Isolée en El Corte Inglés de Castellana, el espacio privilegiado de la cosmética de autor
¿A quién no le ha pasado que lo que más nos cuesta conseguir, más nos interesa? De acuerdo, es un fenómeno especialmente grave cuando se trata de especímenes masculinos (¿a quién no le ha afectado – y para mal – el síndrome “Atrápame si puedes” persiguiendo lo más difícil de obtener…?) pero también afecta a nuestros deseos más consumistas. Más aún, en estos tiempos, en que media humanidad viste de Zara – y la otra, de Mango. Así que ninguna perdemos el ansia de al menos perfumarnos con un aroma distinto, que sea propio, ¡único! O de encontrar ese color de labios que nadie conoce…
Esta ha sido la base del éxito de la llamada cosmética nicho. Y no, nada que ver con funerarias, sino con “nicho de mercado”. (En francés se llama “niche”, que, la verdad, suena mejor…). Una cosmética también conocida como “de autor”, porque realmente es, en muchos casos, el escape que grandes autores de cosmética, especialmente de fragancias, encuentran para dar rienda libre a su creatividad. El resultado son fórmulas de alta calidad; muy cuidadas y mimadas con ese mimo que sólo los progenitores pueden derrochar sobre los que llevan su apellido.
