto, es posible que los novios se queden sin su gran día.
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A nuestras parejas siempre se lo explicamos, nosotras trabajamos siempre con Plan B y, si es posible, con Plan C, para que ellos estén muy tranquilos sabiendo que su boda será única y especial pase lo que pase.
El plan B, ¿requiere tanta planificación como el plan A? ¿Son complementarios? ¿Deben serlo?
Obviamente, el Plan B debe tener la misma planificación, puesto que a un año vista no sabemos si la boda se realizará en A o en B. Además, en ocasiones ambos planes son complementarios, puesto que, según la climatología, quizá la primera parte de la boda la podemos mantener en lo que sería nuestro Plan A, pero para la segunda hay que recurrir al Plan B.
¿Cuándo un plan B puede no funcionar?
Cuando no se prepara bien o si la pareja no escucha a los expertos. En nuestra profesión todos los fines de semana tenemos que mirar el cielo, trabajamos con aplicaciones que nos dicen dónde están las nubes, cuanto tiempo tardan en pasar, cuantos km/h tiene el viento que soplará, etc… Nosotras entendemos que decirle a una novia que se casa en julio que no va a hacer una cena exterior y que tenemos que cenar en un salón que le gusta infinitamente menos que un jardín maravilloso, no es fácil. Pero también nos dejamos la cabeza y la piel en conseguir que su Plan B les guste tanto o incluso a veces más que el Plan A que habían soñado.
También hacemos mucho hincapié en la elección del espacio donde realizar su boda. Hay espacios maravillosos cuya alternativa a cubierto es inexistente o que requieren mucha inversión para que la solución sea parecida al Plan A. Contratar a un experto que te asesore con el espacio para que el día de tu boda no tengas imprevistos es una buena inversión, igual que lo es tener a tu lado a un experto que sepa adaptar el Plan A al Plan B y solucionar todos los contratiempos del gran día.
¿El plan B está incluido en el presupuesto de la boda? ¿Debe reflejarse en el contrato?
Para nosotras sí, puesto que no trabajamos sin él. Si el espacio no lo tiene, hay que crearlo. De otra forma es imposible trabajar, según nuestro punto de vista. En nuestros presupuesto va incluido siempre.
¿Y qué pasa cuando falla o no es realizable el plan B?
Si un plan B está bien planificado, no puede fallar. Por suerte, nosotras trabajamos con profesionales con los que hacemos equipo y la unión hace la fuerza. Profesionales que se saben adaptar a todos los imprevistos, profesionales con muchos años de experiencia que se dejan igual que nosotras la piel y que nos permiten transmitir a nuestras parejas la idea de que ¡LOS PLANES SIEMPRE SALEN BIEN!
Planes B que acabaron superando al Plan A
¿Podrías explicarnos qué aspectos contenía el plan B de alguna de vuestras bodas y qué lo hizo tan especial?
Precisamente el verano pasado hemos celebrado dos bodas en las que hemos tenido que activar el Plan B por diferentes motivos.
Ana y Mariano
Ana y Mariano se casaron el 6 de julio en Zaragoza, donde a un año vista, diseñamos una cena preciosa en un jardín con flores y luces y bajo un cielo estrellado. Lo habitual es que en esta fecha en Zaragoza el clima sea muy cálido, pero ese día amenazaba tormenta, hacía mucho viento y, obviamente, las doscientas personas que estaban invitadas a la boda pasarían mucho frío cenando en el exterior, por lo que activamos el Plan B veinticuatro horas antes de la celebración. Por supuesto, como es habitual, con el consiguiente disgusto de los novios. Nuestras palabras fueron: “Os prometemos que os va a gustan tanto como el Plan A”.
La cara de Ana al entrar al salón donde finalmente tuvimos que realizar la cena y la fiesta, nos hizo llorar.
“Esto es magia”, decía su madre.
Y es que teníamos un diseño especial de iluminación, un esqueleto de mesas diferente, un diseño floral adaptado con el que queríamos conseguir que el salón pareciera ese jardín maravilloso donde hubieran cenado en el Plan A y que los invitados tuvieran la sensación de estar cenando sobre un cielo estrellado.
Sylvia y Luismi
Sylvia y Luismi se casarón el 21 de septiembre en el Pirineo aragonés. El Viernes de la preboda en Ligüerre de Cinca llovía, pero el sábado de la boda diluviaba.
Ellos tenían prevista una ceremonia civil con vistas al embalse, pero en lugar de hacerla en un porche techado decidimos realizarla en una pequeña capilla sin consagrar donde no había nada.
Llevamos las sillas, las alfombras, muchas velas y colgamos decoración floral del techo y las paredes para intentar recrear una estampa de Los Bridgerton, una serie que sabíamos que a la novia le encantaba.
Todas las estructuras que hubiéramos puesto en la ceremonia civil las llevamos al salón, para darle más protagonismo a la presidencia, para decorar las puertas y llenarlas de vegetación, para hacer un photocall…
¡Conseguimos con esto un ceremonia muy íntima y romántica y un salón y fiesta con un efecto Woooow!
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