Los detalles que más emocionan a los padres de la novia (según ellas mismas)

Os han ayudado durante todo el proceso de planificación de la boda, por lo que ellos también merecen un detalle especial en este día tan importante. Estos son los detalles que más emocionan a los padres de la novia

 Después de leer cada día todos los artículos de LucíaSeCasa, hay algo que nos ha quedado muy claro, y es que, organizar una boda va mucho más allá de elegir un menú o la decoración del lugar de la celebración. Es un proceso intenso que requiere paciencia, mimo y mucho amor y durante este proceso, siempre nos acompañan personas muy importantes como amigos y familiares. Para muchas novias, el papel de sus padres es clave y fundamental: apoyo emocional, consejos, abrazos y, en algunos casos, ayuda económica. ¿Qué haríamos sin ellos?

Es quizás por toda esta ayuda por lo que muchas novias (y novios) sienten la necesidad de darles una sorpresa el día de la boda. Un gesto de agradecimiento, que sume a todo lo que a veces no se alcanza a decir con palabras. Hoy, gracias a estas novias reales, os damos algunas ideas con las que sorprender a los padres de la novia. Detalles que llenarán de emoción la celebración y que encantarán a estos invitados tan especiales.

Detalles que emocionarán a los padres de la novia

Si buscas detalles con los que emocionar a tus padres, aquí te damos algunas ideas dadas por novias reales.

1. Una carta escrita a mano

“Mi madre y mi padre han sido el mayor apoyo durante la planificación de mi boda. Ellos me dieron la vida, me han dado siempre todo sin pedir nada a cambio y no quería que mi boda pasara sin agradecerles todo su amor. Les escribí una carta la noche anterior, contando todo lo que significan para mi, abriéndome en canal como nunca lo he hecho, con anécdotas, recuerdos, momentos divertidos que hemos pasado juntos, y recordando aquellos momentos en los que nos hemos tenido que apretar fuerte la mano para no caernos. Durante los preparativos, mientras nos fotografiaban en casa, la leyeron. No pudieron evitar las lágrimas” – Lucía Gómez.

2. Un baile sorpresa

“Si hay algo que compartimos mi padre y yo, además del apellido, es el amor por la buena música. Cuando mis hermanas y yo éramos pequeñas, mi padre siempre nos ponía a los Dire Straits, concretamente la canción de Sultans of Swing. Esa canción llenaba la casa o el coche de buen rollo y no podía faltar en este día tan especial. Él no se lo esperaba pero cuando me vio salir a la pista con los primeros acordes, se le llenaron los ojos de lágrimas por todos los recuerdos que le traía la canción. Primero salimos los dos a bailar al centro de la pista pero después, también se unieron mis hermanas y mi madre. Fue un momento de lo más divertido y especial” – Elena Marín.

3. Un regalo simbólico

“Mi abuela murió unos meses antes a mi boda. Mi madre siempre ha estado muy unida a ella porque era hija única y quise tener un detalle especial, para que no estuviera tan triste. Busqué por todos los cajones de la casa de mi abuelita y encontré una fotografía antigua y algo estropeada. Inmediatamente me puse en contacto con una amiga para que restaurara esa foto y quedó nueva. El día de la boda se la regalé junto con una copia de mi ramo de novia. Le encantó, fue un momento muy especial” – Sandra Amor.

4. Una joya personalizada

“Siempre he estado muy unida a mi madre. Tenemos el mismo carácter y eso ha hecho que siempre estemos muy unidas. El día de mi boda quise tener un detalle especial y como sé que le encantan los anillos, compre dos joyas iguales que personalicé con nuestro nombre. Además del anillo de boda, ahora tengo otro anillo especial: el que me une a mi madre. Le encantó el detalle y ahora nunca se lo quita” – Claudia García.

5. Un recuerdo especial

“Mis padres siempre han sido unos disfrutones. Han viajado a muchos países, han disfrutado muchísimo de su matrimonio. Hace un año y medio mi madre murió, y para mí fue durísimo no tenerla allí, pero para mi padre, lo fue mucho más. Ellos siempre estaban juntos y por eso, quise que en este día mi padre también estuviera con ella. Antes de poner rumbo a la iglesia, le regalé a mi padre un reloj de bolsillo. Dentro había una foto de uno de sus viajes en la que se les podía ver a los dos de la mano. Me dijo que era el regalo más bonito que le habían hecho nunca”– Esther Fort.

6. Un detalle escondido en el vestido

“Mis padres me acompañaron en cada una de las pruebas de mi vestido pero quise darles una sorpresa el día de la boda. Grabé sus nombres bordados en el puño de la manga y se lo enseñé justo antes de salir de la casa. Les encantó el detalle” – Miriam Luque.

Estos detalles son de lo más especiales y estamos seguros de que sacarán una lágrima a más de uno. Los padres se merecen todo y más aún después de aguantar nuestros nervios durante la preparación de la boda. Regálales un momento especial que nunca olvidarán.